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ENTREVISTA A LA ACTRIZ VERÓNIKA MORAL

Para esta ocasión, tengo el privilegio de entrevistar a una actriz muy querida y admirada por muchas personas, especialmente por su papeles en series como Compañeros, Física o Química, Ciega a citas, y para los que residimos en tierras vascuences, por sus interpretaciones en Goenkale y Euskolegas, me estoy refiriendo a la burgalesa Verónika Moral (Agosto de 1978), aunque se crio en la localidad guipuzcoana de Vergara y posteriormente en la capital de dicha provincia San Sebastián, donde estudió la carrera de empresariales.

                Su debut en la gran pantalla, fue a las órdenes de Eneko Olasagasti y Carlos Zabala, en la película El corazón de la calle, y en la televisión su primera aparición fue en Goenkale en ETB1. Entre sus papeles más destacados en ambos medios de difusión, podríamos citar serie como Ciudad Sur, Policías, en el corazón de la calle, Compañeros, Paco y Veva, Los Serrano, Física o Química, Euskolegas, Qué vida más triste, Los misterios de Laura, Amar en tiempos revueltos, Gyn Tony, Mar de plástico, Perdóname, Señor, Vis a vis, Cuéntame cómo pasó, Pequeñas coincidencias, etc… Y para el cine ha trabajado bajo las ordenes de grandes directores, en Primera persona, Para siempre, Locos por el sexo, Trio de Ases: El secreto de la Atlántida, Zipi y Zape y el club de la canica, Todos los animales se mueren siempre, Una vez, La novia, Lejos del mar y El colchón. También ha colaborado en algunos videos y ha trabajado en diversas obras teatrales, como Hedda Gabler, Confesiones de un Bartender, Gangs of pasapoga – El Musical, Paracaídas, Violines y trompetas, Amar en tiempos revueltos, Federica de Bramante o Las florecillas del fango y Marat Sade. 

                   Sin más dilación y dada la apretada agenda de esta maravillosa y formidable actriz, daré comienzo a la presente entrevista.

                Pregunta: Lo primero Verónika, quiero agradecerte enormemente el tiempo que me concedes para responderme a una serie de preguntas, que espero sirvan para darte a conocer entre los lectores a los que llego. La primera de ellas, como no puede ser de otra manera, nos podrías comentar a qué edad supiste que lo tuyo sería el mundo de la interpretación.

                Respuesta: La verdad, no tengo una edad en concreto en la que me diera cuenta de que quería dedicarme a ello. Desde pequeña me gustaba ponerme mis películas favoritas, aprenderme los diálogos e interpretarlos luego, pero de ahí a saber que quería ser actriz había mucho. Creo que fue hacia los 16-17 años, cuando eliges qué vas a hacer tras terminar el colegio, cuando me di cuenta realmente de que era mi vocación.

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                Pregunta: Naciste en Burgos, de donde son originarios tus padres. Pero podrías decirnos, cómo terminaste siendo criada en Guipúzcoa y cómo fueron aquellos años, de cara a tu desarrollo como persona. Porque está muy claro, que han hecho de Verónika, una mujer formidable con gran personalidad.

                Respuesta: Gracias por tus palabras… Mis padres y hermanas ya llevaban un año viviendo en Gipuzkoa antes de que yo naciera. Mi madre me tuvo en Burgos porque ya tenía 5 hijas y necesitaba que su familia le echara una mano a la hora de dar a luz, imagínate con otras cinco peques… Así que fueron a Burgos, pero a las dos semanas ya estaba viviendo en Bergara, un pueblo rodeado por montes del que disfruté mucho de la naturaleza y de la libertad que te da criarte alejado de la gran ciudad.

                Pregunta: Cuando tus padres supieron que pensabas dedicarte al mundo del arte dramático, cómo se lo tomaron, te apoyaron de manera incondicional o hubieran preferido que te hubieras dedicado a otras actividades más enfocadas a los estudios de empresariales que habías realizado

Respuesta: Cuando me preguntaron qué carrera quería estudiar a los 17 años, me acuerdo que les dije “publicidad o LADE, aunque lo que realmente me gustaría estudiar es arte dramático”. Pero yo misma “no me permití” elegirla como primera opción. No sabía si valía para ello, me parecía muy osado por mi parte pensar que podría trabajar profesionalmente como actriz, en mi entorno no tenía a nadie que se dedicara a ello y lo veía muy lejano… Así que empecé a estudiar empresariales, pero me metí en una compañía de teatro amateur y compaginé los estudios con los ensayos y bolos que pusimos en pie por Gipuzkoa. Al poco tiempo me convocaron para el casting de la película “Sí, quiero” y al cogerme para uno de los personajes secundarios, vi una puertecita que se abría. La conversación que se produjo con mis padres a raíz de ello, fue perfecta. Todos coincidimos en aprovechar esa oportunidad. Hablé con un representante del que me habían dado buenas referencias varios compañeros y el sindicato de “la unión de actores vascos” y comenzaron los castings. Yo tenía claro que entre trabajo y trabajo podía ir terminando la Diplomatura y así lo hice. Cada vez que tenía un parón retomaba las aulas e intentaba sacar todas las asignaturas que podía. De hecho, acabé Licenciándome.

