La “Globalización” (Cara y Cruz) – A TODA COSTA

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Doy por sabido que la globalización no es que todos tengamos que comprarnos un ‘globo’.

Sí, sí… Ya sé. El abordar un artículo con un absurdo es una de las cosas que nos ha traído ciertas modas de estilo globalizante, también en el periodismo, buscando con ello llamar la atención del lector.

Ventajas de la globalización

Este fenómeno ha provocado una mayor apertura en términos económicos, sociales, tecnológicos y culturales que deben generar beneficios para los países y sus ciudadanos.

Propicia la circulación e intercambio de productos y servicios por el mundo, fomentan nuevas políticas económicas y comerciales, estandarizando ciertos procesos, que eran complicados.

Existe un intercambio tecnológico al alcance de todos, puesto que antes se tardaba mucho tiempo en acceder a tecnologías de vanguardia.

Se potencia la diversidad cultural, generando una mayor apertura hacia manifestaciones socioculturales antes ignotas.

Asistimos a un mayor alcance de los Derechos Humanos, puesto que la mayoría de los países están suscritos a convenios o tratados internacionales inherentes al mismo.

Gracias al desarrollo de la web y de las telecomunicaciones, es posible relacionarse de forma instantánea y eficiente, desde cualquier parte del mundo.

globo

Desventajas de la globalización

Entre los problemas que podemos reseñar está una cierta disminución de la soberanía nacional.

Sin embargo, este intervencionismo no es malo ni bueno por sí mismo, simplemente es un rasgo característico de los nuevos tiempos, se podría decir que la globalización es un proceso irreversible, pero está por ver de qué manera progresa.

Estamos en un mundo ‘global’ pero las actuaciones de los gobernantes de las naciones, regiones, pueblos, hasta llegar al propio individuo, solo contiene este discurso con los ‘grandes temas’ algo abstractos y distantes, sin embargo, lo acuciante, lo cercano, lo nuestro, en definitiva, se mide con la vara del más puro egoísmo partidista y de intereses personales.

Entonces aparecen dos puntos cardinales el ‘dinero’ y el ‘poder’, ante estos las voluntades son frágiles.

En definitiva, como dice Chamfort: “La sociedad se compone de dos grandes clases; los que tienen más cenas que apetito, y los que tienen más apetito que cenas”.

Francisco Ponce Carrasco

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