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ENTREVISTA AL COMPOSITOR JORGE GRUNDMAN

Para esta ocasión tengo el enorme placer de entrevistar al compositor madrileño Jorge Grundman (Julio de 1961), que lleva a sus espaldas un enorme número de obras magníficas y, algunos reconocimientos a su labor creativa. Su estilo según la opinión de los expertos, se encuentra dentro del New Age y de las músicas del siglo XX y XXI. Ha compuesto para películas y programas de televisión. Entre sus álbumes más destacados podríamos citar: We Are the Forthcoming Past, Take of it, Little Great Stories (éste ultimo album son una serie de obras deliciosas para piano, interpretadas por Eduardo Frías, al que ya entrevisté meses atrás), etc… Ha ganado el premio Narcissus Awards de los Estados Unidos, el Independent Music Award a la mejor canción instrumental, es el primer compositor español que ha recibido dos premios de la Boston Metro Opera, también ganó en el Concurso Internacional de Composición de Canciones de 13 años de historia, el prestigioso premio en Música Instrumental por el cuarteto de cuerda “On Blondes y Detectives”, su monodrama “Four San Seasons Over Madrid” para soprano, violín, piano y orquesta de cuerdas recibió en 2014 el Premio BMO Concert, obteniendo su obras innumerables designaciones a diversos reconocimientos y premios.

Entre sus demás trabajos destacados podemos citar, un Kyrie para coro y orquesta en homenaje a las víctimas del 11M, un Concierto Sentido para violín, viola, violonchelo y orquesta de cuerdas, dedicado al virtuoso violinista Ara Malikian, “Lo que inspira la poesía” que es una sonata para violín y piano, dedicado a Marjan Mozetich, “Warhol en primavera” que es una sonata para flauta y piano y “Un paseo por la adolescencia” que es un trio para piano, dedicado a Nikolai Kasputin, “Bocetos de Dios” que un cuarteto de cuerda, soprano y mazos, dedicado a Susana Cordón, un quinteto para piano, dedicado a Daniel del Pino, “La resurrección de Cristo” para soprano y cuarteto de cuerda, “Cinco horas con Mario” que es una ópera que le fue encargada por los herederos de Miguel Delibes y la agencia literaria Carmen Ballcells, y recientemente ha estrenado la obra “Loda di Dio Altissimo” para tenor y piano que tuvo lugar el 19 de Octubre en la Catedral de la Almudena, sobre textos de San Francisco de Asís, entre otras geniales composiciones que nos seguirá regalando en próximos años.

                Sin más preámbulos y,  agradeciendo enormemente a Jorge el tiempo que nos dedica, daré comienzo a la presente entrevista.

                Pregunta: Como siempre inicio mis entrevistas, nos podrías contar a qué edad supiste que deseabas ser un compositor.

                Respuesta: Pues creo que sobre los 12 años al estar interno en el colegio y estudiar la flauta dulce. Es posible que al refugiarme en ella en los momentos de soledad, de esos que tienes muchos cuando estás interno, surgió el “algo” por la música. Sin embargo, fue cuando tuve que iniciar la carrera de ingeniería y dejar el conservatorio, cuando recibí la llamada de mi profesora de piano, Carmen Ledesma, y me dijo que, aunque en mi familia no quisieran que me dedicase a ello, no dejara la música y mucho menos de escribir. A ella ya le había enseñado a los 14 años una obra para voz y piano sobre un poema de Campos de Castilla de Machado, que escribí para un compañero, porque no tenía otra forma de darle un regalo para su cumpleaños y, también, le había enseñado al piano como sería mi concierto para piano, que primero ha tenido su versión en la forma de quinteto que has comentado.

                Pregunta: Imagino que antes de decidirte por esta profesión, habrías tenido otros sueños, qué nos podrías contar sobre ellos.

Respuesta: Pues sobre los 7 años me preguntaron que quería ser de mayor, y recuerdo haber dicho que quería ser cantante y taxista…Lo primero ya lo he sido. Lo segundo no. Aunque más de una vez he tenido que llevar a mis hijas donde me han pedido. Los padres, ya se sabe, tenemos esa experiencia, aunque no profesional.

Pregunta: Cuando supieron tus padres que deseabas dedicarte al mundo de la música, te apoyaron sin dudarlo o de inicio fueron algo reticentes, pensando que era otra fantasía infantil.

                Respuesta: Lo llegaron a ver como algo “exótico” para enseñar a las visitas como tocaba el piano, pero cuando llegó el momento de la verdad, tuve que dejar el conservatorio para estudiar una ingeniería casi por obligación. Eso sí, nunca dejé la música.

