LOS “XUETES” DE MALLORCA, SEGUNDA PARTE

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Desde 1688 al 1691 los juicios fueron siguiendo su curso aunque muchos llegaban a durar hasta tres años. Los más débiles confesaban rápidamente, decían que “habían recaído en la herejía de la ley de Moisés”, en cambio, los más fuertes se resistían y sólo confesaban bajo tortura, algunos suplicaban reconciliarse con la Iglesia y abjuraban de sus herejías; aunque todos sabían que si no confesaban de una manera “completa” serían sometidos a la horrible pena de muerte por garrote y después de muertos serían echados a la hoguera. Así estaba implicada toda la comunidad judía a decir todo lo que sabían. Aún así seguían, practicando en secreto, con sus ritos y ceremonias judaizantes: ritos mortuorios, no comían cerdo, celebraban la Pascua Judía, ayunos…  en los ritos mortuorios,  la familia del difunto durante ocho días no comía ni bebía, no se cambiaban de ropa en un mes, cumplían las leyes de la dieta. Los mallorquines comían arroz con aceite. Estas ceremonias impresionaban mucho a los niños, aunque sus padres creían que estaban preparados para ello; les hacían presenciar estas ceremonias y les advertían que guardasen “su secreto”  de todo lo que veían y oían. Esto era un problema para los niños de los conversos. A los 13 años se les consideraban adultos.  En cuanto a LOS AYUNOS  eran de diversos tipos:

_ el primero era el DEJUNI de GEDALIAH

_ el segundo el GRAN DEJUNI D’ESTER, fiesta mayor religiosa

_ el tercero  DEJUNI  de las LENTEJAS, era en julio en memoria  de la destrucción del templo de Jerusalén.

_ el cuarto el DEJUNI del PRIMOGÉNITO, la víspera de la Pascua Judía.

_ el DEJUNI del PERDÓN o DEJUNI MAYOR que pedían a Dios que los perdonase  (los conversos creían o tenían la sensación de vivir en pecado) Se abstenían de comer y beber 24 horas.

_ celebraban la FIESTA de los TABERNÁCULOS

Los ayunos tenían lugar los primeros 10  días que seguían a la luna nueva de septiembre. Para estas fiestas se vestían con la ropa adecuada para  cada ocasión, también decoraban las casas según la costumbre.

Los conversos celebraban EL SÁBAT como principal día festivo de la ley mosaica: el sábado era el día de descanso pero fingían que trabajaban para no ser reconocidos. La víspera  limpiaban las casas en honor al Sábat, mataban las aves según su ritual y con un cuchillo especial,  se cocían el pan rogando que la masa subiese, hacían la comida para el día siguiente, se ponía aceite limpio para asegurar la iluminación desde la puesta del sol del viernes hasta la del sábado, cuando encendían el candil decían:”alabado sea el nombre de Dios” las casas tenían aire de festividad… Todo ello con el fin de dedicar el día entero a la oración y si no tenían nada hecho ese día no comían. Los hombres se vestían de fiesta y las mujeres se ponían la ropa y joyas mejores y más caras, y “empleaban cosméticos”.

Celebraban la entrada del Sábat al ponerse el sol el viernes para  alabar el poder, la omnipresencia y la bondad del dios de Israel.

HERENCIA RELIGIOSA SECRETA 

1.- iba de generación en generación

2.-tenían que conocer los días de ayuno y fiestas judías

3.- también las leyes de la dieta

4.-  las plegarias y bendiciones

5.- las tradiciones del casamiento y

6.- la teología y la historia de los patriarcas y profetas del Antiguo Testamento.

Los tres pecados capitales judíos eran: la idolatría, el adulterio y el derramamiento de sangre.

Para los conversos, Cristo era un hombre como los otros y no podía ser Dios porque era mortal, en cambio, para ellos el Mesías aún no había venido, tenían que esperar que el pueblo hebreo hiciese penitencia de sus pecados, y cuando apareciese, los judíos se verían libres de su esclavitud y los guiaría a la “tierra prometida” (profecías de Daniel)

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SENTENCIAS O ACTOS DE FE

     Las sentencias fueron pronunciadas en 5 actos de fe en la iglesia de los dominicos de Palma, Santo Domingo.

. Los condenados eran exhibidos públicamente y cada uno llevaba el sambenito que indicaba la clase de crimen que había cometido y el correspondiente castigo. Había un “Tiempo de Gracia o Tiempo de Perdón” para mitigar sus castigos o evitar la cárcel, si declaraban antes de 30 días o pagaban una multa. Se le preguntaba al acusado el nombre de sus antepasados o si alguno de ellos había comparecido alguna vez ante la Inquisición; y la respuesta era siempre la misma: “de casta y generación de chuetas de la calle del Sayell”  (hoy Jaime II)

A finales de 1695 se hicieron los últimos juicios de los conversos y la persecución quedó finalmente cerrada. Muchos continuaron viviendo en los barrios de El Call y Sa Calatrava. Mantenían la memoria muy viva  de la exhibición permanente de los sambenitos. Estaban tan estigmatizados, que uno de los conversos, con el deseo de destruir el recuerdo de aquel hecho adquirió la columna  de la sinagoga secreta y borró las inscripciones con los nombres de todos ellos, y donde antes estaba la sinagoga  se erigió un pilar.

