presentación del libro “Los Valles del Alma” y entrega de premios del 9ª Certamen Internacional de Poesía Marcelino Arellano Alabarces Ítrabo 2017

Por Manuel Ceballos

    P1100890  Crónica presentación del libro “Los Valles del Alma” y entrega de premios del 9ª Certamen Internacional de Poesía Marcelino Arellano Alabarces  Ítrabo2017

      Nos habíamos citado en la cafetería del hotel Helios, lugar de referencia para los socios de Granada Costa que poco a poco está asentándose como un rincón más de nuestra casa. Recién remozado con una atractiva decoración en blancos y grises, la cafetería con vistas a la playa resultaba irresistible para tomar el aperitivo dejándose contemplar por el Mediterráneo que lucía un tanto alborotado con el estreno del sol primaveral.

      Avisaron que venían en camino, y al poco se presentaron D. Antonio Jesús Carrascosa, señor alcalde de Ítrabo, y nuestro estimado gran poeta Marcelino Arellano Alabarces, allí estaba también convocada la Dra. Toñy Castillo que haría la presentación del libro. Durante el almuerzo el señor Carrascosa y Marcelino mano a mano fueron narrando detalles y anécdotas que nos permitieron ir adentrarnos tanto en el lugar como en la persona.

      Sitúense en otro tiempo, recuerden o imaginen el calor de aquellos veranos de abanico y búcaro en el que los ventiladores escaseaban e iban a 125 voltios, y allí en medio de esos campos de almendros emboscados con chicharras envalentonadas, contemplen como un pequeño en pantalón corto y zapatos de goma de suelas casi gastadas, camina apresurado una vez más decidido a no defraudar a su héroe. No, no vacila ni un instante en recorrer una los 17 kilómetros de senderos que distan hasta Motril para encontrarse con su capitán y acompañarle allí donde el ejemplar de esta semana les depare. Valiente muchacho, no le atemorizaba recorrer sólo esas pedregosas veredas porque él es uno más de la compañía, tan fuerte como Goliath, tan leal como Crispín, tan enamorado o más de Ingrid. Así, batiéndose con innumerables villanos, recorriendo reinos y lugares, intentando averiguar si Thule quedaba por poniente o por levante, el pequeño Marcelino se ha apasionado con la lectura y los tebeos.

      Tebeos que fue reemplazando por libros. Montañas de libros. Los ama, los atesora y los comparte, con los años ha hecho de una biblioteca su hogar… ¿o era al revés…? Generoso, no hace mucho que regalo más de 1.600 ejemplares de su colección al municipio de Ítrabo. Me imagino la mesa del poeta, y me pregunto si se encuentra ubicada en uno de esos valles…, un lugar que se me antoja angosto pero confortable, ese que queda entre las henchidas estanterías de su despacho. Si, puede ser ese un buen lugar para tratar de encontrar esa dichosa alma.

      Pero el señor Arellano Alabarces descuidadamente, deja asomar otra importante pista que seguir: las migas de los sábados. Aún hoy, allá en Mallorca todas las semanas, haya o no familia o compaña, él y su mujer las preparan como Dios siempre ha mandado en Ítrabo: harina o mejor aún sémola de trigo, bacalao y pimiento frito, y una buena ensalada de naranja para acompañar. Las recetas de la familia, propias del lugar donde crecimos, forman parte de nosotros. Y lo afirma con convicción: “Quien pierde sus raíces, pierde su identidad”. Así pues, podremos también buscar el alma entre vaguadas de recuerdos, el ser entre cañadas superpuestas de signos y manifestaciones de identidad.

