LOS DOLORES DEL AMOR, POR CAUSA DEL SER HUMANO

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Mis poemas, lancé al viento, todos sus dolores, volaron y estaban perdidos en el tiempo.

Cómo los dolores que me causaron, tristezas, que en el instante, me están haciendo daño, sin tener piedad de mí.

No os quiero más en mi pecho, por eso os doy la libertad, mi corazón hace mucho que murió.

No soporto más la ilusión de todo cuanto él padeció, en mi pecho no lo quiero.

Tristezas, tristezas, las libero, para que yo también tenga libertad y olvidar que yo ya amé. Para no recordar más ese amor, nuevos poemas pueden hacerme daño, tristezas, no las quiero tener.

Para no volver a sufrir, como las angustias del amor.

Tengo pensamientos de que un ser humano, precisa de un nuevo amor, que le de otra luminosidad, y otra belleza, otra armonía y equilibro.

Pienso en un ser humano que tenga el poder del silencio, que sienta un mundo con sentido de la esencia singular que existe en la sabiduría cósmica.

Pienso en un ser humano que cultiva energía,  pensamiento y cómo las plantas y los árboles de un nuevo universo, que tenga otra tipología de amistades, de conocimientos, de equilibrios y de otras respuestas, dudas e inquietudes. Un ser humano que tenga osadía de lo absoluto y de lo imposible, que tenga mérito constantemente y que no pare nuestros caminos de orgullo. Que tenga plena consciencia de la vida y demuestre la sabiduría con energía y humildad y de luz que habita en lo más hondo de su alma.

Pienso en un ser humano que tenga la capacidad de ser un mejor conductor de su destino, que siga con pasos de entusiasmo y de fe, que acredite los sueños de la vida a cada instante, con manifestaciones puras del alma, sean éstas, transmitidas a través de la sonrisa o a través de las lágrimas: pues todo ello, son acciones unidas, realizadas de energía transformadora, donde la fuerza del ser se manifiesta con la voz del corazón.

Un ser humano en el que su amor debe tener cambios constantes dentro de él y que acredite que un pequeño gesto puede significar el cambio de una vida, si él tiene la esencia de la humildad y la belleza interior, de la luz de su conciencia. Un ser que sea digno de cada instante, y que no oculte el miedo o el error porque, al asumir sus imperfecciones, está demostrando su voluntad en el perfeccionamiento.

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Sueño con un nuevo ser humano que camina hacia la felicidad, con la certeza de que en él reside, al empezar en el modo en el que piensa, que viaja en la vida con parámetros de compromisos, donde la paciencia y la persistencia, el trabajo, los valores, estén integrados en una forma en que se sienta cómo un ser humano. Y que no se agarra a nadie, pues él no es dueño de cosa alguna, que esta verdad lo lleva siempre adelante, al encuentro de lo que él más acredite.

Encima de todo el amor, está siempre el presente en todos los actos de su vida, comenzando por la raíz del pensamiento, al destruir en todo momento si hay dolor o amor, o falta de alegría, por falta de amor de los tuyos que fueron traidores y tú sufres por amor, por el dolor de tu cuerpo, que se siente muerto.

Más el ser humano ¿Por qué me traicionaste? Si yo siempre fui justa contigo, calzada y descalzada, siempre anduve contigo por tanto amor que te dí y que necesité, yo a tu lado siempre estuve. Y me traicionaste, ¿Sabes que Dios existe? Si continúas no serás perdonada. Yo perdono todo porque para mí no vale de nada ser vengativa en la vida, porque no me da nada en la vida. Tengamos caridad, seamos cariñosos, apasionados como el amor por esa humildad y pobreza. Cuántas ganas tenga de sentarse en la mesa y no tenga nada para comer.

Otros lo estropean, sin piedad. Lo que les digo es verdad, se retiran todavía con vergüenza de llegar cerca de ciertos pobres, seguimos unidos. En la guerra, Dios no daba paz y felicidad, tantos inocentes pagan las maldades de la gente, tanta crueldad en este mundo. Dios ora por nosotros, por esas personas que son humanas. Sagrado corazón de Jesús, ilumínanos de todas esas almas perdidas, todavía en vida te hacen sufrir en la cruz.

FRANCELINA ROBIN

 

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