                Pregunta: Cuándo y cómo fue tu primer encuentro con el escenario y qué sensaciones tuviste, el vértigo escénico se apodero de ti, o más bien te sentiste como un pez liberado dentro del río que formaba parte de ti.

                Respuesta: La primera vez que me subí a un escenario fue con 14 años, representamos “Don Juan” en un curso de teatro extraescolar. Lo recuerdo como algo mágico… claro que pasé muchos nervios, pero actuando sobre aquel escenario también sentí un hormigueo especial que seguiría vivo hasta hoy, cada vez que interpreto a un personaje sobre un escenario o en un set.

                Pregunta: Muchos artistas suelen tener manías, de cara a salir al escenario antes de realizar su actuación. Verónika Moral, tiene alguna o no le hacen falta de cara a afrontar los retos diarios de una nueva interpretación.

                Respuesta: Cada día, aunque lleve 2 años y 200 bolos con la misma función,  como en el caso de “Amar en tiempos revueltos”, repaso toda la obra en voz alta antes de salir a escena. Además, infusión en mano espero entre bambalinas 7 minutos antes de que de comienzo la obra y no falta mi trago largo de agua cada vez que me  meto en escena. Pero más que manías lo considero precaución. Más vale tener la garganta hidratada y el texto bien “fresquito”, no vaya a ser que me lleve un susto.

                Pregunta: A lo largo de tu carrera, has trabajado para la gran pantalla y la televisión, de donde esta última al tenerla en nuestros hogares, nos ha hecho conocerte por esos papeles tan recordados, en Compañeros como Laura, Física o Química como Idoia, Amar en tiempos revueltos como Cristina Barea, Mar de plástico como Marisa, Vis a vis como Helena Martín, o en la televisión autonómica vasca, por tus papeles en Goenkale y Euskolegas. Hablando de Goenkale, que fue tu primera aparición televisiva, cómo fue aquel casting y que aprendiste de aquella primera experiencia para la pequeña pantalla.

                Respuesta: Al casting de Goenkale iba bastante nerviosa porque no me dieron ninguna secuencia para prepararme, me dijeron que improvisaríamos allí alguna situación. Contaba con la dificultad añadida de que el Euskera, aunque lo hablaba no era mi lengua materna y eso en una improvisación te puede jugar malas pasadas. Finalmente salió bien y formé parte de la gran familia de “Goenkale” durante tres meses. Aprendí que en el audiovisual y sobre todo tratándose de una serie diaria no hay tiempo para ensayar y apenas para la repetición. Conlleva mucha concentración. Aprendí a ver en cada ratito de espera, un gran momento para repasar el texto. Aprendí mucho en general…

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                Pregunta: Has hecho varias películas a lo largo de tu trayectoria, pues tu estreno interpretativo fue en 1999, con la película Sí, quiero… de Eneko Olasagasti y Carlos Zabala, en el papel de Cristina con 20 añitos. Qué nos podrías contar de aquel primer papel, y qué has ido aprendiendo a lo largo de estos años, de todos los compañeros que has tenido tanto detrás como dentro de la pantalla.

                Respuesta: Empezar a trabajar en el cine de la mano de Carlos y Eneko fue una verdadera gozada. Me sentí muy cuidada durante todo el rodaje que además se hizo en mi ciudad, Donosti. El equipo tenía un gran nivel técnico y humano y me hicieron muy fácil poder disfrutar con tranquilidad mi debut en el cine. De cada actor o actriz con los que comparto escena o secuencia me quedo con algo. La concentración de Alberto Amann los minutos antes de que den acción, la manera de actuar “jugando” de Najwa Nimri, el hacer familia con todo el equipo de Elena Anaya durante el rodaje, de Dani Grao la verdad en su mirar,  la profesionalidad de Cayetana Guillén, la técnica de Fernando Cayo, la expresión de Elena Irureta “ya haremos bonito”, antes de empezar una escena me acompaña siempre. Y del equipo me quedo con la honradez de José María Caro, La calma y confianza que sientes que deposita Imanol Uribe en el actor a la hora de interpretar. La poesía en la que te envuelve  Paula Ortiz en sus rodajes, la minuciosidad trabajando de Migue Amoedo y su equipo con los que sientes que “bailas con la cámara”, el cariño y hacerme sentir en casa de la maquilladora Ainhoa Eskisabel… Me quedo con tantos y tantas cosas de cada proyecto… Se aprende mucho de cada compañero siempre.