     WhatsApp Image 2017-04-11 at 08.16.17 No es que el  tiempo se nos echara encima a los postres, aunque quizás sí, es que los foráneos ya impacientábamos por llegar y disfrutar del prometido paseo por el pueblo; así pues, alegres y desenfadados, emprendimos la travesía del valle del Jete, valle esmeralda guarnecido por cien mil chirimoyos, dejándonos saludar por las casas arracimadas que a cada poco se arrimaban a una u a otra cuneta. Pasado el cruce comenzaron los virajes escarpados, curva tras curva las nísporas en flor dieron relevo abriéndonos paso, y por fin tras una revuelta asoma Ítrabo. Paramos a gozar de las vistas y la brisa, a estas alturas Antonio Jesús y Marcelino nos tratan como amigos, estamos viviendo lo que será un grato recuerdo y cuando los encuadro al borde del mirador, miro tras ellos y creo atinar otra vez: este es el lugar, este es el valle… o si no cuando menos, es un valle con alma.

calle  Ya en Ítrabo Marcelino ni quiere ni lo puede disimular: es feliz en su tierra. “Paisano…”, cuando oye que así le llaman los itrabeños con los que se encuentra, crece su sonrisa; no se nos escapa que todas las personas con las que se cruza le tratan con cariño y afecto. Parada obligada es su calle, la calle que lleva su nombre y con la que el pueblo de Ítrabo le honra. Bajamos por la cuesta del Coronel y en una contracurva de la Avenida de Salobreña encontramos al tío Ramón, envidiable joven de ochenta y poco años con el cual quedamos emplazamos más tarde para tomar un café en lo de Vicente. Un poco más arriba Marcelino para a preguntar por su prima, y antes de llegar a la plaza, justo antes del arco a la derecha se abre un callejón; paramos y  nos cuenta que tras ese viejo portón el recuerda de muy pequeño ver como su padre guardaba las cabras. Quedó huérfano de padre a los 3 años, con 8 de madre. Conforme avanzamos por la plaza, nos habla de la cata de vino que se celebra mañana, pero algo se sigue removiendo. “¿Otra vez por aquí Marcelino?”, los saludos se repiten casi en cada esquina. Pasada la fuente giramos en dirección a la que fue su casa, la casa de sus abuelos dónde creció, especialmente de la mano de su tío Ramón. Todos querían mucho a su madre, de los 8 tíos, 7 le pusieron su nombre a su primera hija. El que quedaba es que solo tuvo hijos, pero como Carmen bautizó a su primera nieta.

    WhatsApp Image 2017-04-11 at 08.17.08  A la altura de la imagen del Santo, solemne afirma que el tiempo cura las heridas cambia el paso y recupera la jovialidad, nos lleva camino a la Carmeta y allí en el lavadero restaurado nosWhatsApp Image 2017-04-11 at 08.17.11 refrescamos con el agua de la pileta. Abreviamos la pausa porque aquí los lugareños no dan palabra en vano, y con Ramón hemos quedado. “Que tal Marcelino, ¿cómo andas?” le pregunta la enésima vecina con la que nos cruzamos. Pasamos por el Ayuntamiento camino de la Iglesia del Carmen, oímos de historias a las que sabe poner vida: moriscos, guerras y expolios pasados, que el templo ahora alberga a la patrona del pueblo, la virgen de la Salud o la “virgen de oro”, porque en estos tiempos, cada día más sola en su ermita, no estaba ya segura de ladrones…”

Adiós Marcelino, mañana nos vemos”. Nadie pasa de largo del poeta, es su paisano sí, pero bien que se nota que le quieren y le respetan. Pues bien podría haber elegido calles en vez de valles para el título, porque, aunque sea a media tarde bien llenas de almas con alma están…

     WhatsApp Image 2017-04-11 at 08.16.46 Nos aceramos al final del paseo, pero ya más que crónica lo que me apetece es hacer una entrevista, así que no me contengo: ¿Que es lo primero que escribiste que recuerdas…? Nos mira y nos recita un poema que habla de amor y quimeras. En la escuela le daba clases una moja que no había hecho votos perpetuos. El amor le entró por sus lindos ojos, y como no, con apenas catorce años y con el arrojo del capitán Trueno se puede competir con el mismísimo Señor por el amor de una mujer esté o no prometida. Todo lo que ustedes quieran, pero a diferencia de otros, el chico no solo no tiró la toalla tras el primer desengaño, sino que el maestro perseveró para cultivarse y aflorar su talento de poeta. Esto del amor quizás sea otro buen indicio, pero en cualquier caso harán bien los lectores en andarse con cuidado, que entre valles y vericuetos de amores las almas pueden tanto encontrarse como descarriarse.

