Publicidad… ¿cómo y cuándo? – A Toda Costa

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En la actualidad “todo se publicita”

El nacimiento de la publicidad es paralelo al propio comercio, por lo que podríamos aseverar que es tan antiguo como él mismo.

Sin embargo, en época de crisis económica o la actual sanitaria, los responsables y gerentes de muchas empresas recortan drásticamente su presupuesto con destino a esta partida y un considerable pedazo del mismo lo destinan a maquillar los frágiles resultados finales, quizá intentando salvar su propia “cabeza”.

Lo considero un error, puesto que en estos momentos de crisis económica y de cierta incógnita por la pandemia, es cuando se debe invertir en publicidad, mirando al futuro y demostrando ante el comprador que se está consolidado y que se piensa seguir proporcionando bienestar y riqueza social a través de productos o servicios de calidad, al mínimo precio.

empresario

La cuantía destinada a publicidad no debe sobrepasarse nunca, pero tampoco escatimarla.

Se sigue precisando, como siempre, un análisis para sacarle la máxima rentabilidad previo estudio del mercado potencial, público a quien se dirige, con honestidad y claridad en el mensaje, a lo que me permito añadir, humanizar y acercarse a la realidad paralela con calidez y verdad.

Sin embargo es conveniente que la publicidad en estos difíciles momentos contenga un mensaje de solidaridad, se eviten las imágenes opulentas y sensacionalistas por sensibilidad y respeto a la situación económica del pueblo y el luto de muchas familias.

Publicítese con ingenio, gusto e invierta, poniendo en valor los “valores” de lo que se comercializa, sepa mostrarse y transmita confianza en el mensaje.

Todo esto es lo que acabará dándole al consumidor “fiabilidad” y a la empresa progreso y “fidelidad’.

 

Francisco Ponce Carrasco

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