¡NECESITO PADRINOS PARA 25 AÑOS MÁS!

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Hace horas, días, meses y años que el día 28 de mayo a las 17 horas me di a la aventura, me había jurado que esto lo había hecho una vez pero nunca más lo repetiría. Y cobré mi juramento a causa de una amiga que me hizo salir de casa y me llevó al baile con ella. Yo no sabía bailar, solo fui a acompañarla y a ver bailar. Pero del destino nadie huye pues salimos de ese lugar llevándome a mi amiga a la fuerza, porque me quería ir ya, eran las 19 horas. Pues bien, cuando salí por la puerta vino un príncipe pequeñito que no era nada de mi agrado porque yo ya era pequeñita y a mí me gustaba sentir a mi lado a alguien que mostrase que me protegía. Los días pasaban y no me dejaba y me decía que me quería hacer bailar y yo le decía que no sabía pero no valía la pena porque él siguió insistiendo y me preguntó si la semana siguiente iría a bailar y yo le respondí que no sabía bailar a lo que él contestó que me enseñaría.

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Tiempo llevó esa historia porque, además, él me dijo que hacía dos años que me había visto y que se decía a sí mismo que quería encontrar a esa muñeca que había visto en tal sitio. Los meses pasaron y él me acompañaba a casa pero yo le dejaba en la calle de al lado de donde yo vivía, hablábamos de cosas de nuestras vidas y de nuestros hijos y él, entonces, se iba para su casa a 60 km de París. Hasta que un día me invitó a ir al teatro a las 21 horas y yo le dije que sí porque a esa hora había acabado mi trabajo, entonces ese día me preparé. Yo vivía en Rue de la Fidelité, París, 75010 y él no apareció, yo a las nueve y media me cambié la ropa y me dije a mí misma que él se había equivocado porque no sabía en la puerta que había tocado. Llegan las 23 horas y suena el teléfono, él no tuvo tiempo de decirme nada porque le colgué tratándole de mentiroso, pero él insistió para explicarme aunque yo no quería saber más, él había llevado consigo a su inquilino y le pasó el teléfono y el inquilino me contó lo que había pasado. Resultó que todo este tiempo habíamos salido pero él no tenía mi dirección, preguntó por toda la calle pero nadie conocía a la señora pequeñita con el pelo largo y negro. Yo salía del trabajo e iba a otro y nunca hablaba a nadie. Le perdoné pero le dije “que sepa que no volverá a pasar, ya no soy una niña para creer en tonterías y no sé para qué pierde su tiempo”.

El tiempo pasó, esto fue tres semanas antes de San Valentín y nos encontramos una vez más, él me había hecho bailar un baile dos años atrás, tanto me marcó que yo ni le conocí fue él quien me explicó por qué bailé con él y que yo le había dicho que no sabía bailar, ¡qué gran importancia le había dado yo! Es decir, que el día de San Valentín comenzó a darme regalos que ganaba en los sorteos de la discoteca y yo las rechazaba. El año siguiente, un día, vino una amiga del baile bienintencionada a decirme que él estaba en el baile y yo le dije a la mujer que él no era nada mío. Pero resultó que ese día fue la primera vez que él estaba invitado a venir a mi casa y cuando llegó a las 20 horas yo le dije “¿cree que yo le voy a esperar alguna vez más a estas horas para que usted vaya a bailar?” él me preguntó que quién me había dicho eso, yo le respondí “alguien que le conoce, para mí terminó, coma si quiere y váyase de aquí”. Entonces, él me cogió la mano y me dijo “hay cosas mejores que el baile, yo no vuelvo al baile sin usted” yo le respondí “habla, habla que tú me interesas”. Se giró para mí y me dijo “quiero pedirle su mano” yo me partí de risa y le dije “¿y después cómo voy a trabajar?” y me volvió a repetir “yo quiero casarme con usted”, yo le contesté que no estaba preparada y prosiguió “piense, tenemos el mismo pasado con nuestros ex” yo le respondí “está bien, veremos”.

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Pasó un año y siempre me decía lo mismo para mí. Yo fui quien lo puse bonito, parecía viejo cerca de mí, yo siempre parecí joven y él no me atraía nada, cuando le vi trabajar era cuando lo aprecié porque tenía manos de oro, él hacía todo y yo hacía todo, nos complementábamos los dos, pero en cuanto al resto nada. Después comenzó a decirme que quería que me vistiese de blanco para nuestra boda y yo le dije que iría con falda y chaqueta de color amarillo, yo veía que él estaba triste. Me casé de azul, él se contentó porque me dijo que estaba muy elegante pero a mí no me encajaba nada de la boda en la cabeza y, además, a mí que me gusta el cachondeo, en el momento en el que el alcalde nos dio las alianzas para que nos las pusiéramos yo me puse a cantar una canción de Sehila “l’ecole est finie” que dice “dame tu mano y toma la mía, la escuela terminó, ah, sí, ah, sí”. Ahí las horas pasaron y los días y también las semanas, los meses y los años y queríamos, si Dios nos deja, celebrar nuestros 25 años de casados el día 28 de mayo antes de que Dios nos separe.