                Pregunta: En los años ochenta, según tengo entendido formaste parte de grupos de Pop, donde eras el cantante, teclista, compositor y arreglista. Qué nos puedes decir de aquéllos grupos y de esa experiencia.

                Respuesta: Pues precisamente mi participación inicial fue como rebeldía familiar. Empecé con un grupo denominado “Farenheit 451”, aunque inicialmente se llamó ETC pero tuvo que cambiarse el nombre el día de su presentación en El Jardín porque ya estaba registrado. Precisamente para evitar ese problema a “Farenheit 451” le faltaba una “h”. Tuvimos mucha repercusión en la crítica de la Movida Madrileña y fue la primera vez que me enfrenté a cantar en público delante de 15.000 personas para luego, cuando el grupo se disolvió por la llegada del servicio militar del hoy contrabajista virtuoso Carlos Ibáñez, fundamos el grupo Detrás del Espejo el batería de Farenheit 451, Oscar Bergón, el compositor de bandas sonoras Mario de Benito y yo. Y también ocurrió algo parecido con el nombre, el grupo pasó a llamarse como el nombre del álbum que publicamos en Virgin: Trópico de Cáncer. Con este grupo llegamos al número uno de muchas listas de éxitos a pesar de la extraña formación: dos teclistas y un batería. Pero de esta época aprendí a trabajar en equipo, a pensar en los arreglos y a pensar en los músicos y no solamente en las canciones.

                Pregunta: De ese periodo, existe alguna canción que todavía en estos tiempos, se siga escuchando.

                Respuesta: Pues, recientemente en el programa de La 2, “Cachitos de hierro y cromo” han revisitado en varias ocasiones dos canciones “Cuando Despierto” y “Yo lo intentaría una vez más”.

                Pregunta: Existen muchos solistas y conjuntos que han interpretado tus creaciones. Nos podrías enumerar algunos nombres y con cuáles tuviste una sintonía fantástica de enriquecimiento musical mutuo.

                Respuesta: He tenido la suerte de aprender de todos ellos. Y a todos ellos les estoy agradecido. Porque más que interpretar mí obra, han sido defensores de la misma. No sé…, Ara Malikian, Daniel del Pino, el Trío Arbós, el Brodsky Quartet. Todos ellos han hecho que esté aquí y sigo trabajando casi desde el principio con Susana Cordón, Vicente Cueva o más recientemente con Eduardo Frías de quienes se puede decir que siempre están deseando que escriba cosas nuevas para ellos. Todos, absolutamente todos, me han enseñado el lugar que ocupa un escritor de música. La música la hacen ellos. Ellos la convierten en una obra de arte. Ellos son los que emocionan. Ellos son los que la llevan en el corazón. De hecho, una buena obra en manos de malos intérpretes no llega a nadie. Sin embargo, una mala obra en manos de artistas excelentes hace que se entienda por la audiencia. Si me dejas poner un símil culinario, diría que por muy buenos ingredientes que tengas y buena sea la receta, quien hace que la comida sea excelente es el cocinero. Con todos, no puedo decir nada malo de ningún músico, todos ellos me han enseñado y con todos he tenido una buena sintonía.

Foto Jorge Grundman

                Pregunta: Se te ha comparado con Sir Malcom Arnold, Federico Mompou o incluso con el genial compositor de películas John Barry. Pero realmente con qué compositores te sientes más unido musicalmente.

                Respuesta: Ojalá que los silencios que escribo en mis obras sonaran también como los que escribieron ellos. Realmente no creo que me merezca la comparación ni ellos la “degradación” de compararlos conmigo. Lo digo con sinceridad. Lo cierto es que de cada compositor que escucho aprendo algo. Si tuviese que elegir un compositor por la totalidad de su obra, sin duda alguna elegiría a Richard Strauss. Pero me dejo a mi querido Franz Liszt o mis obras de referencia como el Concierto de Violín en Mi menor de Félix Mendelssohn, o el Concierto para Piano Nº 2 de Sergei Rachmaninoff o La noche transfigurada de Arnold Schoenberg. Si ahora tengo que pensar en otros compositores vivos con los que quizá cuadre la estética que escribo, diría que hablamos de Valentín Silvestrov, Marjan Mozetich, Giya Kancheli, Georgs Pelecis, por citar a algunos. Y aquí en España, mi admirados Albert Guinovart, Alberto García Demestres o Joan Valent.

