PLAZA DE ANDALUCÍA Y CALLE MOTRIL (ÍTRABO)

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La plaza de Andalucía es sin duda alguna -a parte de ser la más grande de la población- y ha sido siempre, la plaza de encuentro de todos los itrabeños. En esta plaza han sucedido los acontecimientos más relevantes a lo largo de siglos. Tanto festivos como de otras índoles: actos religiosos y manifestaciones para protestar por hechos.

Desde mi niñez y juventud, esta plaza ha sido remozada en varias ocasiones, pienso que, en el deseo de las autoridades de darle empaque y categoría. Aquí en esta plaza se montaban las casetas y columpios en las fiestas patronales, recuerdo que por aquellos años la banda de música que animaba las fiestas venía desde Cádiar un pueblo ubicado en la Alpujarra. Por aquellos años yo era monaguillo en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen y cuyo párroco era D. Luis Mellado Manzano, un hombre bueno que fue muy querido por todos los habitantes del pueblo. Era un hombre delgado, alto y con el pelo cortado al “cepillo”, recién salido del Seminario de Granada y que sirvió de revulsivo, para que algunos jóvenes de ambos sexos, ingresaran en el Seminario Menor de San Cecilio de Granada y otros ingresaran en comunidades religiosas. Posteriormente algunos colgaron los hábitos. También era el punto donde se reunían los hombres cuando no iban a trabajar al campo por la inclemencia del tiempo, en la certeza de que se encontraría con la persona deseada y, en fin, era una manera de pasar el tiempo. Recuerdo que siendo niño había dos plateros que eran los dos únicos árboles que existían en toda la población, que nos servía a los niños para subirnos en ellos en nuestros juegos y travesuras. En su día fueron arrancados ya que, el interior de los árboles estaba huecos y era un peligro de que pudiesen caer sobre alguna persona. La mayoría de las casas que entonces había han sido todas ellas (¿) rehabilitadas o construidas de nuevo, en mi niñez y juventud, el 98 % de las familias que vivían en esta plaza, eran pertenecientes a la clase media o alta de la población. Todas esas familias eran propietarias de bastantes tierras de cultivos y también disponían de algún que otro negocio en la población.

                        Esta plaza ha sido y es -de alguna manera- el centro neurálgico de la villa y, como ya he dicho, el punto de reunión por excelencia de todos los habitantes de la población. Otro punto de encuentro de todas las personas y que he obviado en una crónica anterior, era delante de la antigua pescadería, en donde se reunían los hombres para ser contratados para trabajar en el campo. Eso sucedía a diario, hiciera frío o calor, esperaban estoicos a que los propietarios de tierras viniesen a contratarlos. Todos esperaban tristes y casi sin hablar con nadie, ante la incertidumbre de si ese día podrían trabajar y llevar el jornal a su casa. Después de pasar allí varias horas, los que no eran contratados volvían resignados a sus casas pensando que al día siguiente habría más suerte y, sobre todo, más seguridad de que su familia podría comer. Yo también de joven acudí a ese punto a esperar ser contratado para la recolección de almendras o aceitunas e incluso, labrar trigo, en los días en que no había colegio. Eran tiempos muy duros para todos, recuerdo -y no con tristeza- pues, otra cosa no había que, en invierno, calzábamos unas abarcas, los pies siempre lo teníamos helados y, sin embargo, ¡Que tiempo tan agradable! Hoy que dispongo de todo, valoro más, lo poco que entonces teníamos. Tiempos pasados no fueron peores, era lo que había y éramos felices.

Plaza Andalucía

            Dentro de las veces que esta plaza ha sido reformada, sea la última de ellas la que más perdura en el tiempo. En medio de esta plaza hay un paseo con bancos en los laterales en donde se puede descansar o pasar el rato bajo la sombra de los árboles existentes. En uno de los laterales existía un pilar que servía para abastecer de agua a la parte baja de la población y servía de abrevadero para la arriería. En una de las restauraciones de la plaza se quitó. Era un pilar antiguo y, por lo tanto, se tenía que haber protegido, formaba parte de la fisonomía de la plaza y era parte de nuestra historia. Hoy en día existe otro en la plaza junto a la calle Pablo Picasso, más moderno y artístico, acto solamente para beber los animales y refrescarse las manos en los días de calor.