                Pregunta: Según he podido leer, también has hecho teatro a lo largo de estos años, inclusive una adaptación de Amar en tiempos revueltos, entre otras espléndidas obras. Pero desde el 2015, no has vuelto a subirte a un escenario. Lo que me lleva a preguntarte lo siguiente. Veremos en un futuro próximo a Verónika Moral subida a un escenario de nuevo, para obsequiarnos con una de esas interpretaciones memorables que hagan al público disfrutar y aplaudirte como te mereces.

                Respuesta: Subirse a un escenario siempre es un gusto y más cuando lo haces con una gran obra como “Hedda Gabler” como fue la última vez. Estoy deseando meterme en la piel de uno de esos personajes que te hacen temblar a la hora de interpretarlos.

                Pregunta: De todos los papeles que has interpretado a lo largo de tu carrera, podrías decirnos con cuáles te has llegado a sentir más cómoda y con qué otros has sufrido, de cara a meterte en su piel, para dar lo máximo de tu persona.

                Respuesta: Precisamente el personaje de “Thea” que interpretaba en “Hedda Gabler”, fue creo recordar el que más me costó. Era un proyecto muy exigente, me subía a las tablas de centro dramático nacional, rodeada de grandes compañeros, bajo la dirección de Eduardo Vasco, sin apenas elementos en acción y tenía que mostrar mucha fragilidad e inocencia, siempre desde la verdad. En cada función debía llegar a romperme, entregando lo mejor. Lo que fue duro sobre todo fue el proceso de ensayo, pero también uno de los mayores aprendizajes en mi carrera.

Con el personaje que más cómoda me he sentido seguramente haya sido con “Koro” la jefa de policía que interpretaba en la serie “La víctima número 8”. Los ensayos previos con Alejandro Bazzano y Menna Fité, junto al resto de mis compañeros, fueron claves. Íbamos todos con muchas ganas y con el deseo de sacar un trabajo de calidad.

                Pregunta: Imagino que habrás hecho muchas amistades a lo largo de esta vida, con compañeros de reparto, productores, directores, etc… Podrías decirnos con quién te apetecería volver a trabajar en tus futuros proyectos.

                Respuesta: Me encantaría volver a coincidir con Roberto Enríquez y Elena Anaya, los días de rodaje que compartí con ambos me supo a poco y estoy deseando trabajar con Ramón Salazar, amo su cine, tiene muchísima sensibilidad.

                Pregunta: Qué será lo nuevo que veremos de Verónika Moral, bien en la gran pantalla, la televisión o el teatro. Dado que muchos lectores, gustarían conocer tus próximos trabajos para verte y apreciar ese talento increíble que atesoras.

                Respuesta: Tengo pendiente de estreno el corto documental “Paisajes para después de una guerra” de Víctor Matellano, que trata sobre las condiciones en las que se construyó la línea férrea Madrid-Burgos durante la postguerra. Una historia dura y muy interesante que sucedió hace no tanto en nuestro país.

Por otra parte durante este confinamiento he estado de castings, eso sí, no presenciales para poder respetar la seguridad durante este estado de alarma, así que ando pendiente de respuestas.

                Pregunta: Para concluir con la entrevista, existe alguna pregunta que te hubiera gustado haber respondido, pero que no has tenido ocasión de hacerlo.

                Respuesta: No… en todo caso, ya habrá más ocasiones de charlar.

                Quiero agradecerte Verónika Moral, el tiempo que me has dispensado dada tu apretada agenda, en este momento en el que nos vemos confinados en casa por el Estado de Alarma, por el COVID-19. Espero que lo hayas podido pasar de la mejor de las maneras. Espero tengas a bien, responder a una serie de preguntas tipo test, que nos ayudarán a conocerte un poquito mejor.

                ¡Muchas gracias, Verónika! Te deseo todo lo mejor, para los siguientes trabajos que vengan. ¡Eskerrik Asko!

                PREGUNTAS TIPO TEST:

                ¿Un personaje histórico? Esas personas que han pasado por este mundo dando lo mejor de sí mismos, con humildad, alegría y generosidad.

                ¿Una época? Algún momento en esta “Edad Contemporánea” en el que disfrutemos de paz.

                ¿Un pintor? Vasili Kandinski.

                ¿Un escultor? Eduardo Chillida.

                ¿Un escritor? Federico García Lorca.

                ¿Un poeta? Pablo Neruda.

                ¿Un libro? El perfume de Patrick Suskind.

                ¿Una película? El golpe de George Roy Hill y Jeremy Kagan.

                ¿Un director de cine, teatro o televisión? Lars Von Trier.

                ¿Un actor? Paul Newman.

                ¿Una actriz? Meryl Streep.

                ¿Un compositor? Shigeru Umebayashi.

                ¿Un cantante? David Bowie.

                ¿Un músico? Yann Tiersen.

                ¿Una flor? El jazmín.

                ¿Un animal? La pantera.

                ¿Una estación del año? El verano.

                ¿Un lugar donde residir? Donostia.

                ¿Un lugar que te gustaría visitar antes de morir?  “El estanque dorado”.

                ¿Un color? El rojo.

Ricardo Campos Urbaneja

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