Utopías
Un grito de protesta puede acabar con infinitos gritos de dolor. Para ello necesitamos unir nuestras voces, y que ese grito que salga de nuestras gargantas llegue a los oídos de los dirigentes de los países más y menos poderosos del mundo. ¿Seremos capaces de dar ese gran grito en solidaridad con todos los hermanos nuestros que sufren a causa de los sangrientos impactos de los conflictos bélicos o, por el contrario, preferimos continuar viviendo cómoda y calladamente y de espaldas a ellos?
Al Qaeda, Soko Haram, Al Shabaab, Jemaah Islamiyah, etc., con sus grupos o brigadas, continúan con sus acciones terroristas para vengar los “crímenes de las fuerzas del mal contra los musulmanes”. El odio de los radicalistas musulmanes hacia todo lo que “huele” a occidente tiene su origen en la vehemencia imperialista que los EE UU llevan en sus genes, es decir, en ser el único amo y señor del orbe.
El hombre y la mujer de buena voluntad que habitan en cualquier país occidental perciben impotentes el ansia de asesinar de estos criminales del fundamentalismo islamita más radical. Obviamente, no todos los musulmanes son de la misma calaña. Estos ciudadanos musulmanes de buena voluntad temen la confusión entre terrorismo e islam. Ello conlleva que se muestren inquietos ante la hostilidad y el recelo que perciben por parte de ciertos núcleos de la población.
Hay naciones que aparentan tener un régimen político democrático, como le sucede a Marruecos, y, sin embargo, bajo esa capa, ese barniz de democracia se oculta un régimen totalitario. Por ello, no les es extraño al hombre y a la mujer de países democráticos las políticas de Rabat en cuanto a las detenciones de saharauis defensores de los Derechos Humanos, entre los que se encuentra el carismático líder independentista saharaui, Ali Salem Tamek. Las órdenes dadas por Interior no admiten dudas ni tergiversaciones: “Arrestar a todos los activistas de Derechos Humanos saharauis”. A pesar de estos machacamientos de personas que trabajan día a día para que los Derechos Fundamentales del ser humano se respeten en Marruecos, incluido el Sahara Occidental, “el hermano” Muhammad VI y el Gobierno de Rabat continúan sus políticas fascistas.
¿Dónde se halla la paz? Quizá los líderes mundiales no quieren encontrarla y menos aún allanar los caminos de la vida con el único y común objetivo de que ésta reine en todos los países del mundo para bien de la humanidad. ¡Una utopía! Recordemos que “la utopía, declara Anatole France, es el principio de todo progreso y el diseño de un porvenir mejor”. Según estas palabras del escritor francés, en las utopías de hoy hemos de incubar las realidades del mañana, ésas que protagonizarán las jóvenes generaciones y las que aún están por llegar.
Carlos Benítez Villodres
Gracias amigo Carlos por el toque de atención: en las actuales circunstancias hay quienes están quedando aún más postergados en el olvido, tal como les está ocurriendo a los sahaurauis.
A través de los medios y de la televisión nos han mostrado como se han desintegrado países y cómo los nuevos malvados de este siglo se crecen ante la debilidad de nuestras sociedades, en absoluto dispuestas a la más mínima merma de nuestro de nivel de comodidad.
Señalas que quizás son los líderes mundiales quienes no quieren encontrarla, quizás más bien es que no les merece la pena el coste que supone, ya sabes, los intereses prevalecen.
El norte de África tiene gran valor geoestratégico no solo para el amigo americano, interesa que haya estabilidad (no importa bajo qué régimen) que no impida el tráfico de rutas comerciales, y ahora con que la que está cayendo, sobre todo que pueda aplacar la insurgencia. Y si eso cuesta la desaparición de un pueblo.,.. simpled daños colaterales, además, a quien le va a importar si nadie se acuerda de ellos…
Por ello, aquí en casita, ahora que los lobos además de cebarse con sus conciudadanos nos amenazan , preferimos ponerle también una vela al sultán y sus fieles, que sean estos los que mantengan a raya a los nuevos hunos que han usurpado el Islam, vaya a ser que se nos instalen a un tiro de patera al otro lado del estrecho… mucho me temo que en España vamos a preferir permanecer seguros y apartados, aunque ello suponga abandonar y quedarnos solo de este lado de la barrera.
Por ello las gracias amigo Carlos, al señalarles les das vida, le das esperanzas a una generación de jóvenes que nacieron en medio de la nada, preguntándose dónde está ese lugar que solo conoce por los lamentos de sus mayores y si realmente merece la pena malvivir en medio de ninguna parte.
Y claro está, gracias por hacer que nos preguntemos en que momento extraviamos o vendimos el último pellizco de utopía que nos quedaba.