      Nos sentamos a tomar ese café con el tío Ramón, pero cómo no catar antes el vino de estas tierras, Marcelino nos cuenta cómo y dónde se hace, y también como se hacía hace años. Se rememora lo laborioso que resultaba alimentar con 6 huevos recién puestos a una familia de nueve, y por el tío nos enteramos que enorme ratón era aquel que agujereaba el cerete para comerse los higos secos: a diferencia de Pérez, el Arellano no traía, sino que pícaro era el quien se convidaba. Se nos suman más paisanos y conversamos sobre las labores de los frutales, que a algunos no se les tala, pero hay hacerles la entresaca, que el níspero puede ser generoso, pero de seguro exigente…. Ya nos lo avisaba Antonio Jesús, las gentes del lugar tienen fama de fiables y laboriosas. Sigo indagando, no, no es  que sea un valle, aunque bien podría ser…, quizás sean muchos los que en el tajo ponen cuerpo y alma.

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  Cuando llegamos a dónde va a comenzar el acto, ya está llena la sala, cuento filas y sillas, rondan la centena, pero es que en el pasillo de entrada ya hay más de veinte personas aguardando en pié… tenía reservado asiento, menos mal, y no puede ser mejor el sitio, en primera fila justo al lado de Pepe Segura, en funciones de reportero gráfico con el que siempre puede contar Granada Costa, siempre al pié del cañón. En la mesa de autoridades se sientan Dña. Mª Ángeles Fernández la actual concejala de cultura (su cara me suena, es una de las paisanas que hemos antes saludado…), a la derecha la señora diputada de cultura de la diputación de Granada, Dña. Fátima Gómez, en el centro D. Antonio Jesús Carrascosa, al lado la Dra. Toñy Castillo y en otra esquina nuestro poeta, D.  Marcelino Arellano Alabarces

    WhatsApp Image 2017-04-11 at 08.17.38  Da comienzo el acto de entrega de premios del 9ª Certamen internacional de poesía Marcelino Arellano Alabarces 2017, y es el propio autor al que honra el certamen quien da lectura al fallo del jurado, no sin antes comentar la dificultad que ha supuesto dar los premios tanto por la calidad de los trabajos como por el volumen de los mismos, ya que en esta edición han concurrido más de 250 poemas que han llegado desde países como Italia, Francia, México o Argentina. Los ganadores han sido:

Primer Premio al poema “Bridas Líricas” de Restituto Núñez Cobos de Castellar de Santiago (Ciudad Real).

Segundo Premio al poema “Tres sonetos con pregunta” de Nieves Fernández Rodríguez de Ciudad Real.

Premio Local al poema “En terror de los emigrantes” de Elisabet Sáez Rodríguez.

1º. Accésit al poema “Como extendiendo la mano” de Antonio San Miguel Roldán de Madrid.

2º Accésit al poema “Plegaria de Juan Ramón Barat” de Moncada (Valencia).

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      Seguidamente se da entrega de su premio a los galardonados, se leen los poemas premiados, si están en la sala son los propios autores tal cual es el caso de D. Restituto Núñez, o para quienes han excusando su presencia, rapsodas locales…pero…murmullos en la sala… ¿y los diplomas…? ¿Qué ha ocurrido con los diplomas que no se los dan…?, cosas del directo.

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      A continuación, intervienen las autoridades, cabe destacar las palabras de la diputada de cultura Fátima Gómez poniendo de relieve la participación y compromiso con la cultura del pueblo de Ítrabo, (puede comprobarse dicha afirmación por la elevada concurrencia al acto) y de la corporación municipal. Posteriormente en sus intervenciones tanto Marcelino como Antonio Jesús le trasladaron a la Diputación el agradecimiento por el apoyo y les pidieron que siguieran apoyando tal como lo hacen o más la Cultura en las comarcas y localidades de la provincia, especialmente en los pueblos pequeños.

