JUAN RODRÍGUEZ RUIZ MAESTRO DE PERIODISTAS GRANADINO

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Primer Redactor Jefe de Europa Press

Jefe y creador  de los Servicio regionales de TVE`

Director de la Segunda Cadena de TVE

Redactor Jefe de “Nuevo Diario”

Murió en  el 24 de febrero 2018

Para tener una panorámica de la vida y obra de este granadino periodista y escritor hay que reproducir su comentario en la última página de “Antes de que se me olvide” su obra en la que traza largos relatos de su vida.

“Aquí está todo lo que pude y quise contar. Intentaron aplastarme varias guerras, un régimen, los racionamientos, algún fiscal politizado, los tramposos, el tráfico y hasta la enfermedad y la muerte. Me salvó siempre la familia, la mujer, el estudio, la democracia, intentar degustar la vida, el saber algo más y reirme de mi sombra. Neurológicamente soy normal y deseo suerte  para que todos puedan decir lo mismo. De belleza de dinero  y angustia prefiero no escribir. Carezco”.

Era mi amigo desde la infancia, tenemos la sana costumbre reunirnos  los primeros lunes de cada mes un grupo veteranos  y colaboradores de TVE, entre ellos, Juan, y en cuya comida nos poníamos al día… y había intercambio de libros junto recuerdos de nuestra trayectoria profesional. Cuando hablaba Juan, era como una breve conferencia sobre  algún tema de la actualidad.

       El haber nacido en Granada lo llevaba con orgullo y siempre estaba abierto a la historia de nuestra ciudad  a la que visitaba con frecuencia y recorría sus calles y callejuelas tomado notas que luego reflejaba en sus escritos.

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La última comida que tuvimos juntos con nuestras respectivas esposas, fue en la Casa de Granada en Madrid, (entidad de la que fue Vicepresidente), el Día de San Antón, disfrutando de la célebre Cazuela de San Antón, en compañía de la Junta Directiva y de un buen grupo de granadinos

Durante sus años de periodista, viajó acompañando a los Reyes por todo el mundo y vivió activamente toda la transición desde la muerte de Carrero Blanco en la Casa Profesa de la Compañía de Jesús, congregación a la que él profesaba especial afecto.   Tenía presencia profesional en otros muchos acontecimientos tanto nacionales como internacionales ”perseguía” la actualidad con la Ética por delante y en  cuya actualidad siempre estaba presente, hasta incluso, después de su jubilación su último destino profesional en  TVE.

Es autor de numerosas publicaciones, no olvidando nunca su condición de poeta y galardonado; era granadino….

En la Comida del lunes 5 de marzo, ya no estará entre nosotros y he querido darle un abrazo mediante estas palabras:

 Querido Juan: Ahora, ya estás en “lo Inmenso”. Aquí nos has dejado memorias de tu quehacer inquieto, por eso, tus escritos, cubiertos de Ética periodista, ya forman parte de esos saberes que, sin duda, deben ser ejemplo para los que nos dedicamos a la tarea informativa.

 Honesto, leal con tu ciencia y tus amigos, servidor incansable del  servicio a  los que requirieron de ti  parte de una crítica leal de sus trabajos. Lector incansable. Has sido portavoz permanente de la actualidad con criterio firme, ilustrado y crítico.

¿Juan, que puedo decir de ti, si ya éramos amigos a los doce años y conocedores de nuestras vidas cuando a mi hermano y a mí nos enseñaste a pronunciar latinos litúrgicos –AD DEUM QUI LAETIFICAT …?

¿Te acuerdas cuando nos encontramos en un río de Granada las gafas de Quevedo y le pusimos cristales de caramelo? No era fantasía, vivíamos, con Falla y Federico, sin saberlo. Hasta las aguas de los arroyuelos del bosque de la Alhambra cantaban a nuestro paso

Cuanto disfrutábamos recogiendo musgo para el Nacimiento. Todo era  en la colina roja de la Alhambra y nos sentábamos en la Fuente del Avellano a paliar nuestra sed.  Algo se nos pegó de aquellas sentadas, lugar en el que muchos ilustres granadinos volcaban en esos aires los poemas de vida y las notas de sus  pentagramas.

Perdonen nuestros amigos porque el nombre de Granada salte con facilidad en este comentario pero en amor a nuestra tierra hemos sido paralelos contando sus tesoros y criticando sus defectos.

De tu vida profesional, lo lamento, pero tenemos que comer y el tiempo es oro y corto para los elogios que tu trayectoria merece.

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Hoy 5 de marzo, allá, en lo eterno, puede que percibas con nitidez el abrazo que te enviamos desde El Mejillón, estas viejas enciclopedias que te rodeábamos en amenas charlas entre lentejas y otras cosillas, todo son recuerdos, pero no te acuerdes de nosotros por ahora. Déjanos vivir de tu recuerdo y de aquellos otros buenos amigos y compañeros que ya no se sientan ante el plato lentejas. Y quiero terminar estas palabras como tu acostumbrabas a terminar… las cosas.

“FINIS CORONAT OPUS”

José Luis Martín Correa

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