LOS AGRICULTORES DEL LITORAL GRANADINO PENDIENTES DE LA LLUVIA

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Para verlo y no creerlo.  En esa bellísima postal que representa un paisaje de Almuñecar, pueden contemplarse desde la lejanía, esos gigantes macizos capaces de mantener blancas sus crestas a lo largo del año, manteniendo en su entorno las copiosas nieves que cada invierno acuden puntuales a sus numerosas pistas, para regocijo de los amantes del esquí, que acuden cada temporada para ver de cerca el Mulhacén y Veleta hasta bien avanzada la primavera.

      Un recreo único para el espectador que puede contemplar el maridaje del sol y la nieve, cuando apareados, conforman el famoso conjunto deportivo de Sierra Nevada que hace felices a tantos aficionados españoles y europeos.

      Esas generosas nieves que nutren a lo largo del año a los numerosos arroyos acuíferos que, tras su recorrido natural, vuelcan sus aguas en los enormes embalses de Béznar y Rules; esos dos gigantes que ofrecen imágenes a diestro y siniestro, y cuyas aguas acompañan persistentes al viajero cuando en su coche desciende por la autovía desde la capital hasta la costa.

      Esas preciosas aguas tan deseadas por el agricultor, que se pierden inexorablemente en el mar a lo largo del año, sin que político alguno haya reparado en los problemas que el afanado profesional viene padeciendo por la escasez de lluvia para sus cultivos, y con la mayoría de los pozos que en otros tiempos utilizó, ahora secos o salinizados, sin poder emplearlos para sus sedientas plantaciones.

      Un antiguo alcalde de Jete y Almuñecar, D. José Antonio Bustos Fernández, de profesión agricultor en su origen, que se vino ocupando desde muy joven del aprovechamiento de las aguas como secretario de la Hermandad de Labradores, se preocupó desde los años 70 de recurrir  a las diferentes instancias responsables y desde la Comunidad de Regantes hasta   la Confederación Hidrográfica del Sur, presentando un Proyecto para mejorar los cauces  de las acequias y presas con revestimiento de cemento para evitar pérdidas de agua y gastos en limpieza y roturas. Nunca se llevó adelante por desavenencias a veces de los propios agricultores. Pero él siguió en su empeño presentando ante las autoridades diferentes iniciativas.

BRÉZNAR th

Béznar 

      Como las sequías se venían produciendo de manera alarmante, en el año 2000, se produjo otro intento de aprovechamiento de las aguas de la zona de Rio Verde y ello a través TRAGSA, una empresa de gestión del Estado, resultado del Instituto de Colonización y posterior IRIDA. El nuevo Proyecto estaría subvencionado por el Estado Central y la Junta de Andalucía en un 80% y los agricultores beneficiarios abonarían el 20% restante; tampoco se llevó a efecto, pese a la intervención directa de los gobernantes entonces de tan importante Proyecto.

      En fechas posteriores, se constituyó la Comunidad de Regantes del Rio Guadalfeo como representante definitivo de toda la costa de Granada, para que gestionara ante los organismos competentes las aguas de los pantanos de Béznar y Rules y hoy en día, el primero lleva 50 años construido y el segundo 15 años; y, ¿qué es lo que ocurre, y por qué, hasta la fecha no se han hecho ni siquiera las canalizaciones para su aprovechamiento?  Tiene que haber razones ocultas o de causa mayor para que las aguas se viertan al mar y no distribuidas entre los agricultores que vienen perdiendo sus cosechas.

      No voy a repetir lo que numerosos medios han venido criticando a lo largo de tantos años sobre las “OBRAS FARAÓNICAS infrautilizadas de dichos pantanos, que tildan de obras inútiles para la agricultura, que han costado mucho dinero y a nadie se piden responsabilidades” …

      Resulta dramático, que, la escasez de lluvias esté amenazando de muerte fincas e industrias agrícolas de las costas de Granada, Málaga y Almería, que podrían saciarse de agua procedente de las cumbres de Sierra Nevada, y ningún político en tantos años como han venido sabiéndolo, hayan puesto en marcha iniciativa alguna, mientras el agua vertía sus valores en la cercanía del mar.

      Los arboricultores que han aumentado sus plantaciones en la costa andaluza y que se sienten impotentes viendo cómo los árboles dejan caer sus aguacates al suelo por falta de riego  o  empujados por el fuerte viento, -como en el presente mes  viene sucediendo en la Axarquía malagueña-, observan con sana envidia las torrenciales lluvias que se vienen produciendo en todo el norte peninsular, de manera reiterada en Bilbao, La Rioja, Navarra y Aragón y con los ríos desbordados anegando cultivos, casas y animales domésticos,  y  se preguntan atónitos:  “Si esas aguas tan dañinas que sufren  cada año y que según los vaticinios van a repetirse en el futuro cada otoño e invierno  ¿no podrían canalizarse  hacia tantos pantanos semivacíos que precisan el agua para producir energía y economizar  electricidad?”  Y como en el caso que nos ocupa, ¿podrían derivarse esas aguas destructoras hacia el gran pantano de la Viñuela que se encuentra por debajo del 20% de su capacidad y tiene sin agua a miles de    agricultores y sus familias que viven del cultivo de tropicales, y que contemplan impotentes cómo pueden morir sus árboles si no se pone un remedio inmediato?