    P1100926  Llega ahora el momento de la presentación de la obra “Los Valles del Alma” a cargo de la escritora Toñy Castillo, que comenzó afirmando que compartía con el poeta la pasión por escribir, en sus palabras “La pasión por escribir y siempre digo que el escribir es enhebrar sentimientos, porque creo que cuando escribes … Desnudas el alma… quizás ese sea uno de los motivos por los cuales desee conocer esa alma construida hilo a hilo para dibujar un valle lleno de sentimientos”.  Coincidió en señalar que Marcelino ama a su pueblo. Refiere Toñy que Marcelino ama profundamente a su pueblo ofreciéndole lo más profundo de su ser: su poesía. “El amor toma forma en Mayúscula para convertirse en el eje de su vida literaria” nos advierte.  Resulta inevitable empatizar con quien entrega el corazón y es buena persona, el tono de la presentadora es afectuoso y se intensifica cuando se refiere a su gran calidad humana y la obra del poeta Marcelino Arellano Alabarces , “uno de los escritores españoles con más extensa producción en las últimas décadas…”.

La Dra. Castillo destaca el amor en la obra de Marcelino, donde “toma forma de mayúscula para convertirse en un eje que envuelve su vida literaria, y esta, es transformada en una extensión de su vida personal debido a la implicación de emociones que de ella se deriva”.

Según la presentadora, el autor nos vuelve a encandilar por su lucidez, inmensidad y su capacidad de comunicar desde la madurez de su lírica, ya situada, como en obras anteriores, dentro del neorromanticismo que impera desde el siglo pasado como corriente literaria.

Marcelino Arellano Alabarces  como escritor, se caracteriza por ser un poeta valiente, tenaz que nos habla abiertamente y sin pudor del escarnio, del vivir, del gozar…”, no sorprende oír que el autor habla de crecer como persona en toda su magnitud, pero si que que nos muestre “ el placer del desencanto, la melancolía y la añoranza que queda detrás de la ventana de la tristeza o el amor eternamente loco como regalo y siempre bendito por ser apasionado y motor que envuelve la vida”.

Toñy nos advierte que al acercarnos a las páginas del autor, estas pasan rápido por el anhelo de avanzar en este encuentro que va más allá de la pura literatura, ya que “mágicamente y de manera sabia nos lleva a un paisaje donde las palabras se hacen frases para construir, una a una, destellos de belleza sobrepasando las líneas impresas”, y ensalza su estilo cercano, directo, sin metáforas sobrantes, “donde línea a línea, sientes el pulso de latidos fuertes, apasionados, cargados de la vitalidad que solo lo consiguen los ágiles dedos de la sinceridad”.

Y nos centra en  el libro

 “Al acercarse a estas hojas, nacen: Los valles del alma”

Un espacio donde el lector puede encontrase consigo mismo, ya que este prolífico y gran maestro del sentir que es Marcelino Arellano Alabarces , nos transporta con este nuevo libro a los albores más esenciales del ser: El paso del tiempo, la vida y muerte, el amor eterno y los conflictos de amar, haciendo que sus versos queden impregnados en nuestras miradas como reflejos de nuestros propios ojos.

“Siempre existirá tu nombre” es el primer poema marcando la eternidad de amar, dejándonos estas bellas palabras el maestro:

…Siempre estarás junto a mí,

por el camino que yo vaya,

como guirnaldas de flores

de tus manos artesanas.

Te oiré muy cerca de mí

porque las oiré con mi alma…

Los valles del Alma, enhebra los hilos de un viaje a  mundos  internos mediante la identificación, verso a verso,  conecta con nuestras propias emociones, ya que el amor es una realidad compartida por la condición de ser persona y es la vida en sí misma.

…Cada cual es dueño de su destino,

de nuestros pasos en la huella que dejamos

en el camino que nos marcó la vida.

No me busques como algo pasajero… 

Poeta entre poetas, en estos términos nos describe Toñy a Marcelino, equiparándolo a un trovador que cantaba gestas vividas, por vivir o compartidas en su largo caminar por estos valles y nos hace pasear por ríos y cuestas.

            “En textos como: “Recordarás mis palabras”, o “No es posible olvidarte”, magistralmente el autor nos adentra a un compendio de poemas no exentos de garra, pasiones entrecruzadas, dolor al desapego, deseos y rabia… besos dados y por dar… ternura y duelo… Todo ello desde la perceptiva de que “siempre fue más feliz quien más amó…”

             Y así, de esta manera, el escritor en su lírica nos abre su equipaje para mostrarnos un cúmulo de experiencias propias y ajenas donde nos eleva “al sentir más allá de la persona como ser individual”, siendo viajero del tiempo y acompañante en el trayecto por este recorrido.”

