Nueva exposición de la Pintora Pepa Cortés en la Herradura

El Próximo día 20 de mayo de 2017, tendrá lugar la inauguración de la ultima exposición de pintura de la pintora y compañera del Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa, Pepa Cortés. Esta exposición está basada en entornos y paisajes de la Costa Tropical y Mallorca.

El acto de inauguración se realizará en el centro cívico de La Herradura, Costa Tropical, Granada. Tendrá lugar a las 20:00 horas del día 20 de mayo de 2017, permanecerá la exposición en ese lugar durante 15 días y estará abierta a todos los visitantes que quieran visitarla.

PEPA CORTÉS, una mujer enraizada en el arte pictórico. “Siempre Activa” en su pluralidad de actividades, y al mismo tiempo “relajada y gozosa” en su interior, mientras crea, entra y sale, va y viene, hace esto pero atiende a lo otro… Sí, “activa y relajada” al mismo tiempo, mientras se entretiene con sus “Musas” que le ponen alas doradas a su imaginación, le resuelven sus dudas, renuevan sus energías, afinan sus sentimientos y le revelan las secretas claves para magnificar su Arte. “Activa, relajada y gozosa” al mismo tiempo mientras contempla la naturaleza y se interioriza en ella: la contempla, la admira y la disfruta, capta sus ocultos mensajes, y sobre todo, la ama. “Activa, relajada y gozosa” mientras en lírico éxtasis pinta y nos ofrece sus óleos, sus marinas y bodegones rebosantes de “Luz, Colorido, Armonía, Belleza, Sensibilidad y Trascendencia”.

  No es fácil encontrar personas así: que sepan unir en un maravilloso lazo invisible lo heterogéneo y lo singular, las claridades y los simbolismos, la grandeza de los Cuatro Elementos Cósmicos: “Aire, Tierra, Agua y Fuego”, porque de todo esto y mucho más están impregnadas sus pinturas, si sabemos contemplarlas no solo con  los ojos corporales  sino también y sobre todo con las inteligentes y sensitivas pupilas del alma, del espíritu… Nacida en Fuente Vaqueros, ilustre municipio situado en la franja occidental de la esplendorosa y fértil Vega granadina, durante sus primeros años debió imbuirse, con fruición y candorosa alegría, del privilegiado medio ambiente en que vivía: bosques y plantíos, árboles frutales con sus coloridos y sabrosos frutos en madurez, (perales, ciruelos,  manzanos, olivares, verduras y hortalizas, plantas aromáticas campestres y flores de jardinería), una amplia gama de los saludables dones de la Madre Tierra  que revisten los campos de Fuente Vaqueros. El evocador río Genil con sus poéticas aguas deslizándose rumbo al Guadalquivir. Y rosas y geranios en macetas aireándose en  balcones y ventanas; calles con fachadas blanqueadas, refractarias a los intensos rayos solares, y el “Paseo  de la Reina” jalonado de esbeltos árboles: ¡cuántas veces de niña o un pelín crecidita la debieron pasear por allí, gozando de su encanto! Mágicos amaneceres con los trinos matutinos de las aves canoras y lentos ocasos que invitan a la silente meditación trascendental.  Gentes campesinas cantando coplas en sus faenas agrícolas; días festivos en su ciudad natal, y ferias de ganaderos.

En fechas señaladas Fuente Vaqueros se engalana, jóvenes y adultos han arrinconado las prisas y se pasean divertidos, se saludan con donaire y familiares acentos, ríen y se sienten más  espontáneos y coloquiales, y para nuestra artista, aunque de pocos abriles todavía pero abriéndose  ya a la Vida, debió ser una gozada compartir con ellos su inocente y sano alborozo y bienestar. “En este pueblo -nos dice Federico García Lorca en uno de sus recuerdos-, tuve mi primer ensueño de lejanía. En este pueblo yo seré tierra y flores” Y Pepa Cortés, imbuida de los escenarios, escenas y circunstancias que he descrito, imbuida del “Cuerpo y del Alma” de Fuente Vaqueros, que no es solo un asiento geográfico, sino también una entidad “humana, vital, rural y artesanal”, también ella, rememorando estos recuerdos que se plasmaron en sus primeros años, seguramente habrá hecho suyas más de una vez estas o parecidas palabras: “En este pueblo fui dulcemente embrujada por la exuberante Naturaleza, por la diosa Ceres protectora de los sembrados y cultivos, y por su hija Perséfone, enamorada de las aves y las flores, de las frondas y las fuentes, de la Belleza,  y ese dulce embrujo todavía lo siento y siempre irá conmigo”.

