MI ADMIRADA AMIGA SOLEDAD MARTÍNEZ GONZÁLEZ-DUARTE ESCRITORA, POETA, ACTRIZ, Y BRILLANTE DECLAMADORA (2ª Parte)

Soledad, tu historia es de interés para los lectores del periódico sociocultural, y en general para toda cultura literaria. Son muchos los personajes que conocen y saben de tu talento, así como trayectoria artística y personal, si te parece bien, sigamos con nuestra entrevista partiendo de la anterior.

Claro no tengo ningún inconveniente.

Soledad, creo recordar que ya nos hablaste de tus raíces, donde comprobamos que tu padre fue tu gran referente intelectual, él fue muy creativo, nos hablaste de tu niñez, de tus amigas… Por cierto, el poema a tu amiga es maravilloso, en este manifiestas tu gran afecto y la magnitud de tu fiel amistad.

Es que hoy todavía lo recuerdo con gran claridad.

Ahora, prosigamos donde lo dejamos, si te parece bien.

Por supuesto que sí.

4ª ¿Cuándo comienzas a escribir y hacer teatro?

En el colegio, una época idílica para mí, a pesar de que mi padre era muy autoritario y, a veces, me castigaba en mi cuarto sin salir. Yo era muy buena, pero él era muy estricto, no recuerdo por qué cosas me castigaba, pero mi ventana daba a la calle y podía hablar con mis amigas. En el colegio nos visitaba el sacerdote y propuso que, a las niñas que quisieran formar parte de un grupo de baile de sevillanas, jotas regionales y ballet, nos pondría profesoras de baile. Por supuesto, me apunté con alegría inmensa.

Ahí comenzó mi vida artística, con 7 años. El cura tenía en el salón de actos un teatro precioso donde actuábamos, e íbamos a otros colegios a llevar nuestros bailes. También preparábamos un escenario para actuar en mi patio, cantando, recitando y hacíamos algunas lecturas de teatro; los niños venían a vernos, pagaban una moneda pequeña y los dejábamos entrar porque había que amortizar los trajes que nosotras mismas confeccionábamos con pegamento y papel rizado de colores para manualidades. ¡Era todo tan divertido!

Con 9 años, imitando a mi hermano que escribía poesías, comencé a hacer mis pinitos poéticos haciéndole partícipe de mis pequeños poemas, él me aplaudía y me alentaba a seguir. A los 12 años, con gran disgusto mío, tuvimos que abandonar mi idílica casa propiedad de la Empresa Nacional Bazán donde mi padre trabajaba para ir a vivir a Cartagena, porque mi padre cambió de Empresa y pasó a Refinería de Petróleos.

En Cartagena, colegio de monjas, ni falda corta, ni cinturón apretado del uniforme. Hice ingreso y primero de bachiller en un curso y seguí hasta terminarlo. También recitaba en el programa del colegio.

En Cartagena ya tenía mis tertulias poéticas y algunas intervenciones leyendo mis poemas en el Casino, el Club Naval, Fiestas del Carmen de Marina y las fiestas del día de la Madre en los jardines del Club, hasta que nos vinimos a vivir a Madrid porque a mi marido lo destinaron forzoso al Ministerio de Defensa por dos años. Transcurrido este tiempo decidimos quedarnos un tiempo más en la capital de España y todavía estamos aquí, sin ánimo de volver a Cartagena para vivir, sí para pasar de julio a octubre entre La Manga y Cartagena, Semana Santa y puentes.

Soledad, seguro que tienes algún poema dedicado a Semana Santa

Así es:

LOS ÁNGELES, SERES INEFABLES

En el silencio por mis sueños

yo camino y voy buscando

el sentido de mi vida

por senderos intrincados,

unas veces me deleitan

y otras vienen fustigando.

Hay que acertar el camino

sin escuchar ese engaño

de sirenas engañosas

con dulces voces cantando.

Para elegir el camino

yo en mis sueños me acompaño

de una idea que es, seguir

cuando despierto… soñando.

Poder así recordar

mensajes entremezclados

en la ignota oscuridad y en los cielos despejados

de bellezas luminosas

y personajes alados

que nos hablan, que nos cuidan

que nos tocan con sus manos

perfumadas, luminosas.

Si la angustia nos azota

y se siente el pulso blanco

de estos seres inefables,

al transmitir su contacto,

las tristezas más profundas,

como si fuera un milagro,

se diluyen en la brisa

suave que van dejando

esos seres inefables,

al sentir el pulso blanco.

Este es un poema publicado en Semana Santa del 2019 de Cartagena en la Revista: La Voz del Resucitado.

Soledad es tan bella tu historia, que te emplazo a proseguir en otros ejemplares.

De acuerdo, Clementa.

Entrevista de Clementa López Pérez

 

A SOLEDAD

 

Soledad de mirada profunda

Madreselva madre que tenaz

seduces al son de tus palabras

mecidas por tu sonrisa eterna.

Soledad madreselva

cual bello es tu resonar

ascendiendo a mis oídos

te desgarras en los versos

te elevas hieren los sonidos

que gravitan en el viento,

te mecen nuestros sentidos.

Soledad de mil prodigios

fluvial manantial del verso

un antojo es el escucharte

corola en el azul del viento.

Soledad susurro y llanto

majestuoso es tu encanto

generosa es tu voz al viento

que va en susurros suplicando

en fiel declama de los versos.

 

A Soledad Martinez Gonzalez-Duarte

Autora. Clementa López Pérez.