Para no ser un viejo inútil

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    Hace unos días que cumplí 88 años, pero a pesar de mis muchos años sigo  como suele decirse “al pie del cañón”. Quiero decir que continuo  desarrollando, aunque con algunas limitaciones,  las mismas actividades de siempre: que son las tareas físicas  que requiere el campo, como las mentales que requieren todas las gestiones de una administración de mi finca de frutas   subtropicales como son los chirimoyos, los mangos, los aguacates y algunos más que conlleva la asistencia de reuniones de regantes, conferencias, sobre ventas, mejor comercialización, gestiones sobre precios y otros muchos trabajos derivados.

Por otra parte a la mente no le dejo descansar tampoco. Desde aquel 18 de  enero de 1955 en que me dieron el carnet con el nº 79 como corresponsal del hace tiempo desaparecido “Diario Patria”, pues no he dejado de escribir en varios periódicos especialmente con temas relacionados con la agricultura y todos sus problemas en esta Costa subtropical de Almuñecar y el Valle del Río Verde (Jete). De ambos pueblos guardo el más grato de los recuerdos y el honor de haber sido su alcalde. Desde hace unos 12 años ha sido el periódico Granada Costa el que me ha dado carta blanca para escribir todos los meses sobre los temas que me vengan en gana y al que le estoy muy agradecido.

         Por todo esto cuando algunos amigos y conocidos, cuando me encuentro con ellos me dicen que “cómo me las arreglo para estar tan activo con tantos años”. Incluso algunos familiares me dicen que ya va siendo hora que deje el timón del barco y me dedique a descansar. Y yo en tales circunstancias me pregunto ¿descansar de qué?

         Para aquellos que les interese les daré mi información secreta para estar en forma hasta los cien años o quizás más:

1.-Pienso en positivo.- Ésta es la clave más importante para una buena y larga vida. Hay que evitar las preocupaciones y las tensiones, aunque no faltarán, pero que no nos dominen. Mi regla es que, si algo queda fuera de mi control, no tiene objeto preocuparme por ello. Y si puedo hacer algo entonces ya no debe ser motivo de preocupación, lo hago y basta, y sobre todo, desterrar los miedos.

 2.- Me mantengo activo en todos los aspectos.-  Sé que hay personas que le encanta la jubilación para no hacer nada pero hay otras muchas que a partir de esa fecha les suelen aparecer multitud de problemas y el más gordo es el cambio que puede producir su actitud ante la vida; pues cuando se tiene tanto tiempo libre a menudo se empieza a pensar y sentir como un viejo, un inútil y cuando no una carga, y casi siempre un incordio en la casa con la familia y en las reuniones con los amigos. Por eso cuando se llega a mi edad hay que estar ocupados, tener alguna obligación que nos haga salir de la cama. Yo sigo levantándome a las primeras luces y atendiendo todo lo que he enumerado al principio y la verdad  es que no me aburro ni me siento viejo en absoluto. Estoy convencido que hay que estar trabajando  hasta el último día, que como bien dice la frase evangélica “no se sabe ni el día ni la hora. Los médicos  recomiendan que para mantener la salud demos un paseo de media hora; yo suelo andar por el campo varias horas diarias.

         Si la actividad física es importante, no menos es la mental, que a partir de la jubilación se le suele prestar poca atención, y es el mayor de los errores. Si la cabeza funciona bien lo más probable es que el cuerpo vaya bien. En mi caso desde hace ya unos cuantos años comencé a organizar mi oficina y a poner en orden el montón de papeles, revistas, periódicos… que guardaba desde que me licencié del servicio militar y todo aquello que me pareció de interés lo fui poniendo en las paredes así que están cubiertas con cientos de fotografías, diplomas, artículos, etc. Sé que esto no puede ser del agrado  de todos pero a mí me sirve para mantener la mente activa. Alguien puede pensar que intento vivir en el pasado, pero es todo lo contrario, siempre he vivido el presente sin renunciar al pasado. Este pretérito me ayuda a entusiasmarme con el presente y con el futuro, y me va muy bien.

         La conclusión es que con actitudes positivas, trabajo, toda clase de actividades no tengo que sentirme viejo e inútil, como un trasto, porque haya cumplido 88 años.

                   JOSÉ ANTONIO BUSTOS

                   Almuñecar a 10 de marzo de 2020

0 thoughts on “Para no ser un viejo inútil

  1. Orgullosa de mi padre. Gracias por compartir tus secretos de una larga y productiva vida, esperando celebrar vuestro aniversario de bodas de los 100 años.

  2. Brillante como siempre José Antonio. ¡Cuánto tenemos que aprender las generaciones presentes y futuras de personas como tú!
    Muchas gracias por tu ejemplo.

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