      En 40 años hemos tenido gobiernos de diferentes colores, todos ellos han conocido y en algunos casos prometido en sus programas, resolver los problemas hidrológicos del este y sobre todo del sur en toda Andalucía con sus terribles sequías. Ninguno de los gobiernos centrales, ni autonómicos, hicieron absolutamente nada para resolverlo.

EMBALSE DE RULES

Embalse de Rules

      Y hablamos de las pertinaces sequías, pero no podemos olvidar la riqueza que representan los ríos del norte y centro de la península como el  Ebro Duero y Tajo con sus importantes afluentes,  que se desbordan por las peligrosas lluvias salvajes que vienen  ocasionando daños irreparables en los patrimonios de los más pobres, campesinos, ganaderos, agricultores y ciudadanos en general, que ven sus tierras anegadas y arruinados sus importantísimos cultivos como es el caso de Tolosa (Navarra), los viñedos de La Rioja y en tantos frutales de Aragón, como ha ocurrido recientemente, que serán declaradas zonas catastróficas.

      Y si en esas zonas catastróficas van a seguir sufriéndolo en años venideros como predicen ¿qué se podría hacer?  Pues sencillamente limpiar y sanear los cauces de los ríos que lo vienen pidiendo a voces desde hace tantísimos años; reactivar y reparar pantanos y embalses semi abandonados. Rellenarlos con estas lluvias huracanadas que tanto daño hacen, preparando conducciones y formando con ellas una especie de tela de araña con tuberías dispuestas para achicar el agua desde los ríos y dando salida a tantas aguas de lluvia antes de que se aneguen las alcantarillas en las propias ciudades y pueblos amenazados en todo el territorio peninsular.

      ¿Costoso? Nada comparado con los beneficios que todo ello aportaría y las ruinas que evitaría. Nuestra riqueza agrícola crecería de manera exponencial y se evitarían los importantísimos gastos que exigen las catástrofes que asolan éstas anómalas lluvias. Cabe pensar, cómo sería el mundo sin las infraestructuras internacionales que conducen el gas y el petróleo de unos continentes a otros, a través de las profundidades de mares y océanos. Un desierto como Israel con sequías naturales y pocos recursos hídricos, tienen protegida una brillante agricultura regada desde su más importante río como el Jordán. Y los riegos agrícolas allí, tienen un privilegio especial repartido por los kibutz capaces de acercar el agua a sus plantaciones.

      En España carecemos de un plan hidrológico nacional que tenemos en el recuerdo los usuarios y los actuales políticos en el olvido; es aquel que, en su día, diseñó el presidente Aznar y que Zapatero derogó nada más llegar al poder, a pesar de que la “guerra del agua” era y sigue siendo una constante entre las diferentes regiones. Y no hay alternativas en gravísimo problema. Nuestro país necesita de una política honesta y un empeño de los poderes públicos con el urgente propósito de dotar de una vez por todas de las infraestructuras precisas para saciar la sed de las tierras más secas de España.

      Y para terminar, y lo llevo comentando a lo largo del año que termina, que, mientras los periódicos en general vienen publicando sin pausa los problemas que tienen los regantes afectados del trasvase Tajo-Segura y los contactos que éstos vienen teniendo con la Ministra Teresa  Ribera, ningún medio o escasamente alguno, se ocupa de la tremenda sequía andaluza, tal vez porque los agricultores vengan aceptando la ruina que los acecha mirando a las nubes, con la esperanza de que los Reyes Magos puedan traerlos la lluvia como si fuera un maná. ¡Dios lo quiera!

 

Julián Díaz Robledo

0 thoughts on “LOS AGRICULTORES DEL LITORAL GRANADINO PENDIENTES DE LA LLUVIA

  1. Estupendo resumen , no se puede explicar mejor sinsentido que estamos viviendo con el tema del agua

    Gracias por la mención a mi padre, lleva toda la vida luchando por mejorar las infraestructuras de nuestro paraíso, que esperemos pronto reciba el agua que tanto necesitamos.

  2. Gracias por explicar de forma tan clara, explícita y detallada la situación que se está viviendo igual que toda la historia y lucha de tantas personas implicadas como D. José Antonio Bustos Fernández al cual tengo el honor de conocer.
    Espero sirva para que de ahora en adelante se comience a realizar un aprovechamiento de las aguas que tanta falta hacen a nuestros agriculturores.

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