FOTO 1

            ¿Qué es el miedo y cómo nos afecta? Este aparece sin avisar y se queda durante mucho tiempo, hasta que el individuo decide hacer algo al respecto. A continuación, les voy a contar una historia. Espero que sigan leyendo y que les sirva para superarlo, aprender a manejarlo de mejor manera y empezar a tomar decisiones en este mismo momento. ¡Me siento valiente! ¿Y ustedes?

            Había un hombre que era vecino de mis padres que se pensaba que estaba solo en esta tierra, iba borracho todos los días. Mi padre me mandaba a buscar una botella de vino casi al caer la noche y yo tenía miedo, el tabernero me servía la botella de vino y cuando veía que el hombre se iba yo me iba detrás siguiéndole, ya que iba cerca de donde yo vivía, cerca de casa de mis padres. Un día, el hombre iba de camino a su casa tan borracho que decidió sentarse, vivía en una barraca metida en la tierra con solo una habitación, su madre vivía con él, le hacía la comida y lo cuidaba. De repente, tocan a la puerta ¡La historia de terror más corta del mundo! El hombre tenía más o menos la edad de mi padre y decía que no tenía miedo de los lobos y que no temía a Dios y no quería creer que existía un Dios. Imagínense en una situación en la que es de noche y no pueden dormir. Todo está oscuro y de repente escuchan una ventana azotando de manera muy fuerte debido a una ráfaga de viento, se forma una gran tormenta y el viento y el granizo hacen ruido. Este hombre no había bebido agua, más bien cerveza y vino y, de repente, dio un resalto muy fuerte y dijo “¡Jesús, mi Dios, ayúdame!”. Solo llamó a Jesús cuando se vio en una situación de peligro y miedo.

FOTO 2

            En ese instante en el que el miedo se apodera de la persona, siente como si algo hubiera tocado su espalda, permanece inmóvil y tiene una sensación algo extraña en el estómago y no se atreve a encender la luz y más aquellos que no creen en Dios. Pero respira, coge aire, enciende la luz y cuando se gira ahí está. ¿Cómo se sentirían? ¿Tendrían miedo? ¿Qué imaginan que habría al encender la luz? Si no tuviésemos esa sensación de miedo en ninguna situación nuestra vida estaría en constante peligro, puesto que este funciona como un aviso que nos permite reaccionar ante algo peligroso que nos puede ocurrir. Este miedo también lo sienten los animales, la mayor diferencia que existe entre ellos y nosotros es que ellos atacan o huyen y nosotros instintivamente nos anticipamos a esas situaciones de peligro. Lo que ocurre es que esto nos hace sentir temor y preocupación tanto de los miedos reales como de los imaginarios o irreales, como consecuencia nos cuesta enfocarnos en nuestros objetivos a lograr, es decir, el miedo es como una barrera que nos obstaculiza.

            El hombre dijo no tener miedo al lobo, yo como era una niña no sabía qué era un lobo, para mí era un simple perro. Éste no pensó realmente lo que decía, bebía tanto que parecía haber perdido el juicio. Un par de días más tarde, era de noche y, como otras veces anteriores, yo aproveché que él volvía a su casa para seguirle y no hacer el camino sola porque tenía miedo. Como el resto de días, volvía muy borracho. Cuando faltaba aproximadamente 1 km para llegar a casa de su madre, fue a subir unas escaleritas y vino un lobo directamente hacia él, su suerte fue que él fumaba. Creo que él iba tan borracho que ni se dio cuenta, se encendió un cigarrillo y al encenderlo el lobo huyó. Yo vi todo lo que estaba pasando ¡qué miedo pasé! Al encender el cigarrillo se salvó él y me salvó a mí porque el lobo al ver el fuego se fue. Era sabido por todos que había lobos y que mataban a los corderos, pero también a la gente si tenían hambre.

