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El secreto dejó de serlo hace unos días,  cuando viniendo en el Ave procedente de Madrid, me llamó el presidente de la Asociación de Frutos Tropicales, para decirme que el homenajeado que figuraba en el  programa de actos de las “VI Jornadas Técnicas”,  previsto para unos días después, era yo,  y no podía faltar…lógicamente.

      No salía de mi asombro,  por cuanto una  “sorpresa  oculta”  más de una semana, se hace poco menos que imposible, sobre todo cuando el secreto está en manos de diversos amigos con los que convives casi a diario. En una barra de bar, o sentados en una mesa con un whisky con hielo en la mano, y entre colegas, se abren las cajas secretas más ocultas,  antes de tomar el último sorbo de la copa y pedir un repuesto, para soltar esa noticia que viene quemando y que casi nadie es capaz de mantener en secreto, cuando se trata de un acto que hará feliz a un amigo. Pues no;  nadie soltó prenda y ni siquiera mis numerosos árboles de aguacate con los que parlamento cada día  me dijeron una palabra,  y estaban tal vez en el secreto, que pudo cocerse incluso  bajo sus ramas.

      Los homenajes tienen muchas connotaciones y naturalmente aflora entre ellas,  algún oculto merecimiento. Auscultando en mis ya obsoletas actuaciones personales, enseguida comprendí que aquella  distinción que se me hacía, era en realidad un homenaje a un sector de éxito, como era la agricultura tropical y de manera especial al aguacate. Y como dicho fruto está de moda, y la televisión, la radio, la prensa, las revistas dominicales, y las tertulias no paran de referirse a un fruto que los mexicanos llamaban ahuácalt,  los peruanos  conocían como  palta,   en Estados Unidos por la influencia mexicana lo llamaron  avocado, y los conquistadores andaluces,  que fueron los verdaderos descubridores del fruto en Puebla (México) lo bautizaron entonces  con el nombre de  aguacate,   (tal vez porque se les hacía difícil pronunciar la palabra  “ahuácalt”  allí usada).

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      Y el éxito de una pulpa “sinsabor” ha ganado los paladares del mundo por dos razones: la primera,  porque  esa grasa que no suele gustar cuando se come por primera vez, resulta deliciosa cuando se conocen sus numerosas aplicaciones culinarias; pero la segunda y fundamental, por las cualidades  saludables que contiene este fruto milenario,  que los aztecas aprovechaban para su alimentación antes de la llegada de los españoles,  y creían  firmemente en sus propiedades  afrodisíacas para sus encuentros amorosos; sabedores de  que la vitamina E que el fruto contenía, era la vitamina del sexo…

      Para mostrar mi agradecimiento a la Asociación como promotora de mi homenaje, ilustré al auditorio con dos noticias que venían al caso y encajaban perfectamente en el  importante acto que se celebraba titulado  “VI Jornadas Técnicas. Retos de Futuro”, en las que intervenían acreditados  doctores en el arte de la producción y manejo de la palta chilena y  andaluza.

      La más importante noticia que desvelé, fue la reciente visita que había tenido del Dr. Diter Wienberg, el que fuera primer director de La Mayora e  introductor del aguacate en la Axarquía malagueña; en nuestro encuentro, tuve ocasión de realizarle una entrevista para Granada Costa y La Tribuna de Marbella,  que puede ser histórica, habida cuenta de que ese día estaba cumpliendo  noventa años.

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      Y la segunda noticia y muy importante para el sector profesional, fue, que había terminado mi décimo libro titulado  “Tropicales raros, raros, raros. (Desconocidos)” y que me disponía a  presentar en breves fechas por medio de la Asociación,  en Torre del Mar. Un libro único,  que pone al descubierto las numerosas frutas ignotas de los países del este asiático, Malasia, Borneo, Sumatra, y algunas otras nativas del Centro y Sur de América. Cabe suponer, que entre las 150 especies que trato en este raro  libro, surgirá alguna que pueda ocupar un espacio en los suelos andaluces sin que haya pasado mucho tiempo.

      La asistencia a estas Jornadas que la Asociación organiza anualmente  para sus socios,  en esta ocasión se celebró en los Jardines El Trapiche de Vélez-Málaga y en dicho  acto, sus suntuosos salones se vieron repletos de socios, investigadores,  empresarios y personalidades relacionadas con el sector tropical. Agradecí su presencia a todos los asistentes, y desde el presente informe lo hago de manera especial,   a los directores de La Tribuna (Marbella), y Granada Costa (Molvizar) que nos acompañaron en tan importante jornada.

Julián Díaz Robledo

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