MANUELA CARMENA : MI ALCALDESA POPULISTA

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DOÑA MANUELA CARMENA es de trato jovial, educada, buena conversadora, todo, tal vez posible en su carrera jurista. Como Alcaldesa de Madrid se le reconoce y respeta, pero ha perdido gran parte de esas virtudes que en su día posiblemente fueron  validas, como cuando ejerció su profesión y defendió con tesón las “atrocidades” que se produjeron durante la llamada  dictadura franquista  en el Pais Vasco.

Hoy se le reconoce popularmente por su incapacidad de gobierno; no tiene un proyecto para una población con cerca de los cuatro millones de habitantes que alberga Madrid, con sus 3,2 millones de habitantes, es la segunda ciudad europea más poblada, sólo por detrás de Berlín (3,4), y se sitúa por delante del centro urbano de Londres, Inner London (3), Roma (2,7) y París (2,1).

 Como duerme muy bien, cosa que le deseamos los madrileños, cuando se despierta, pone en juego lo que ha soñado esa noche: repartir ceniceros…. decir que las madres de los alumnos de los colegios públicos, se pongan de acuerdo para fregar los locales de docencia de sus hijos, o se inventa una votación que ha costado la impresión de las papeletas para “cambiar” Madrid, más de 600.000 euros con el fracaso total, pues las 212.000 personas que han votado, representan el 7,80 por ciento, para nada la actual población de Madrid capital. Se dio el caso, que una de las mesas con las urnas para la votación en el distrito madrileño de La Guindalera, NO había nadie al frente de la mesa. ¿Quiénes, cómo y con qué identificación tienen valor los votos de esa mesa? . Nadie se explica el grandísimo interés que este Ayuntamiento tiene por dos obras importantes: Peatonizar la Gran Vía, lo que restaría alegría y sentido de capitalidad importante y trasformar la Plaza de España, que, si bien necesita una restauración para adecuarla a la situación vial más actual, pero no la transformación radical de la Plaza y del contorno.

Se dice que los responsables de las mesas eran personas afines a la organización del evento.

Hay proyectos muy importantes que han llevado varios años de ejecución y estudio, como la prolongación de la Castellana, que la ha apartado y ahora, ante la insistencia de que lo había hecho muy mal puesto que el proyecto lleva consigo la creación de miles de puestos de trabajo y un coste económico importantísimo.

Con el Cuerpo de Policía Municipal ha tenido infinidad de quejas y hasta tropiezos en plena calle entre el concejal jefe de la Policía y miembros del Cuerpo.

La oposición machaca cada día estas torpezas que no tienen justificación, dado que el equipo que le asiste, no es analfabeto, y procede de la Universidad. Sólo justifica su actitud la ideología  populista y porque no decirlo; comunista que la colocó como un florero en el antigüo Palacio de las Comunicaciones de la Plaza de Cibeles, apoyada por el grupo socialista que cada día nos da una sorpresa con su actitud desordenada actual.

Para honor suyo, diremos que es respetuosa con la tradición católica de muchos madrileños y asiste, desganada o no, a los actos que durante el año se celebran en los distintos templos de Madrid.

Son muchos los detalles insólitos y excentristas que la buena alcaldesa nos bien dejando en lo que lleva de mandato. Torpe en cuanto carece de un sentido de gobierno para una ciudad como Madridç, que conlleva un continuo consenso con las demás fuerzas políticas y con personas de distintas tendencias políticas que tienen experiencia en política local.

Nos pondríamos a analizar el grupo de concejalas y concejales, que cada día le asesoran, su estudio nos llevaría a una tesis doctoral por las novedades científicas que aportan para el desarrollo de un centro municipal de la envergadura de Madrid.

Seguro que cuando termine la legislatura se merecen un nuevo chotis muy castizo, ya no de Lavapies, que le van a quitar el nombre… como hicieron con el de la plaza de Vázquez de Mella, que la cambiaron por el nombre de un socialista fallecido en plena juventud y del que siempre se habló muy bien por su constancia y trabajo en el Partido, para la sociedad en general, no lo conocemos.

José Luis Martín Correa

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