                Pregunta: Has compuesto música para películas e incluso series de televisión, un género siempre complicado que se tiene que adaptar a las exigencias de lo que debe plasmar sonoramente según la temática de lo que vamos a ver en pantalla. De esos trabajos, con cuáles te sentiste más satisfecho y nos podrías nombrar los que fueron más representativos de la música que Jorge Grundman es capaz de ofrecer.

                Respuesta: Mi experiencia en los medios audiovisuales ha sido dispar y poco aprovechada y aunque mi música se ha utilizado en películas o en sintonías de radio o televisión, no se puede decir que sea un campo en el que he trabajado de forma que pueda sentirme satisfecho.

                Pregunta: En el mes de abril y, debido a un encargo de la comunidad de Madrid para cerrar el XXIX Festival Internacional de Arte Sacro con motivo del centenario del nacimiento del escritor italiano Primo Levi, tuviste el privilegio de diseñar todo el concierto, donde pudiste interpretar dos obras tuyas, una de ellas estreno absoluto. La primera era “WATFP for Chamber Orchestra” cuyas siglas se corresponden a la siguiente frase en inglés We Are the Forthcoming Past (Somos el pasado inminente) que fue en esta ocasión para orquesta de cámara y la que fue un estreno absoluto fue la que creaste especialmente para Primo Levi y que llevaba por título “Canta Levi per Violino, Soprano e Orchestra dá Camera” que se inspira en el libro de Levi que narra su estancia en Auschwitz “Se questo è un uomo” (Si esto es un hombre), que se interpretó todo seguido sin movimientos y que consta de dos partes, la primera para violín solista y la segunda para soprano y violín solista.

                Qué nos puedes contar de aquel acontecimiento tan emotivo y especial y, podrías decirnos a qué fue debido que dicha obra dedicada a Levi que duraba tanto como una Sinfonía, no tuviera diversos movimientos.

                Respuesta: Pepe Mompeán me solicitó una obra para el homenaje después del éxito que tuvo el estreno absoluto de la versión orquestal de mi oratorio “A Mortuis Resurgere: The Resurrection of Christ” que interpretó Susana Cordón, la Orquesta de Cámara de bajo la dirección de Javier Ulises Illán. También Pepe estaba encantado con la obra que escribí para homenajear a todas las Víctimas del Holocausto denominada “Shoah for Solo Violin and Sacred Temple” que ha grabado e interpretado Vicente Cueva. Por eso escogí al mismo equipo para el estreno de la obra. Escribir “Shoah” fue muy doloroso en lo personal por la investigación que tuve que realizar y por tener que decidir sobre qué víctimas iba a escribir y sobre cuáles no. Me sentí como casi un monstruo hasta que autosugestioné de que era para todas y no únicamente para ellas. Cuando Pepe Mompeán me pidió volver a revisitar el tema del Holocausto en la figura de Levi, se me revolvió el corazón, pero lo acepté. Y así escribí la obra sobre el libro “Se questo è un uomo” de Levi en forma de cantata y concierto de violín. Y sobre la razón de que no tuviese movimientos, es que ya hace tiempo que el discurso musical que escribo por largo que sea, se convierte en un reto para mí el hecho de que no haya interrupciones entre lo que quiero compartir con la audiencia. Ese desafío para mí ahora es de vital importancia. Conseguir que la audiencia no desconecte de la obra, por largo que sea el discurso. Quizá por eso la audiencia se desahoga al final con los aplausos, pero no es algo que busque, sino quiero que tengan una auténtica catarata de emociones sin poder respirar.

                Pregunta: Posteriormente tuviste un segundo estreno en el Auditorio Nacional de Madrid, que fue un encargo de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) para el debut conjunto de la Orquesta Sinfónica y el Coro de la UPM. Coincidiendo con el 50 aniversario de la inmolación de Jan Palach y Jan Zajíc para evitar que se derrumbara la primavera de Praga ante la entrada de los tanques rusos en dicha ciudad. Eran dos estudiantes de la Universidad Carolina de Praga.

                Qué nos puedes decir de ese encargo y cuáles fueron los motivos emocionales y significativos, que te hicieron decantarte por homenajear a esos jóvenes estudiantes que dieron su vida, en tan trágicas circunstancias.

                Respuesta: La Universidad Politécnica de Madrid, donde imparto docencia desde hace ya casi 33 años, tiene ya una Orquesta Sinfónica formada por estudiantes de sus escuelas quienes además de su perfil tecnológico son todos músicos egresados de los conservatorios. El coro de la UPM tiene ya 36 años de historia. Y el Rector, también egresado del conservatorio, quiso que ambas organizaciones tuviesen conjuntamente un concierto de presentación. Y tuve el honor de que quisiesen que un profesor de la UPM hiciese una obra para dicho evento. Por eso me centré en la idea de hacer un homenaje a todos los estudiantes, centrado en la figura del máximo sacrificio por un ideal. Ambos estudiantes, Jan Palach y Jan Zajíc, representan eso para mí, y por eso elegí escribir sobre ellos.

