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EN BUSCA DE UN IDEAL BÁSICO: LA FELICIDAD

“Si caminas con la persona correcta cada paso te lleva a la felicidad”  (de internet)

    Desde la Antigüedad, el hombre se ha preocupado por  su bienestar y su progreso en todos los ámbitos de la vida. Sabemos que es social por naturaleza, entre otras muchas cosas, pues vive en comunidad y depende de otros para subsistir. Todo lo que hagan los demás, para bien o para mal, repercute en nuestra vida. De ellos depende mi seguridad, mi prosperidad…y a la inversa todo lo que yo haga también repercute en los demás. Hay derechos y deberes que todos debemos cumplir.

Entonces podemos preguntarnos, ¿consistirá la finalidad de la vida en alcanzar la mayor felicidad posible? ¿dónde?  ¿cómo?  ¿con quién?   Sabemos que por mucha riqueza que acumulemos, por mucho saber, por mucho progreso, comodidades, un status social o satisfacciones personales… y, aun disfrutando de todos ellos, muchas personas se pueden sentir desdichadas, angustiadas e incluso completamente solas, sobre todo en momentos decisivos de la vida.

Pero, ¿Qué es la felicidad? ¿De qué manera intentamos alcanzar la felicidad? La felicidad no es algo que se pueda definir de una manera clara, es difícil  dar una sola respuesta  porque  depende de los valores, las prioridades, los objetivos, las aptitudes, los sueños… que  cada persona quiere conseguir.

El epicureísmo, el estoicismo y el escepticismo son tres vías o corrientes por las que se puede llegar a conseguir la felicidad.

CADA DÍA ES IMPORTANTE.- Siempre se dice que “el día a día es lo más importante”. “Vivir cada minuto, cada día,  como si fuera el último”. Tenemos que encontrar el lugar y ambiente adecuados, rodearnos de personas que nos den energía positiva y, elevar al máximo nuestra autoestima. Pueden ser momentos en los que  leemos una poesía, un libro de un autor que nos guste, pasear por la orilla del mar, contemplar una puesta de sol, ver llover (como yo lo hago en estos momentos), contemplar el cielo estrellado, oler las flores de un jardín, y miles de pequeñas cosas que  a veces no sabemos valorar… En definitiva, disfrutar de los momentos de serenidad, tranquilidad, paz interior… donde nada altere nuestro equilibrio mental y corporal (ataraxia).

ESTILO DE VIDA.-  Al final todo se resume en la conducta y la forma de conducirnos en el día a día, que estará marcada por nuestros actos. Recordemos la frase: “sólo te llevarás lo que hayas dado a los demás” o “Todo lo que se da vuelve”, que se puede resumir en una palabra AMOR; dice San Agustín: “ama y haz lo que quieras”, o Fenelón:”No amar nada es morir”, “nunca invierto mejor que cuando doy” (Séneca); o estas otras: “dame amor para dar”, “nacemos para ser felices no perfectos” (Juan Pablo II), “los días buenos te dan felicidad, los malos experiencia”.

A menudo oímos hablar a profesores, psicólogos, sacerdotes, tertulianos, conferenciantes, poetas, escritores, amigos… sobre estos temas tan cercanos y, a la vez tan difícil de conseguir, como son el amor, la paz, la empatía, la solidaridad… En definitiva, todos y cada uno de nosotros  buscamos nuestro ideal de vida que resumimos en la palabra FELICIDAD. Sobre ello veamos algunos ejemplos de grandes figuras universales:

 Tagore escribió:

         “Dormía… dormía y

         soñaba que la vida era alegría,

         desperté y vi que la vida era servicio,

         serví y descubrí que el servicio  era alegría”.

         (…)

 Shakespeare:

Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué?

Porque no espero nada de nadie,

esperar siempre duele.

(…)

La vida es corta, por eso ámala,

sé feliz y siempre sonríe.

José Luis Martín Descalzo (sacerdote, periodista y escritor)  en su decálogo sobre la SERENIDAD, en el punto 3 dice: “sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la felicidad, no sólo en el otro mundo, sino en este también”. Y en otro punto: “de manera particular no tendré miedo de gozar de lo que es bello y creer en la bondad para ser feliz”.

Y por último, el Papa Francisco en su homilía el 5 de noviembre,  hacía  estas reflexiones: “… si pensabas que ser feliz es tener un cielo sin tormenta, un camino sin accidentes, trabajar sin cansancio, relaciones sin desengaños, estabas equivocado. Ser feliz no es sólo disfrutar de la sonrisa sino también reflexionar sobre la tristeza. No sólo es celebrar los éxitos, sino aprender lecciones de los fracasos. No es sólo sentirse feliz con los aplausos, sino ser feliz en el anonimato. La vida vale la pena vivirla a pesar de todos los desafíos…ser feliz es dar gracias por cada mañana, por el milagro de la vida. (…) Y cuando te equivoques, empieza de nuevo desde el principio. Descubrirás que ser feliz no es tener una vida perfecta. Nunca te rindas, nunca te rindas con las personas que te aman. Nunca renuncies a la FELICIDAD  porque la vida es un espectáculo único.

Aurora r

                  AURORA  FERNÁNDEZ

Profesora y Escritora

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