FÁTIMA Y LOS PASTORCITOS

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            Desde hace un año estamos viviendo una vida que me recuerda a los secretos de los tres pastorcitos de Fátima. Mi madre era una señora muy católica y nos decía constantemente que rezáramos porque estábamos llegando al fin del mundo. Yo siempre le contestaba “madre, cuando nos muramos será el fin del mundo para todos nosotros”, le decía esto con mucho respeto, quería ver si se reía. Ella leía mucho la biblia, yo también la leí, tenía una que presté en una ocasión y nunca me la devolvieron. Ahora pienso en ello ya que tengo momentos duros en mi vida debido a mi salud, hago muchos exámenes de conciencia sobre todo aquello que he visto y escuchado en la vida. Ahora examino, desde más cerca, las diversas palabras dichas en los secretos de Lucía. El ángel con la espada de fuego a la izquierda de la Madre de Dios recuerda imágenes similares a las palabras del Apocalipsis: representa la amenaza del juicio sobre el mundo y la posibilidad de que termine reducido a cenizas en un mar de llamas, pues hoy ya no aparece de ninguna manera como una fantasía. Yo me paso los días pensando en estas palabras, el propio hombre preparó, con sus inventos, la espada de fuego. Mientras ella dijo que en su visión mostraba la fuerza que se contrapone al poder de la destrucción: el brillo de la Madre de Dios. Pues esta historia proviene de hace muchos años ya que en el año 2000 hubo apariciones de noche sobre la luna y también de día. Por aquel entonces yo me encontraba en Portugal y a las 12 del mediodía se hizo de noche completamente, de repente, pues nuestra Señora de Fátima decía que hacía penitencia.

            Entonces, ahora hay cosas que me dan miedo cuando las veo, se subraya la importancia de la libertad del hombre, pero él construye armas para acabar matándose. Lucía habló y dijo que habría muchos virus que nunca se curarían y que moriría mucha gente, y aquellos que permanecieran vivos formarían otro mundo. No veo que se extermine este virus, no se consigue eliminar y aparece otro. El futuro no está determinado y la imagen vista por los pastorcitos no es, absolutamente, una película anticipada del futuro, del cual ya nada se puede cambiar. En realidad, toda la visión pasa solo por llamar a la libertad en los campos y orientarla en una dirección positiva. El sentido de la visión no es, por tanto, mostrar una película sobre el futuro que es inamovible, sino todo lo contrario, su propósito es movilizar las fuerzas del cambio para bien. Por eso, hay que considerar explicaciones completamente fatalistas del secreto que dicen, por ejemplo, que el autor del atentado del 13 de mayo de 1981 habría sido, en última instancia, un instrumento planeado predispuesto por la Providencia. Por lo tanto, no podría haber actuado libremente. La visión habla de todo lo relacionado a los peligros y la forma de salvarse de ellos. No nos tomamos las cosas en serio, por lo que parece cada vez más claro que el propósito de todas las apariciones era crecer, cada vez más, en la fe, la esperanza y la caridad. Todo siempre nos viene cada vez que escuchamos guerras, pues vendrán cada vez más y más y veremos, una gran ciudad en ruinas. La montaña y la ciudad simbolizan el lugar de la historia de la humanidad, es decir, la historia representa el duro ascenso a la cima. La historia como lugar de creatividad y convivencia humana y, al mismo tiempo, de destrucción. La ciudad puede ser un lugar de comunión y progreso, pero también un lugar de peligro y amenaza extrema. En lo alto de la montaña, está la cruz, que simboliza la meta y el punto de orientación de la historia. En la cruz, la destrucción se transforma en salvación y simboliza un signo de miseria, de historia y promesa para esta.

            Consideremos las diferentes imágenes que se suceden en el texto del secreto. El lugar de la acción se describe con tres símbolos, luego aparecen seres humanos: el Obispo vestido de blanco que tengo la sensación de que es Juan Pablo II, otros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, y, finalmente, hombres y mujeres de todas las clases y posiciones sociales. El Papa parece caminar delante de los demás, temblando y sufriendo por todos los horrores que lo rodean. Y no son solo las casas de la ciudad las que están en ruinas; su camino está flanqueado por los cadáveres de los muertos. Así se describe el camino de la Iglesia al hacer un camino en la cruz, como un camino en un tiempo de violencia, destrucción y persecución. Así como los lugares de la tierra aparecen representados en la imagen de la montaña y la imagen de la ciudad y están orientados hacia la cruz. Los tiempos se presentan de forma contraída: en la visión, podemos reconocer el siglo XX como un siglo de mártires, como siglo de sufrimiento y persecución de la Iglesia, como el siglo de las guerras mundiales y muchas guerras locales que ocuparon toda la segunda mitad del mundo, habiendo probado nuevas formas de crueldad.

