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Primer barco que dio la vuelta al globo terráqueo y con esta gesta se demostró que la tierra era redonda.

Una expedición de cinco naves (Nao) españolas ( Santiago, San Antonio, Trinidad, Concepción y Victoria) que con 243 heroicos tripulantes partieron desde el puerto de Sevilla, capitaneadas por Hernando de Magallanes, iniciaron una ruta nueva para llegar a la isla de las especias, pensaban que sería más corta la distancia que había por la ruta del este, así comenzó ese proyecto que daría paso al descubrimiento del estrecho que une los dos grandes océanos conocidos, dicho estrecho paso a llamarse estrecho de Magallanes. De los cinco navíos que partieron, la nave Santiago encalla contra unos bajos en el rio Santa Cruz (Argentina). La nave San Antonio regresa a Sevilla tras abandonar la misión, cuando se encontraban en el estrecho de Magallanes. La nave Concepción es quemada por los españoles en Filipinas por falta de tripulantes, estos fueron disminuyendo por causas varias debido a lo complejo de la misión.  La nave Trinidad se hunde estando en las islas Malucas (Indonesia) debido a su mal estado tras sufrir grandes temporales, Magallanes es asesinado en Mactan (Filipinas) y le sustituye como capitán Juan Sebastián Elcano que con 17 tripulantes llega a Sevilla.

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En la Exposición Universal de Sevilla, reconocida como EXPO 92. Se expusieron al público unas réplicas de las famosas carabelas que fueron las protagonistas de los máximos descubrimientos de nuestra historia, ellas La Santa María, La Pinta, y La Niña en su singladura de descubrir una vía más corta para ir a las Indias. Saliendo en dirección contraria es decir hacia el oeste por ser la creencia de la tierra redonda se llegaría a esas Indias, pero se encontró lo que no se conocía. Se efectuó el descubrimiento de América, quizás por aquello de “Américo Vespucio”.

 Otra de las carabelas, en la Expo 92, la Nao Victoria, la carabela que dio la primera vuelta al mundo, esta nave una vez terminada la Exposición, comienza una singladura como la primera, otra vez a dar la vuelta al mundo, como es natural ya a estas alturas los componentes de esta expedición copiando lo que hicieron los primeros, aunque no quieran utilizar los instrumentos que hoy existen en caso de una emergencia les viene más que divino a estos tripulantes, con relación a los pioneros.

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En el puerto de Motril durante once días ha estado fondeado esta carabela, para que pudiera ser visitada por todo aquel entusiasta del mar y de su navegación, miembros de la tripulación te dan la bienvenida, si te atreves poner los pies a bordo de la nave y comprobar donde se desarrollaba la vida cotidiana, en tan poco espacio, una tripulación aproximada de treinta y cuatro tripulantes, los que comenzaron la proeza y al final llegaron a Sevilla diecisiete

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Compruebas donde se desarrollaba la vida de esa tripulación con las vistas de agua y agua y más agua, como no existe mucho espacio para desplazarse por cubierta y claro no puede ser de otra manera ya que en la bodega acoge todo su espacio máximo para el suministro pues las jornadas eran interminables, no se puede hacer comparaciones  con los tiempos pretéritos que fueron los vividos por la tripulación de esta nave en su viaje que dio la vuelta al mundo, una hazaña, fue lo que hicieron aquellos marineros, tantos días de navegación en la ancha mar “Océano”. Saliendo de Sevilla el día 10 de agosto de 1519 para llegar a Sevilla el 8 de septiembre de 1522, tocando tierra “puerto” en todo el mundo para proveer alimentos, agua y demás necesidades para no desfallecer, en conclusión, una proeza lo que realizaron en su día en esa primera singladura.

Para comprender lo que realizaron no vasta con leerlo en ningún libro, hay que meterse dentro del personaje, en este caso meterse en el medio, entrar en la nave, aunque esta atracada, y ya darle suelta a la imaginación, pues tres años y veinte nueve días son mucho tiempo que se darían tantas vicisitudes como para desistir en el intento.

 

Antonio Gonzalez Valdés

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