         Acaba la Inquisición en Mallorca en el año 1820 e inmediatamente se dio libertad a todos los presos, fue presenciado por una gran multitud  de gente venidas de todos los pueblos de Mallorca y, enfurecidos, fueron al Tribual  y a las 5 de la tarde ya habían saqueado y quemado el convento de los dominicos y el palacio de la Inquisición. A la mañana siguiente se podía leer esto en cuartillas:

“Esta casa bien mirada

al infierno ha parecido

hera buena la entrada

y muy mala la salida”

       De entre todos los actos y sentencias merecen  especial atención los siguientes por su crudeza y trascendencia:

El 2º acto de fe se celebró el 23 de abril de 1678, en la iglesia de Santo Domingo, el segundo domingo de Pascua desde  las 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Se dice que derribaron sus casas y echaron sal en el jardín  donde hacían las ceremonias. Fueron 200 los condenados. Los culpables eran sometidos  a garrote  y quemados en un gran holocausto cerca del castillo de Bellver, en las afueras de la ciudad. Consta muy detalladamente en los Anales Judaicos de Mallorca y en el Cronicón.

El 3º acto fue el más extraordinario de todos porque en éste Rafael Valls, Rafael Benet Tarongí y Catalina Tarongí fueron condenados y quemados vivos como herejes contumaces. Atrajo a una gran multitud, acudieron las autoridades de la isla, altos dignatarios del Estado y de la Iglesia, hasta asistió el gobernador de Milán que iba de paso a tomar posesión de su cargo, el cual se conmovió al ver  a una condenada, Isabel Aguiló, que hizo una petición  de gracia  antes de ser quemada.

El mayor interés de este acto  se centraba en la persona de Rafael Valls, el célebre rabino y dirigente de los conversos. Dicen que expertos teólogos intentaron convencerlo con pasajes de la Biblia pero éste no se dejó. Rafael Valls y Pedro Onofre Cortés eran los dos dirigentes de la “Comunidad Secreta” a los cuales se les podía consultar cualquier duda o problema relativo a Ley de Moisés. Rafael Valls quemó los libros que habían proporcionado literatura herética a su familia cuando se iniciaron las detenciones en el año 1667.

En los años que siguieron a 1691 los conversos y sus descendientes –entonces llamados ya abiertamente xuetes –  consideraron  el año 1691 como el más negro de su historia. Fue el año del apogeo de la Inquisición mallorquina. A partir de este año no se realizaron sentencias de muerte. El padre Garau en su libro “La Fe Triunfante” también describe los actos de fe de dicho año.

LA  ECONOMÍA  

 Los herejes se quejaban de que los detenían para quedarse con sus bienes y no por ser herejes. Les quitaban sus casas, la mercancía con la que se ganaban la vida, el oro, las joyas, los muebles, etc. aunque muchos se los daban a guardar  a sus amigos, los cristianos viejos, durante su encarcelamiento. Otros, parte de su fortuna la ponían a nombre de comerciantes amigos de Flandes o de Italia. Efectivamente, la economía de la isla se resintió. El conde de Montenegro le escribió al rey en el año 1679, quejándose de la confiscación de los bienes de los xuetes porque amenazaba al comercio y a la prosperidad de la isla, sobre todo a la joyería y al comercio.

LA  HEREJÍA

Se vieron forzados a vivir en unos espacios tan reducidos como el Call y Sa Calatrava, además tuvieron que soportar incomodidades y calumnias, los llamaban: “hebreos, judíos y xuetes”, hasta el punto que sus representantes: Bernat Aguiló, Domenech Cortés, Tomás Aguiló y Francesc Forteza hicieron un “Memorial o Petición” al rey para que no les molestaran, tener plena libertad y poder acceder a la Instituciones, a las cuales se les tenía prohibido, a los estamentos eclesiásticos, al Ejército, a la Marina, a los diferentes gremios, a la Administración Pública, etc.  El rey  se lo concedió en 1779.

El estigma de la herejía pervivió en la sociedad mallorquina durante muchos años, el recuerdo y la marca infame que se les puso encima les marcó tanto que no se ha borrado, continúan siendo xuetes, señalados y, a veces, rechazados. Joana F. Ferragut Simonet, en su tesis (octubre de 2017) dice: “Las características principales de la comunidad chueta son los 15 apellidos conocidos tradicionalmente en Mallorca como chuetas y su alto grado de endogamia”. Se sigue hablando de su vida y su pasado, a muchos se les perdonó la vida y permanecieron en la isla pero todavía  hoy quedan sus apellidos: Cerdá, Miró, Tarongí, Piña, Bonnin, Fornés, Martí, Segura, Pomar, Picó, Valls, Aguiló, Cortés, Fuster, Forteza, Crespí, Valentí, Sureda, pinya, etc. “aunque están documentados más de 330 entre conversos y condenados por judaizar en Mallorca” (El Correo, nov. 2016).  Leemos en un reportaje de El País, LOS APELLIDOS MALDITOS DE MALLORCA: “El paso de los siglos no ha borrado completamente la larga historia de discriminación contra los chuetas”.

El profesor Turbeville dice que el hereje una vez declarado por la Iglesia, se volvía una persona impopular, pues la herejía era considerada como un crimen nefasto. Era un mal visto como muy peligroso.

Los xuetes escogieron conservar su herencia judía y mantenerla mediante sus creencias, festividades, teología y oraciones. Robert Graves que vivió muchos años en la isla, escribió esto: “son ricos e influyentes y algunas familias todavía practican  secretamente ritos judíos, y lo reconocen. Oficialmente no existen y es muy difícil obtener información; en teoría ya han sido plenamente incorporados… La mayoría de los habitantes de La Puebla dedicados al cultivo de patatas, son de origen judío, y hasta el cura es de origen xueta”.

                   AURORA FERNÁNDEZ

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