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Quería invitar como padrinos de boda a doña Carmen Carrasco Ramos, Delegada Nacional de Poesía y a nuestro director don José Segura Haro, solamente para marcar estos 25 años que nunca los pensaría celebrar, que ahora me considera su hermana de corazón, solamente para marcar el día porque no celebraremos otro, pues nunca celebramos un día de casados en nuestra vida, entre el trabajo y el baile no había tiempo para nada, nos acordamos de esto porque hay una cosa que nos va a marcar y quien me acompañe en la escritura, si supieran mi pensamiento, les parecerá raro. El día que Dios me lleve, si cumplen mis últimas voluntades, bastará una sola persona en mi entierro para que entienda mis palabras que están escritas en este comentario. Me gustaría estar bonita porque mi vestido tendrá su destino para donde voy, por eso me quiero vestir de ese color el día de mi última aventura.

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Francelina Robin

ENCUENTRO ENTRE POETAS

 

No te conocía, dicen que ni te quería,

Las palabras hablaron por nosotros,

Éstas que hacen parte de nuestras vidas,

Conversación tira conversación.

 Y tú haces promesas

Palabra tira palabra,

 y yo no quería nada,

Y nace una amistad,

 Seguimos lado a lado,

Encuentras a una poeta

 y a un trabajador,

Escribo letras y no te aprovechas

Pero no sabes leer,

A nuestro alrededor hicimos

 Fiestas y dimos alegría,

Bailando al son de la melodía,

 Corriendo todos los días

Por ti escogidas, aquí está tu princesa,

Por ti declaradas, soy tu amada,

Señora y esposa,

Como un poema de amor

 Sin yo saber que sería escritora,

La poesía, la prosa…

 ¡si tú supieras cómo estoy de enamorada!

Los versos y todo, además,

 tú lo sabes porque me llevas,

hacemos parte de los pequeñitos,

 que lloramos y sonreímos

Y en esta conversación, entre todos,

 Van a saber nuestra vida.

Nosotros vamos conociendo

 Lo poco que nos espera,

Éste es el sufrimiento

 Entre nosotros dos,

Encuentro entre poetas,

 lo más bonito es la sorpresa,

La nostalgia se refleja

 Para ti que fuiste atleta.

Con nuestra mirada

 Nos comprendemos,

Con la sonrisa tímida porque

 Lo verdadero nunca lo vemos,

Aflora en los labios la tristeza,

 Para mí es una sorpresa

¡Oh, mis amigos lectores,

 tengo la certeza!

Yo soy vuestra soñadora

 y amiga, os quiero con pureza.

Esa que os trae complicidad,

 pues solo cuento la verdad.

Miradas discretas, escuchamos,

 entre mi príncipe y yo, hablamos,

Sonrisas, tolerancia,

 Pocas cosas más concretas,

Amores olvidados,

 Esta amistad de los años pasados,

Almas puras, fieles,

 Aunque no haya nada,

Espíritus libres, pero no contrariar

 el lugar, silencio en el amor.

Encuentro entre poetas, para mí

 Es una alegría, tengo compañía

Y vuestra calma me da tranquilidad,

mi amor acompaña,

Ustedes deben decir

“los pequeños deben saber poco”

Con cariño, con ternura,

 Seguimos la aventura,

Que brota entre nosotros

 Con amigos como ustedes,

Tal y como una fuente de agua

 Viva donde corre agua clara,

  Naciente, que se renueva

 a cada instante,

Son, en estos sentimientos

 Que aquí nos encontramos,

Donde el sentimiento rompe

 La belleza, como la naturaleza,

Como un nuevo amanecer,

o el amor y una flor,

Se trata de una fiesta,

 De un amor de Granada Costa,

Que hace que mi corazón sienta tristeza,

Pues habrá viento que pegue

 Más fuerte para conquistar.

Encuentro entre poetas

 Que hablan bien su idioma,

Miran hacia mí y dicen

 “no entendemos”

Y siento en mí vuestra mirada,

 Cada vez más triste,

De sorpresa, me pongo

 Roja por no poder

Y, sin embargo, siento

 Felicidad de saber escribir,

Y ésta es mi certeza,

Pues es triste no comprender

Qué existe aquí o allí,

 Como mi compañero de vida,

Algo bonito puedo encontrar

 Aunque sin entender,

Lleno de pureza,

 Siempre me quiere ayudar,

Cuelga las medallas

porque las quiere mostrar,

Este sentimiento que viene

 De dentro de mí,

Hace cuatro años yo no pensaba

 Tener una nueva pasión en la vida,

Pero quien nos mire desde fuera

Pensará que somos adorados,

Antes de que la escritura existiese

 Empecé a sentirme triste,

Entre nosotros dos nos faltó

 Nuestro delirio en la pista,

Este amor a la escritura

Me consolidó otra vida,

A cada instante me doy cuenta

 De que no me entienden,

Encuentro entre poetas,

Escritora para valorarme

¿Seré bienvenida?

En mi escritura, mis amigos,

En mis faltas de esta aventura,

 el consuelo de mi amor,

Granada Costa es muy grata

Aunque no entienda mi marido,

Me siento perdida por el dolor,

 Del amor y del sufrimiento,

Pero Granada Costa me

Da aliento en este evento.

¡Viva Granada Costa

y nuestro director don José Segura Haro

Y nuestra Delegada Nacional

 de Escritura doña Carmen Carrasco Ramos!

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Francelina Robin

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