La presentadora acierta cuando afirma que “Los valles del alma” nos recuerda que el amor no permanece enjaulado, sino que vuela a través de sus líneas a cualquier alma deseosa de abrir sus alas para abrazar la eternidad.

…Y sin darnos cuenta va pasando el verano,

marchándose rápidamente de dar tantas vueltas.

Se va, qué distante tú de mí en este tiempo.

Vuelve la calma y de nuevo tu acercamiento…

 

      Difícil resumir este nuevo libro de Marcelino Arellano Alabarces en una sola palabra, y Toñy lo hizo al final: Hermosura.

Los valles del alma es una obra hermosa, bella, de una ternura solo equiparable a la pluma de este gran escritor.

Los valles del alma, un valle un lugar para viajar donde la grandeza de su paisaje está en la inmensidad de amar”

     Tras la presentación Mª Dolores Alabarces leyó una composición poética que glosaba a modo de antología todos los títulos publicados por el autor hasta el presente, un original y emotivo homenaje. Llegan por fin los diplomas que estaban en camino, y finalmente se hace la entrega de los mismos.

   P1100901    Tomó la palabra Marcelino para agradecer la asistencia a paisanos y autoridades, agradeció  también especialmente Susana o “Suni”, anterior edil de cultura, por tantos años dedicados a la cultura en Ítrabo, habló del esfuerzo que supone celebrar y mantener con los años un certamen poético como este, bien lo sabe él por todos los que organizó en la que también es su tierra, Mallorca, dónde tuvo la satisfacción que todos los autores a los que invitó, ninguno rechazó la participación y todos fueron, bueno, todos menos un Caballero en concreto….

      Agradeció también al Ayuntamiento, sobre todo también por el detalle de invitar a un vino después, que los vecinos ya le habían estado preguntando si habría morcilla, o si Mª Dolores llevaría pestiños. Por cierto, que lo del nombre de la calle estaba muy bien, pero que sus nietos ya le habían preguntado que cuando le iban a regalar la casa.

      Nos habló de las raíces, de los orígenes moriscos del apellido Alabarces, “los que no se convirtieron”, contó que los descendientes de tercera generación de un Alabarces que llegó hasta Puerto Rico están al día de todo cuanto acontece en Ítrabo y mantienen incluso una fundación; a través del apellido nos habló como los itrabeños en la diáspora siguen amando su pueblo y anhelan volver: “Aquel que pierde las raíces, no es nada”.

      Marcelino nos cuenta que está preparando una antología poética, y que ahora está escribiendo una novela basada en el Albaicín y Granada. Nos lee un artículo que va a publicar sobre el Albaicín. Termina la lectura y quiere agradecer a Granada Club Selección las excelentes ediciones de sus obras, y sobre todo, por la labor cultural gracias a la cual muchos autores han tenido la oportunidad de ser leídos y conocidos.

      Finaliza el acto D. Antonio Jesús Carrascosa felicitando al jurado y a los ganadores, y pide disculpas por no habernos advertido de la innovación de este año que consistía en que el diploma a los ganadores se haría justo antes de que interviniese Marcelino… brillante quite de humor que hace que termine el acto entre fuertes aplausos y risas.

     WhatsApp Image 2017-04-11 at 08.18.38 El lector que hasta este punto ha tenido la paciencia de leer podrá indignarse: “Pero oiga, cómo se le ocurre acabar ya la crónica.  ¿Es qué no va a decir nada de lo que dijo Marcelino…?, tanto marearnos rebuscando valles y al final, ¿no nos va a contar cuáles son esos valles según el autor…?”.

       Pues miren ustedes, Paco Umbral tampoco se lo termina de creer allí en el Parnaso o dónde quiera que esté, porque, sorpréndanse, simplemente Marcelino no fue al acto a hablar de su libro.

       Van a tener que leer el libro: lo van a disfrutar. Manuel Ceballos

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