Hay un festividad en Fuente Vaqueros, la del “Cristo de la Victoria” (que, por cierto, tiene su peculiar historia), santo Patrón  de Fuente Vaqueros que  se celebra coincidiendo con la festividad cristiana de la “Exaltación de la Santa Cruz” el 14 de Septiembre. Ambiente festivo y devoción, liturgia y esparcimiento, en síntesis, “Belleza humana y divina”, episodio anual que Pepa Cortés también  habrá recordado con dulce nostalgia a lo largo de su  quehacer artístico. Y de Fuente Vaqueros, con sus entornos y bellezas naturales a las que nos hemos referido, sin olvidar su peculiar gastronomía: la “Leche Pava” (que no es a base de leche sino de calabaza), las “Patatas en gloria” (aderezadas con aceite y vinagre), las “Collejas al ajillo”, la suculenta “Sopa de Maimones”, los “Cochifritos”, los deliciosos “Roscos de Vino”, y otras delicias del paladar, Pepa Cortés llega a Valderrubio, localidad también situada en la zona occidental de la Vega granadina, con características similares a las de Fuente Vaqueros. Y en Valderrubio transcurre la época adolescente y juvenil de nuestra artista. Aquí se familiariza por vez primera con las aulas escolares y realiza sus primeros estudios. Le gusta observar y saber, escuchar lo que los demás “dicen, cuentan, imaginan y sueñan”, y ella a su vez es comunicativa, pero también meditativa, se forjan sus  ilusiones, a medida que crece modifica “su actitud ante la Vida”, adquiere “sentido artístico”, por su sangre navegan hermosas inquietudes y anhelos…

Pero como es activa por naturaleza, trabaja en las labores del campo. Más tarde la vemos ocupándose de una lavandería en calidad de jefa. Viaja a Suiza y desempeña su eficiente cometido en un hotel, esta vez en calidad de Primera Gobernanta. Regresa a España y se establece en Palma de Mallorca, cuyo ambiente humano y marítimo le complace y estimula, como un bálsamo con doble eficacia: para el cuerpo y para el alma. Se enamora, se casa y cría, enseña y educa a sus hijos. ¡Pero el “Arte” que lo lleva en la sangre desde siempre, le exige “su tiempo y dedicación, su consagración, su amor”! Pero Pepa Cortés ahora descubre otro arte: el de “combinar, mezclar y aunar materia y energía”,  el quehacer doméstico con la creatividad artística, lo  rutinario y cotidiano con lo sublime y trascendental, lo usual e imprescindible con lo inusual y celeste, lo terrenal con lo sobrenatural, lo visible con lo invisible, y todo ello en armoniosa conjunción y equilibrio, sin detrimento de lo uno a costa de lo otro, y viceversa.

¿Su formación académica para su vocación artística, teorías y prácticas curso tras curso? Poco y recortado tiempo tiene para ello. Se involucra en lo que siente, anhela y desea con fervor y optimismo, y lo hace de forma “autodidacta”. ¡Y qué bien le va saliendo todo así, de un modo personal, guiándose por sus intuiciones, su inspiración, sus corazonadas, y el caso es que “acierta en todo”, sus pinceles cobran vida en sus manos, los colores, las luces y sombras no son para ella serios y rígidos problemas sino sus dóciles y amistosos aliados   que se dejan combinar como a ella le place! Por eso las pinturas de Pepa Cortés, sus óleos, sus marinas y bodegones, “encandilan, relajan y sosiegan”, pero también despiertan las emociones dormidas, es decir, “estimulan”, avivan y remozan nuestro espíritu, nos catapultan al “mundo astral” y comenzamos a experimentar lo indescriptible: la Belleza absoluta y el Amor universal.

