El Virus Influenza y la Vacuna de la Gripe
Juan Gustavo Benítez Molina
Málaga
La influenza o gripe fue descrita por primera vez en Florencia en 1510. Por aquel entonces se la llamó influenza porque se creía que era causada por la influencia del frío y de las estrellas. Sería en Francia donde más tarde recibiría el nombre de grippe. Es una enfermedad respiratoria aguda, zoonótica y con reservorio en las aves. Con zoonótica lo que queremos decir es que es una enfermedad que procede de los animales. El agente etiológico de la gripe, es decir, su causa es el virus influenza. Se conocen diversos tipos, a destacar entre ellos el A, B y C. Dicha patología afecta predominantemente al tracto respiratorio, aunque también puede producir sintomatología sistémica: cefaleas, fiebre, mialgias (dolor muscular) y astenia (debilidad). Como complicación más frecuente destaca la neumonía.
La gripe se trata de una epidemia invernal. Cada año tiene una extensión y severidad variables, lo cual es debido a la variabilidad del propio virus. Su morbilidad, que es la proporción de personas que enferman en un lugar durante un periodo de tiempo determinado en relación con la población total de ese lugar, es muy alta. Mientras que su mortalidad también es importante. Como curiosidad hemos de manifestar que en los años 1918-1919 la «Gripe Española» A (H1N1) causó la muerte de más de 20 millones de personas (más de las que murieron en la Primera Guerra Mundial).
El reservorio natural de este virus son las aves acuáticas migratorias: patos, garzas, gaviotas…, en las cuales resulta asintomático, es decir, no padecen la enfermedad. Un reservorio es una población de seres vivos que aloja el germen de una enfermedad de forma crónica. El reservorio natural, por lo tanto, es el hospedador de largo plazo de un patógeno que produce una enfermedad zoonótica. El virus se multiplicará en el intestino de dichas aves, se eliminará por las heces y, consecuentemente, se diseminará la infección. Sin embargo, también podemos encontrar el virus influenza en otros animales. De hecho, se sabe que el virus de la gripe salta la barrera de las especies, es decir, que puede pasar de una especie en concreto a otra distinta. Citamos tres ejemplos: el virus H1N1 porcino y el H5N1 aviar afectarán al hombre, mientras que el H3N8 equino puede transmitirse a los galgos.
La llamada gripe A no es más que la gripe producida por un nuevo virus, el cual es el resultado de la combinación del virus aviar, el humano y el porcino. Éste fue detectado por primera vez en México y EEUU, aislándose en California en 2009.
En cuanto a la vacuna de la gripe hemos de decir que se emplea para producir anticuerpos contra el virus influenza. En Europa el periodo de mayor incidencia de esta enfermedad se da entre los meses de octubre y abril. El virus sufre continuamente cambios genéticos y recombinantes, dándose el caso en multitud de ocasiones de que diferentes tipos puedan coexistir en un mismo lugar.
Lo que se administra con la vacuna son virus fraccionados inactivados «muertos» A y B por vía intramuscular, generalmente en la zona del hombro, sobre un músculo que se llama deltoides. Todos los virus de la vacuna están muertos, de modo que no es posible contagiarse de gripe. Además, ésta no supone ningún riesgo adicional para las mujeres embarazadas ni en el periodo de lactancia, por lo que podrán vacunarse sin problema alguno. Posee una eficacia del 50-80% según directrices anuales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Europea (UE). El que no sea del 100% es debido a que hay más tipos de virus, personas con su sistema inmune deprimido y fallos en la vacuna.
Como efectos secundarios a consecuencia de su administración podemos citar los siguientes: 1. Uno de cada tres casos ocasiona una reacción local (es lo más frecuente). 2. Un 5% puede dar fiebre o síntomas gripales durante 1-2 días. 3. Alergia: cuidado con personas alérgicas al huevo, ya que los cultivos de los que se obtienen las vacunas se hacen en embriones de pollo. 4. Síndrome de Guillain-Barré, que es un trastorno en el que el sistema inmunológico del cuerpo ataca a parte del sistema nervioso periférico.
A continuación citamos las principales indicaciones de la vacuna de la gripe estacional. Se recomienda encarecidamente su administración en los siguientes casos: 1. Mayores de 65 años. 2. No administrar a niños menores de 6 meses debido a que es peligroso y no son capaces aún de crear anticuerpos. 3. Enfermos con una edad comprendida entre los 6 meses y los 64 años con riesgo de complicaciones: asma, Insuficiencia Cardiaca (IC), Insuficiencia Respiratoria (IR), Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Diabetes Mellitus (DM), inmunodeprimidos, como por ejemplo, personas con VIH, trasplantados, anémicos, etc. 4. Cuidadores de estos enfermos. 5. Residentes y trabajadores de asilos. 6. Personal de servicios públicos: sanitarios, policía, bomberos… 7. Embarazadas, si el 2º o 3er trimestre coincide con la temporada de gripe. 8. Niños entre 6 meses y 18 años con tratamiento prolongado con Ácido Acetil Salicílico (AAS). 9. Personas que viajan a zonas con gripe aviar. 10. Actualmente se discute si es conveniente vacunar a toda la población, llegando a la conclusión de que en principio no.
Para finalizar expondremos una serie de falsos mitos sobre la gripe: 1. Es falso que la gripe sea tan sólo una pequeña molestia: la gripe es una causa importante de enfermedad y muerte en EEUU, que provoca un promedio aproximadamente de 36.000 muertes y 114.000 hospitalizaciones al año. 2. Es falso que las vacunas contra la gripe no funcionan: las vacunas contra la gripe son muy efectivas en la reducción de la enfermedad, sin embargo, no previenen el resfriado o catarro común, que frecuentemente es confundido con la gripe. Asimismo, hay que tener en cuenta que la vacuna tarda de 2 a 3 semanas desde que es administrada en proteger al individuo de posibles contagios. 3. Es falso que no haya necesidad de vacunarse frente a la gripe cada año: los virus de la gripe cambian constantemente. Generalmente, en cada temporada de gripe circulan nuevas cepas del virus de la gripe o influenza. La vacuna es cambiada cada año de acuerdo al virus presente, por lo que es importante vacunarse cada año. 4. Una de las excusas más comunes para renunciar a la vacunación es la de los posibles efectos secundarios, sin embargo, estos son mínimos y suelen centrarse en pequeñas reacciones locales, como el enrojecimiento de la piel.
Así pues, y a modo de conclusión, referiremos que resulta altamente recomendable el hecho de vacunarse en las personas de alto riesgo, lo cual queda recogido en las denominadas indicaciones de la vacuna de la gripe. De modo que si perteneces a alguno de los colectivos mencionados: vacúnate. Un dicho muy popular y, al mismo tiempo, acertado es el de «más vale prevenir que curar».