            En el espejo de esta visión vemos testigos de la fe de décadas pasadas. Cabe mencionar que se cree que es una frase de la carta que Lucía le escribió al Santo Padre el 12 de mayo de 1982. La tercera parte del “secreto” se refiere a las palabras de Nuestra Señora: Si Rusia no esparcirá sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Las buenas serán quizás la conclusión del “secreto” recuerda en palabras las imágenes que Lucía pudo haber visto en libros que debería haber escrito. Además, los pastorcitos eran los videntes de Fátima, deben tener piedad, su contenido deriva de antiguas intuiciones de fe. Es una visión tranquilizadora que quiere hacer una historia de sangre y lágrimas permeable al poder sanador de Dios. Los ángeles recogen, bajo los brazos de la cruz, la sangre de los mártires y con ella riegan las almas que se acercan a Dios. La sangre de Cristo y la sangre de los mártires son cosas que ella vio juntas: la sangre de los mártires fluye de los brazos de la cruz. Su martirio se produce en solidaridad con la pasión de Cristo, identificándose con ella. Completan para el cuerpo de Cristo lo que aún les falta a sus sufrimientos, su propia vida se ha convertido en Eucaristía, insertándose en el misterio del grano de trigo que muere y se hace fecundo. La sangre de los mártires es la semilla de los cristianos. Así como la Iglesia de la muerte de Cristo nació de su costado abierto, la muerte de los testigos es fecunda para la vida futura de la Iglesia. De esta manera, la visión del tercero es artesanal, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas.

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            ¿Qué significa el secreto de Fátima como un todo? Y Lucía nos deja entender lo que le decía Fátima: en primer lugar, debemos asumir, como dicen los hechos, que la tercera parte del famoso “secreto” de Fátima parece pertenecer al pasado. Los diferentes eventos, tal como fueron presentados ya pertenecen al pasado. Muchas personas que dijeron y dicen deben estar decepcionadas, creo que la gente solo espera curiosidades. Fátima no ofrece espectáculos, perdónalos si las satisfacciones merecen nuestra curiosidad, no la fe cristiana en general que no pretende ni puede ser alimento para nuestra curiosidad. Lo que queda del principio, decíamos al comienzo de nuestras reflexiones sobre la palabra del secreto, es la exhortación a la oración como camino de la “salvación de las almas”, y en el mismo sentido la llamada a la penitencia y la conversión.

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            Al final, me gustaría encontrar otra palabra más del tema del “secreto” que encuentro que es famoso al ver a Nuestra Señora de Fátima “Tu Inmaculado corazón triunfará”. Esto significa que este corazón abierto a Dios, purificado por la contemplación de Dios, es más fuerte que las pistolas u otras armas de cualquier calibre. Tengan fe en María, la palabra de su corazón, cambió la historia del mundo, porque introdujo al Salvador en este mundo, Dios pudo hacerse hombre en medio de nosotros y esto permanece para siempre. Que el maligno tiene poder en este mundo, lo vemos y lo experimentamos continuamente; tiene poder, porque nuestra libertad está continuamente alejada de Dios, cada vez más veo que en mi juventud la religión tenía más fe. Pero, desde que Dios comenzó a tener un corazón humano y de esta manera guio la libertad del hombre para bien, para Dios, la libertad para el mal ya no tenía la última palabra. Recemos a Dios para que encuentren la solución a este virus, porque si no acabará con todos nosotros. Dios, sálvenos de esta enfermedad, de este virus que nos llevará a todos. Nuestra señora de Fátima, salve a todos mis amigos y al mundo entero. Amén.

 

FRANCELINA ROBIN

VIRGEN DE FÁTIMA

Virgen de Fátima, patrona de Portugal

Madre del mundo entero, como tú no hay igual

Con los rayos del sol protégenos del mal

Haces brillar al mundo entero, apártanos del mal

Se eclipsan cuando como cuando yo era niña

Y vi que las estrellas se movían ¡parecía que caían!

Rápido en el cielo de un lado a otro

Con tu bello manto de resplandor protégeme, por favor.

Madre protectora calma mi dolor con tu amor

Que avisa desde Leiria al Omnipotente, perdón,

Tú, madre, sufres con tu corazón

Por tanta gente desobediente; credo, señor.

A la justa Justicia del creador, somos pecadores,

No nos damos cuenta; recemos al salvador

Que los pecadores no pensamos en rezar

Al salvador que dio su vida y dio pan

A nosotros los pecadores y al mendigo que lo ha traicionado

De las almas que van al infierno,

En números incontables porque no recuerdan

Y tú, madre, proteges al pecador y pide penitencia

Te apareciste a tres niños inocentes; fueron obedientes

Guiada por tu caridad de Madre del Redentor,

Te aflige la suerte de nuestras almas pecadoras
y nos mandas rezar el rosario, para ser santificados

Como arma insondable de la Misericordia;

¿Qué es lo que el buen padre y su hijo re encomiendan?

Este mensaje es de tal urgencia, pide rezar

Que no nos quedemos indiferentes.

Ningún Pontífice reza por ellos.

Oremos, Recemos a Dios Padre y a nuestra madre

Y a nosotros mismos para salvarnos

y a los pecadores, ¡recemos a nosotros mismos!

Por los amigos, los enemigos y los traidores

Virgen de Fátima, acompáñanos

En esta peregrinación, seamos buenos

Y nos llene de bendiciones con oración

Y en la hora de la muerte, bendita señora,

Cuando ya se acabe nuestro tiempo

Nos extiendas tu mano graciosa, con pena

y con ella nos lleve a la gloria, Amén.

Valenzuela

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