            El miedo a aquello desconocido es habitual y natural en el ser humano, pues proviene de nuestra mente. Por ese motivo también tenemos miedo al fracaso o a ser engañados. Nuestra mente nos miente. Absolutamente todos hemos sentido miedo y no solo hablamos del miedo que se puede tener a una serpiente. ¿En algún momento usted ha sentido que no era bueno para realizar algo? Este miedo al fracaso puede ser su peor obstáculo, es aquello que no le dejará cumplir sus metas. Habitualmente este miedo ocurre por malas experiencias personales anteriores y por ciertas historias que nos han contado cuando éramos pequeños o jóvenes. A mí esto me ha ocurrido, siento miedo cuando algo se mueve repentinamente y doy un grito o un resalto, a día de hoy mi cerebro debe estar siempre alerta. Existen diversos factores que incrementan el miedo a fracasar. Los más relevantes son tener las expectativas altas, es importante el hecho de centrarnos en los pequeños pasos que son necesarios para conseguir el objetivo final. También es importante no centrarse solamente en el resultado ya que en muchas ocasiones tenemos dificultades para localizar el verdadero objetivo. Otro factor está relacionado con no tener flexibilidad y ser muy perfeccionista con uno mismo, esto potencia no sentirnos satisfechos con lo que vamos logrando, ya que nunca es suficiente. Además, la baja autoestima nos afecta a la hora de no creer en nuestras capacidades para cumplir nuestro objetivo. Ser muy crítico con nosotros nos hace focalizar demasiado en los errores. Del mismo modo que tener una baja tolerancia a la frustración nos repercute a conseguir nuestras metas.

FOTO3

            Como conclusión, debemos aprender a diferenciar el miedo cuando es imaginario o cuando realmente es una amenaza. Y cuando analicemos que se trata de un miedo imaginario podamos detectarlo y derribarlo y, así, nos deje luchar por seguir cumpliendo nuestros objetivos. Entonces debemos intentar hacernos estas preguntas: ¿qué es lo peor que puede ocurrir si esos miedos imaginarios ocurren?, ¿qué puede pasar si intentamos buscar una solución concreta a ese miedo?, ¿cuál es la peor situación a la que nos enfrentamos? Hacernos ciertas preguntas e intentar conocer qué nos causa el miedo nos puede ayudar a relajarnos frente a ese temor y a analizar que es un miedo que ha creado nuestra mente y que, por lo tanto, podemos combatirlo. Creo importante recalcar que hay profesionales preparados para ayudarnos ante estas situaciones, un psicólogo nos podrá ayudar a evaluar, intervenir y acompañar en este proceso. Les aconsejo a Leticia Pérez.

 

FOTO 4

FOTO 5

 

 

LOBA SOLITARIA

Muchos dicen que estoy triste por propia elección, tal vez lo esté.

 Creo que ellos no ven mi situación. Todos ellos están

 interesados en su familia. Yo, bueno, solo soy una madre loba

 Solitaria sin una manada. Traté de encajar,

pero parece que soy fuego sobre el agua, no se mezclan, sucede

todo lo contrario, uno acaba destruyendo al otro.

Bueno, el viaje es largo y con la igualdad de una loba

 no puedo esperar, siempre estoy en camino, pensando.

 Bueno, no hay ningún lugar al que llegar,

 todos encontraron su lugar, yo todavía distante

 de todos, me encuentro perdida, no puedo caminar

 ¿dónde ir o por dónde empezar? Solo sé que el camino

porque nada es para cualquier lugar, está ahí, en el otro lado.

Todo es confuso y difícil, nada es fácil. Tal vez yo dificulte todo.

En el largo viaje hacia la nada

 me encuentro con lobos como yo, aquellos que no se adaptan.

En el largo viaje rumbo hacia el camino de la nada

 Me encuentro con lobos como yo, esos que no se adaptan,

 aquellos que quieren encajar en el mundo,

 aquellos que están perdidos sin razón,

que están solos por no tener adopción,

 tal vez ellos amen como yo amo,

 no sabemos de dónde venimos,

 o a dónde iremos.

 Todo lo que queremos es una buena familia

 que nos acoja, tal vez algún día lo encontremos.

Soy una loba solitaria, sentada sola, pensando

en el tiempo que se ha ido y que nunca volverá.

Viviendo sola, en total soledad.

Escuchando una canción hermosa, solitaria, de amor y decepción.

Soy la loba solitaria que camina sola

en las estepas y que vive como la noche, en total oscuridad.

Soy la loba solitaria y estoy sola, en la noche de luna llena.

Estoy sola, en una hermosa noche de luna.

Con mi propia soledad.

Siempre estoy sola para pensar dónde está mi amor.

Soy la loba solitaria, el animal más triste

que en la tierra vaga. Sola, una loba solitaria

que escoge un nuevo rumbo, cada día

y que escogió el camino de la soledad.

Soy la loba solitaria con mirada anhelante

y grisácea, con alma y piel oscurecida.

 

Francelina Robin

Deja un comentario