FLAMENCO Y TOROS (XL). Juan de Dios Pareja Obregón (1927- 2012)
Muchos son los escritores flamencos que hablan sobre Juan de Dios Pareja Obregón, polifacético personaje nacido en Sevilla el 4 de septiembre de 1927, en los albores de uno de los movimientos poéticos más importantes de la Literatura Española: “Generación del 27”. Algunos de ellos – Lorca, Alberti, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Emilio Prados – se preocuparon al máximo en reconocer y publicar los valores culturales, poéticos y musicales del Arte Flamenco.
No podía faltar aquí la presencia de un hombre que vivió en sus carnes los toros, el cante y la guitarra, ya que en su larga vida – murió a los 85 años – fue matador de toros, ganadero y un “excelso escritor y poeta”. Pero, además de ser un hombre inquieto por su ansia natural de saber cada día algo nuevo, fue un consumado guitarrista y compositor de sevillanas, algunas de las cuales, muchas, han quedado registradas en los anales de la historia de este género. Testimonio de esta verdad lo pueden dar, entre otros, Los Romeros de la Puebla, Los Marismeños y otros tantos grupos que interpretaron letras suyas.
Juan de Dios Pareja Obregón sintió el duende del toreo desde muy pequeño, debido al ambiente familiar – fue nieto del afamado matador de toros Manuel García Cuesta “El Espartero” (1865 -1894) y sobrino de la ganadera Concepción de la Concha y Sierra – de tal manera que destacó como novillero hasta conseguir el “Doctorado” en el “Arte de Curro Cúchares”, el día 1 de noviembre de 1951 en la plaza de Utrera (Sevilla), de manos de Manuel Jiménez “Chicuelo” (1902 – 1967), quien le concedió la alternativa ese mismo día tanto a él como al utrerano Juan Doblado ( 1918 – 1986), siendo los toros de Concha y Sierra.
La “Historia del Arte Flamenco y Toros” está llena de curiosas e interesantes anécdotas. Y así sabemos que, precisamente esa tarde, el padrino de ambos dejó para la Historia de la Tauromaquia una de las frases más célebres: “Esta tarde se celebran en esta plaza dos alternativas y tres despedidas”. Se cumplió la profecía: Juan de Dios Pareja Obregón no volvió a vestirse de luces por una promesa que le hizo a la mujer de su vida, Delia Pol Tornero, su esposa, de cuya unión nacieron siete hijos. El menor, Martín Pareja -Obregón Pol, nacido en Sevilla el 19 de septiembre de 1966, siguió la senda de la familia y se hizo matador de toros en la Maestranza de Sevilla de la mano del mismísimo Curro Romero, el día 31 de marzo de 1991 (Domingo de Resurrección).
Merecía -¡cómo no! – Pareja Obregón figurar en estos breves ensayos, publicados
en “GRANADA COSTA”, por su especial aspecto: “excelente guitarrista flamenco” que, incluso llegó a grabar discos y llevar a cabo numerosas actuaciones públicas y privadas. También se cuenta, en el “mundillo flamenco”, que logró tener una poderosa influencia en bastantes cantaores – Pepe Marchena, Flores el Gaditano, Gordito de Triana, entre otros – porque se había convertido en una verdadera enciclopedia del variopinto y enigmático mundo flamenco. El “Diccionario Enciclopédico Ilustrado del Flamenco” nos muestra una buena fotografía de Juan de Dios Pareja Obregón charlando con Pepe Marchena (1903 – 1976), cfr. Tomo II, pág. 569. Asimismo, hay plena constancia de que en “Radio Madrid” – tiempo ha desaparecido – consumó un exigente recital de guitarra durante cincuencta minutos, logrando una merecida fama de buen intérprete de la “Guitarra Flamenca”. Recuerdo muy bien las buenas referencias que me hacía mi inolvidable amigo-hermano e “inmortal guitarrista” Vicente el Granaíno – recientemente fallecido – acerca de la manera de sentir la guitarra flamenca el sevillano Pareja Obregón. Nos consta también que Pareja Obregón fue discípulo, como “tocaor”, de Paco España, Pepe Martínez y del famoso “Niño Ricardo”. No puedo dejar sepultadas en la cuneta del olvido, las notas biográficas que me dió Juan Valderrama (1916 – 2004) sobre las cualidades humanas y artísticas de Pareja Obregón, cuando yo era “profesor” de su hijo -José María Valderrama Vega – en el famoso Colegio “San José”, de Campillos (Málaga) junto a Emilio Calatayud, Bertín Osborne…, allá por el año 1968. Me comentaba, el célebre cantaor de Torre del Campo (Jaén), que a Pareja Obregón le cupo la gloria de haber acompañado a muchos cantaores de fama, incluso a él mismo.
Nos ha llamado la atención , en honor a la verdad, que este ilustre y distinguido
sevillano completara su “figura tauroflamenca” con sus libros de Poesía flamenca, tales como “Romances de junco y adelfas” (Sevilla, 1951) y, especialmente, su obra “Al compás de la guitarra” (Sevilla, 1955). Y junto a todo ello, hay que destacar su profunda fe católica y su “peculiar devoción” a la Virgen del Rocío, a la que llevó siempre en su corazón e hizo que pronunciase centenares de pregones en su honor por toda la geografía española.
Me cabe el altísimo honor de haberlo conocido personalmente en Fuengirola (Málaga), gracias a mi siempre recordado amigo – y mejor flamencólogo – José Baena Romero, cuando tuve la suerte de conseguir el Pemio Nacional “JUAN BREVA” del Cante por Malagueñas (1968). Juan de Dios Pareja Obregón alcanzó merecida fama dando conferencias de temas taurinos, folklóricos y flamencos. Y, junto al padre Leonardo del Castillo, organizó infinidad de festejos taurinos con el cristiano propósito de recaudar fondos para ayudar a los demás. Por tal motivo le concedieron la “Cruz de la Beneficencia”. Juan de Dios Pareja Obregón murió en su Sevilla natal el día 13 de octubre de 2012. Sus restos mortales descansan en el cementerio de San Fernando (Sevilla).
Alfredo Arrebola, Profesor -Cantaor
Yo tuve la gran suerte de conocer a Juan de Dios, allá por los años 70, desde mi faceta profesional, al hacerle algún trabajo técnico para la finca de su propiedad, creo que se llamaba «Sierra de las Cabras», en la sierra de Huelva.
Una tarde, en su casa de Sevilla, tuvimos una reunión, a la que también asistió otro amigo, ingeniero agrónomo, que no voy a identificarbpor aquello de la protección de datos, que empezó en términos técnicos y acabó, muy tarde, hablando de toros, de guitarra, de flamenco y de Sevilla. Todo ello trufado de toques de guitarra extraordinarios, por los distintos estilos por él conocidos (no se me olvida el de «por» el Niño Ricardo).
Recuerdo haber comentado mi conocimiento cercano, por mi paisanaje, con el también famoso guitarrista, Diego del Gastor, que vivió casi toda su vida en mi pueblo, Morón de la Frontera y tocó en la fiesta celebrada en casa de mi madre, en unión de otros artistas gitanos, el día de San José del año 1950, con motivo de la primera Comunión de mi hermana Loli y mía.
Con un cariñoso recuerdo para Juan de Dios que estará, sin duda, disfrutando de sus marismas azules.