Como es costumbre desde hace ya varios años pasamos mi marido y yo, en nuestra residencia de Motril, varios meses al año. Este año se ha alargado desde mayo hasta diciembre, por los siguientes motivos:
- Empecé con una exposición de pintura en La Herradura en el mes de mayo, seguida de una exposición durante todo el mes de junio en Villa del Rio, Córdoba. Más diferentes conciertos de flamenco que ha venido dando mi marido José Heredia.
- Terminamos en diciembre y nos marcharemos de nuevo a nuestra residencia en Palma de Mallorca el día 18 de diciembre, después de que mi marido haya recibido la Medalla de Oro al Trabajo Cultural concedida por nuestro Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa.
Durante todos estos meses hemos combinado infinidad de encuentros culturales, a mí me ha servido para ir a clase de pintura de retratos en una escuela de Motril, independientemente de que durante todos estos meses hayamos recibido infinidad de visitas de familiares y amigos, que por supuesto se han hospedado en nuestra casa.
Pero puedo garantizar que la visita que más emoción ha tenido ha sido esta última, la de Fernanda y Pepe.
Ha sido tan intensa que ellos que se dedican a la fotografía artística y yo que recojo numerosas fotografías de todas las panorámicas más importantes para después pintarlas, hemos recorrido todas las calas de la Costa Tropical y puedo afirmar que son muchísimas, hemos sacado fotografías del río Guadalfeo, hemos sacado fotografías del río Verde, de Granada capital y todos sus entornos y de bastantes pueblos…
Todo esto terminó con una invitación del presidente del Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa, Pepe Segura, el día 18 de noviembre para visitar la sede central del Proyecto Nacional de Cultura Granada Costa que la tenemos en Molvízar.
Fernanda y Pepe se quedaron muy sorprendidos porque su donación de 12 fotografías artísticas de molinos de Palma de Mallorca estaba en una de las salas más principales y al mismo tiempo sorprendidos del edificio tan grande que tiene nuestra sede.
Ya en la terraza, 4ª Planta, estuvimos en la taberna cultural, donde el plato estrella que se degustó ese día, aparte de una gran variedad de entremeses y aperitivos en los que nosotros colaboramos preparando Coca de Trampó y Cremadillos de chocolate, más la paella que es costumbre que siempre sea inédita con el nombre de «Alta Mar», acompañada por supuesto, por todo tipo de bebidas, café y postres navideños.
Puedo garantizar que ha sido una semana inolvidable.
Pepa Cortés