Y si experimentamos todo eso, es porque ella ha plasmado en cada obra “todas las finezas de su corazón, y también una gratificante sensación de Luz espiritual y de Infinito”. La trayectoria artística de Pepa Cortés ha sido constante e “in crescendo”. No en vano escribió el poeta lírico alemán Manuel Geibel (1815-1881): “El alma del artista siempre se halla sedienta”. Y prueba de ello son sus sucesivas exposiciones en: La Cartuja de Valldemosa: Mallorca. 2006. Exposición Colectiva en Festival Park. Mallorca. 2006. La Cartuja de Valldemosa. Mallorca. 2007. Paseo de la Pechina. Valencia. 2007. Cruz Roja en Sóller. Mallorca. 2007. Galería Joana Frontera, Mallorca, 2008. Moebel, Polígono de Santa Ponsa. Mallorca. 2008. Galería de Inca, Mallorca. 2008. Centro Andaluz de Pollensa, Mallorca. 2008. Exposición Colectiva Festival Park, con José Munar. Mallorca 2008. Fundación Jaime Ribot Amengual. Petra. Mallorca 2008. Benisalem, Mallora, 2008. Hotel Villa Paguera. Mallorca. 2008. Ayuntamiento de Calviá, Mallorca. 2008. Casa de Andalucía en Baleares. Mallorca. 2008. Exposición Colectiva. Claustro de San Antonio. Palma. 2008. Casa de Andalucía en Baleares, 2009. Galería de Arte. Abdera, (Granada). 2010. Parque de las Estaciones. Mallorca. 2010. En “El Molinar”, Mallorca, 2010. Cruz Roja, Sóller (Mallorca) 2010 y 2012. Exposición Colectiva en la galería Pascual De Cabo,  2011. Pinos Puente (Granada) 2011. “La Herradura” (Granada). 2011. Hotel Cambrils. Sóller (Mallorca)). 2012. “La Herradura” (Granada) 2012. Exposición Colectiva en “La Herraedura” (Granada) 2012. Exposición Colectiva Casal Paguera (Mallorca). 2012. Hotel Helios. Almuñécar, (Granada) 2013. Casa Cultural de Churriana de la Vega (Granada) 2013. Caja General de Motril (Granada) 2013. Basílica de la Cartuja. (Granada) 2013. Casa Cultural de Santa Ponsa 2014. Exposición Colectiva en Art Viu. Palma de Mallorca 2014.

PREMIOS Y DISTINCIONES:   Segundo Premio de pintura en la Casa de Andalucía en Baleares 2005. Primer Premio de Pintura en la Casa de Andalucía en Baleares. 2007. Primer Premio de pintura en “La Herradura”. (Granada) 2012. Distinción Cultural en el Hotel Helios Almuñécar. (Granada) 2013. Medalla de Oro por Mérito al Trabajo, otorgada por el Club “Granada  Costa” (Granada) 2013. Primer premio 1º certamen internacional “Granada Costa” 2014.

Y AÑADIMOS:   Edición del libro “Pinceladas. 2012. Ilustración para la portada del libro “Seguiré tu camino”, de Marcelino Arellano. 2013. Donación del cuadro “Junípero Serra”. Petra. (Mallorca) 2013. Su pintura ha sido elegida para la ilustración del calendario de Pm Gestores administrativos de Motril año 2014 y 2015 Y una última reflexión, sobre las “virtudes” de los deliciosos óleos y atractivas marinas de Pepa Cortés: ¡además de bellas y fascinantes, sus obras emanan “virtudes terapéuticas”, y bien podrían pertenecer a la Ciencia de la “Cromoterapia”,  de tanta actualidad en las llamadas “Medicinas Alternativas”! En efecto, ¿quién, por ejemplo, contemplando en beato reposo el óleo de “Los Almendros” o el de los “Flamencos en el agua”, o el de las “Adelfas de la Alhambra”, o el de “El patio de las acequias del Generalife”, o el de las “Barcas de Puerto Cristo”, o el de los “Jardines de Monet Giverney, (París)”,  si estaba algo o muy deprimido, o triste y apenado por un sentimiento malherido, o mal consigo mismo por lo que cada cual se sabe, quién en estas o parecidas crisis, observando la vivacidad de unos colores y la suavidad de otros, la familiaridad de unas hojas con otras que se inclinan, se rozan y parecen acariciarse y besarse, las apacibles sombras en confidencia con las finas claridades, y tantos delicados contrastes artísticos, quién no experimenta que el alivio, la paz, la esperanza, la relajación, y otros efectos benéficos le cambian su actitud pesarosa por otra alegre y optimista? Decía el célebre poeta, escritor y filósofo alemán Goethe que: “Los colores actúan sobre el alma, pueden excitar sensaciones, despertar emociones, ideas que nos tranquilizan y provocan el buen humor”. En mi obra “El Masaje Neurosedante” me refiero a las virtudes lenitivas de los colores, y las resumo así: “De acuerdo a la Cromoterapia los colores fundamentales son el rojo, el amarillo y el azul; y los complementarios el verde, el violeta y naranja. Todos son terapéuticos pero los fundamentales más que los complementarios”. En clínicas y hospitales, en las blancas habitaciones con pacientes encamados, los óleos y marinas de Pepa Cortés ¡cuántos dolores suavizarían, cuántas miradas dulcificarían, cuántas esperanzas florecerían en sus estados de postración! ¡Gracias, Pepa Cortés, por pintar con Luz y Sabiduría, con Arte y con Amor!