                Pregunta: Ahora que nos encontramos en pleno otoño y con el invierno a la vuelta de la esquina. Nos podrías adelantar que nuevos proyectos creativos tienes en el horizonte y, que obras tuyas podremos escuchar próximamente. Pues nuestros lectores seguramente querrán saberlo para seguirte en esa senda sonora tan enriquecedora e inspiradora.

                Respuesta: La última obra que he escrito es sobre un texto de San Francisco de Asís. Es un encargo de los Padres Capuchinos por el 80 aniversario de la recuperación, tras la Guerra Civil Española, del Cristo de Medinacelli. La obra es “Loda di Dio Altissimo” y estuvo escrita para el pianista Josu Okiñena, maestro donde los haya de la delicadeza y la sutilidad, y el tenor donostiarra Guillén Munguía, cuya voz está repleta de belleza y sensibilidad. Tener la suerte de tener intérpretes así, siempre es un sueño para cualquiera que escriba música. Tengo ahora en mis manos el acabar dos obras muy importantes para mí. Mi segunda ópera, con libreto de Álvaro Zaldívar, y que tiene por título “Apenas una semana antes de que comience el verano” y de la que ya tengo acabado el primer acto. Y, también, mi segundo concierto para piano que Eduardo Frías está deseando tener entre las manos para realizar una grabación monográfica de mis dos conciertos.

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                Pregunta: Para terminar, existe alguna pregunta que te hubiera gustado responder y, que no te he realizado.

                Respuesta: Pues aprovecho para reclamar una cuota de estrenos de obras españolas en las salas nacionales y por las orquestas pagadas por todos los españoles. Al contrario de lo que sucede en Alemania o en el Reino Unido, por citar solo dos países con alta tradición de música culta, en nuestro país es de una auténtica tristeza que de todas las obras que se escuchan en los conciertos que se programan por los directores de dichas salas y orquestas, no se llegue ni siquiera al tres por ciento de música española y menos aún de autores vivos españoles. Ni que decir tiene si hablamos de mujeres compositoras. Creo que las salas y orquestas cuyo presupuesto sale del bolsillo de los españoles debería tener una cuota del 50%, al menos. ¿Tiene sentido que algo que sale de los presupuestos nacionales o regionales se gaste en programar e interpretar obras de otros países? En otras palabras, quizá suene duro, pero para mí el Auditorio Nacional de Música de España o la Orquesta Nacional de España, deberían perder la palabra Nacional y ¿por qué no? También el apellido. O, hacer honor al mismo. Solo depende de ellos. Nadie les impone el no hacerlo.

                Quiero agradecerte Jorge Grundman, la atención prestada y el tiempo que me has dispensado, para responder a cada una de las preguntas aquí realizadas. Así que para concluir, quisiera hacerte unas preguntas tipo TEST que nos ayudarán a conocerte algo mejor.

                PREGUNTAS TIPO TEST:

 

                ¿Un personaje histórico? Jesucristo.

                ¿Una época? La actual. Donde hemos conocido el mayor período de paz occidental.

                ¿Un pintor? Alexandre Cabanel. Injustamente apreciado.

                ¿Un escultor? Richard MacDonald. La belleza y la sensibilidad honestas.

                ¿Un escritor? Stanislav Lem.

                ¿Un poeta? Antonio Machado.

                ¿Un libro? Las tribulaciones de un chino en china de Julio Verne.

                ¿Una película?   Su juevo favorito de Howard Hawks.

                ¿Un director de cine, teatro o televisión? José Luis Garci.

                ¿Un actor? Willem Dafoe.

                ¿Una actriz? Kate Beckinsale.

                ¿Un compositor? Richard Strauss.

                ¿Un cantante? David Bowie.

                ¿Un músico? Yehudi Menuhin.

                ¿Una flor? ¿Una flor y por qué no todas?

                ¿Un animal? El perro.

                ¿Una estación del año? El otoño.

                ¿Un lugar donde residir? Supongo que Praga.

                ¿Un lugar que te gustaría visitar antes de morir? Nueva Zelanda.

                ¿Un color? El azul de los días grisáceos que deja la humedad después de la lluvia.

Ricardo Campos Urbaneja

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