CLAUDIA, ¡ERES INOLVIDABLE! XI
-¡Bienvenida, Claudia, a mi “Hogar-Biblioteca”!
-¡Aquí me tienes, como te prometí, Rogelio, y aquí estoy para relajarme contigo dos días íntegros, y aprender juntos cosas valiosas de la Historia, del Humanismo, y de todo lo que nos beneficia, individual y socialmente. ¿Verdad que esta vez mis deseos coinciden con los tuyos? ¡Cada vez más coincido contigo, gracias al tiempo que me dedicas, en parte para culturizarme, y en parte para la formación de mi espíritu!
-Pues mira, Claudia, hoy que tendremos tiempo para muchas cosas, te esclareceré lo que, según me confiaste por teléfono, te tiene un tanto confusa y pesarosa: “¿por qué personas que dicen creer en Dios (al que ellos llaman ALÁ) matan a seres humanos, justificando sus atentados en virtud de su “guerra santa” contra los infieles, que para ellos somos todos los que no estamos de su parte y aplaudimos sus masacres?”
-Claudia, este tema es muy interesante, porque gracias a sus recientes atentados en Francia y en otros lugares, y ahora en Barcelona (con su consiguiente reguero de inocentes víctimas) son repudiados no solo por las iglesias cristianas y por el Islam ortodoxo, sino por cualquier persona sensata, de buen corazón y de buena voluntad. La “Vida” en sí es un don de Dios, y nuestras vidas individuales son sagradas. Destruirlas mediante atentados, matanzas y guerras, es destruir la obra del Creador. Jesucristo, dijo: “He venido para que tengáis Vida, y Vida en abundancia”. Y anota en tu cuaderno que ya veo que lo tienes dispuesto con la ilusión y alegría de siempre, lo que unos cuántos personajes inteligentes y preclaros nos han dicho al respecto;
“La sangre sirve solamente para lavar las manos de la ambición”. Lord Byron, célebre poeta inglés. (1788-1824)
“La guerra es un juego que los reyes no practicarían nunca si sus súbditos fueran inteligentes”. William Cowper, célebre poeta inglés. (1731-1800).
“La guerra es un mal que deshonra al género humano”. Fénelon, Célebre prelado y escritor religioso francés. ((1651-1715)
“Un príncipe bueno y sabio debe amar la paz y huir de la guerra”. Nicolás Maquiavelo, escritor, político e historiador italiano de fama mundial. (1469-1527)
“Todas las guerras, incluso las menos duras, con sus secuelas, la destrucción, las revueltas, los saqueos, las rapiñas, los extravíos y las matanzas… Pervierten en un solo año más gentes que los millares de saqueos, incendios y homicidios cometidos durante un siglo por personas aisladas, víctimas de la pasión”. León Tolstoi, célebre novelista ruso. (1828-1910)
“En la guerra hay frialdad, frío del corazón, desprecio para la vida humana…” Wenceslao Fernández Flórez, escritor español, miembro de la Academia Española. (1879-1964)
-¿Qué te han parecido las anteriores opiniones de tan ilustres personajes sobre las guerras, y sobre los atentados contra la “Vida”, que es un don de Dios, Claudia?
-Rogelio, son opiniones muy sabias, muy razonables y dignas de ser conocidas por nuestros lectores, para que las difundan, contribuyendo así al establecimiento del “Amor Universal” en todo el mundo.
-Quiero decirte, amiga Claudia, cuál es ni opinión sobre la “guerra santa”, la que muchas personas sin sentido crítico emplean para cometer atentados. Ninguna guerra puede ser santa, porque la santidad está relacionada con nuestro amor a Dios, y con el amor a nuestro prójimo. Por tanto es un contrasentido decir “guerra santa”, dos vocablos que se contradicen, porque las guerras significan muertes, y la santidad significa pureza de intenciones, de sentimientos, y vida espiritual. Pero a pesar de ser dos vocablos que se contradicen, (por sus diferentes significadfcos), y por extraño y raro que te parezca, Claudia, yo acepto la validez y la necesidad de la “guerra santa” en cada uno de nosotros, para lo que te diré después de la siguiente explicación. Hay dos clases de “guerra”; hay guerras “cruentas” (las que acarrean muertes) y hay guerras “incruentas” que no acarrean muertes. Me refiero a la guerra que cada persona ha de tener consigo mismo, para luchar contra sus defectos (los que cada uno se sabe), por ejemplo la pereza, el mal humor, la gula, la prepotencia, el orgullo, la secreta dependencia de drogadicciones, y en síntesis luchar por nuestra “metamorfosis” o transformación interior, hasta convertirnos en personas amables, alegres, virtuosas, y dispuestas a amar al prójimo sin distinción de credos, color, procedencia, o de otras cosas. Cuando la Biblia estaba traducida al latín, históricamente llamada “Vulgata latina), me aprendí una frase del apóstol San Pablo que coincide con lo que te acabo de explicar, Claudia, que dice así: “Militia est vita hóminis super terram”, que significa: “La vida del hombre en esta tierra es una lucha”. Una lucha para no desanimarnos ante los contratiempos, trampas, desengaños y dificultades de diversa índole, que tratarán de minar nuestra fe y confianza en nosotros mismos, y en Dios, para superarlas. Y por ahora termino, Cludia, lo que venimos tratando, con esta estupenda cita que corrobora el sentido que yo le doy a “guerra santa”, una guerra o lucha sin armas ni muertes, sino con “fe y oración”, dos armas del Espíritu, para nuestra transformación interior. Y dice así la cita:
“La guerra más difícil consiste en combatirse a sí mismo; .la victoria más hermosa es vencerse a sí mismo”. Friedrich von Logau, Poeta epigramático alemán. (1605-1655)
-¡Estupenda cita, Rogelio, como las anteriores, todas maravillosas, que yo me anotaré para meditarlas de tanto en tanto allá en el Huerto de nuestro amigo el Hortelano, culto sabio, hombre pacífico, amable y muy vital promocionando en su obra maestra, el “Periódico Nacional Granada Costa”, el Arte, la Poesía, la Medicina Natural, la Músico-Terapia, y el Periodismo de Altura, con artículos instructivos, formativos y humanistas, como los nuestros y los demás de los colaboradores del Periódico, con su maravilloso “Proyecto Nacional de Cultura “. Y ahora, Rogelio, voy a preparar un sabroso café con galletas que he traído, para saborearlo y disfrutarlo “juntitos y solitos” como a mí me gusts, en el salón de tu “Hogar Biblioteca”. ¿Te parece bien?
-¡De maravilla, Claudia¡
ROGELIO GARRIDO MONTAÑANA
Miembro de Honor del Proyecto Nacional