            Junto al antiguo pilar vivía la familia de José Bustos González y su esposa Doña Aurora Bayo, que fue maestra de escuela, esta señora era oriunda de Albuñuelas. Tuvieron varios hijos: José Constantino que emigró a Cuba, María que, se casó con Alberto Bustos, tenían un bar en la plaza, en donde estuvo la Caja de Ahorros  y Manuel, conocido popularmente como “Manolico”, que tenía una tienda de ultramarinos y zapatería en la plaza, su esposa era Elvira Pérez-Cea, tuvieron dos hijos: Manolo que vive en Barcelona y Joaquín que vive en Motril. A pesar del tiempo pasado recuerdo a Doña Aurora y a su esposo, cuya casa estaba junto al antiguo pilar. Al lado de la tienda de “Manolico” vivía Paco Albertus “Falucho” que estaba casado con una hermana de Antonio “Sangalla”, regentaba un bar. Una de las hijas de este señor vive en la casa. Recuerdo a otro de sus hijos Conrado, -ya fallecido hace unos años-. También en una de las esquinas de la plaza estaba ubicada la conocida barbería de “López”, refugio de muchos niños que en invierno nos refugiábamos en la barbería huyendo del frío de la calle. Su nombre era Paco López y su esposa creo que Ángeles, tuvieron dos hijos Ángeles López que se casó con Antonio Medina, de oficio carpintero y después fundó el conocido Bar Medina y bajo esta, la discoteca Mendinat Zhara, muy frecuentada por los jóvenes, no solamente de Ítrabo, si no, de los pueblos limítrofes. Este matrimonio tuvo cuatro hijos, con dos de ellos: Miguel Ángel y Roberto mantengo una cordial y entrañable amistad. Miguel Ángel reside en Granada y Roberto en Molvízar los otros dos hermanos residen en Motril.

            En esta misma plaza vivía la familia de los contreras Ramón y Angelitas, que terminaron por irse a vivir a Málaga. Manuel Calderón, que fue alcalde de Ítrabo, Juan Calderón, conocido como el “cubano” por haber vivido durante un tiempo en Cuba. En donde está hoy en día ubicada la farmacia vivían las hermanas Soledad y María, llamadas las “catalanas” aunque eran nacidas en Castellón. Soledad era morena y María tenía el pelo rojo, ambas eran solteras las conocí muy bien ya que, mi tío Juan Manuel Alabarces Montes, tenía la finca de la “lozana” a medias con ellas y también se cuidaba de otras fincas de su propiedad, ya mayores lo vendieron todo y se fueron a vivir a Motril donde fallecieron. Al lado de la farmacia vivía María Jiménez. También en esta plaza está la casa que perteneció a Gerardo Suárez Villodres y a su esposa Virtudes Pérez -Cea, este señor tenía un camión que llevaba mercancía entre Motril e Ítrabo, tenía como ayudante a Aurelio. Hoy en día esta casona pertenece a un sobrio Manuel Bustos Pérez-Cea que vive en Barcelona y pasa algunas temporadas en Ítrabo. Como no puede ser menos, de la plaza parten dos callejones, el primero conocido como el callejón de “peseta” que no tiene salida, aquí vivían Antonio “peseta” y “pescuezo tuerto”.  Existe otro callejón entre lo que fue la casa de Geraldo y la de Paco “Falucho”, un callejón sin salida muy característico de las poblaciones de Marruecos y en gran medida, en especial, de toda Andalucía. Otro personaje que vivía en esta plaza, concretamente en la casa que fue de Gerardo y hoy día Manolo Bustos Pérez-Cea, vivió el sacerdote D. Antonio Bustos Sáez, conocido como el “Cura Bustos”, natural de Ítrabo. Cuentan que le gustaba mucho jugar a las cartas y que cuando perdía armaba la tremolina. Fue muy popular, falleció sobre el año 1942-3. Otra rumorología es que antes de morir pidió fuese enterrado tras pasar el escalón de entrada al Cementerio, para que fuese pisado por todos aquellos que visitaran el sagrado recinto. Ignoro si se cumplió su voluntad, de todas maneras, aún hoy día, hay siempre alguien que habla de él.

Calle Motril parte desde la plaza de Andalucía y desemboca en la calle Peñuela, es una calle estrecha por donde solamente podían pasar las bestias de carga, en esta calle vivían familias de un cierto poder económico entre ellos: Pura la “Pincha”, Juan y Antonio el “Canario”, la familia de Aurelio, los Contreras, etc. Esta calle por su lado derecho como partimos desde la plaza de Andalucía, limita con lo que era la huerta de Contreras, hoy esta huerta, es una urbanización que aún no está terminada, ya que según me han contado, la empresa que construía la urbanización quebró en los años de la crisis. Calle tranquila y llana, en donde en los días de viento era difícil transitar por ella y destacar que, en muchas de sus viviendas, proliferan las flores.

 

Marcelino Arellano Alabarces

Palma de Mallorca

0 thoughts on “PLAZA DE ANDALUCÍA Y CALLE MOTRIL (ÍTRABO)

  1. Marcelino. Para mi la plaza de Andalucía también es muy entrañable e importante.
    He cantado en dos ocasiones en las fiestas del vino. Tengo buenos recuerdo del pueblo de Itrabo. Bssss

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