En las jornadas de Granada Costa de este año, los días 22 y 23 de Enero fueron en Madrid y han sido todo un lujo, lo hemos pasado estupendamente bien. Es un recuerdo muy bonito y de mucho mérito, ya que han salido diversos proyectos para el Club y las vivencias nos han hecho poder expresar nuestros mejores momentos en esos días con cada uno de los asistentes a dichas jornadas sobre “La Villa de Aranjuez”.
A pesar de que coincidieron con mi cumpleaños y yo las viví doblemente por la satisfacción de estar entre amigos y compañeros, como Carmen Carrasco, Delegada en el tema poético lo dirigió de una manera muy delicadamente dentro de la rueda poética, con intervenciones de todos los que estábamos allí y disfrutando de lo que es poesía en diferentes estilos. El broche de oro lo puso el Sr. Antonio Bonet San Cler, como rapsoda exclusivo en este género, deleitándonos con poemas de varios autores y presenciando el acto de la jornada del 21 nuestra querida amiga Paloma Gómez Borrero, que siempre se comporta atentamente con todos los del Club Granada Costa. Recibió un regalo, un cuadro pintado por Pepa Cortés y la Medalla de Oro por el Club Granada Costa. También nos deleitó con sus canciones Inma Rejón, gran artista cantando como ella lo sabe hacer.
Al día siguiente, nuestro viaje a Aranjuez todos aceptamos con entusiasmo esta visita, ya que es un lugar tan fabuloso que nos transporta al infinito, siendo una Ciudad soñada y sobre todo para enamorados. A mí lo que más me gustó fue la visita al Palacio Real Patrimonio Nacional y una de las residencias de la Familia Real Española. La situación de la Villa está dentro de la Comunidad de Madrid y se encierra junto a orillas del Río Tajo.
El emperador Carlos V empezó a interesarse por desarrollar Aranjuez como una Villa con amplio coto de caza, siendo Felipe II quien encomendó el proyecto completo al arquitecto Juan Bautista de Toledo y al morir este la obra la continuó su discípulo Juan de Herrera. Allá por el siglo XVII se paró la obra hasta que en tiempos de Fernando VI se acomete una importante ampliación que se continúa con Carlos III.
A mí lo que más me impactó del Palacio Real fue la sala china toda de porcelana y la sala arabesca, dos grandes obras que alucinan a todo el que las admira, como dos obras de arte que te encandilan y te tirarías horas y horas viendo cada detalle de toda su composición de gran colorido y filigrana, a parte de los salones y la tapicería que es bellísima.
El gabinete árabe está inspirado en la sala de Dos Hermanas de la Alhambra de Granada. Fue construido en 1848 y 1850 bajo la dirección de Rafael Contreras, un restaurador del palacio nazarí.
El gabinete de porcelana es la primera realización de la Real Fábrica de Porcelana del Palacio del Buen Retiro (Madrid), fue terminada en 1765.
Visitar Madrid sin visitar este precioso Palacio es una forma de quedarse insatisfecho. Todos hemos oído el Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo, una gran obra musical escuchada por todo el mundo y que es tan preciosa como la mismísima Villa de Aranjuez, lugar romántico y donde se disfruta del olor de las flores de esos bellos jardines y fuentes que desprenden esa química que todo el mundo queremos ver para llevarnos ese inmenso recuerdo en la retina o en una fotografía como recuerdo
Aranjuez a pesar de pertenecer a nuestra historia de España, nos quita un trocito de nuestro corazón para dejarlo entre sus recuerdos maravillosos de haber disfrutado de los encantos de la Villa de Aranjuez.
El caso es que pasamos un día espléndido dentro de la Villa y pudimos saborear una comida casera de lujo en el Restaurante La Ribereña, que su antigüedad es de casi 100 años, los va a cumplir pronto, demostrando su gran exquisitez, amabilidad y profesionalidad para que un negocio de esas características pueda todavía en estos tiempos que corren, mantenerse en pie, eso se debe a la familia, que ha sabido cumplir con sus obligaciones.
Estoy segura que lo dan todo por sus clientes y, además, les hacen disfrutar con sus exquisitos platos apetitosos desde el año 1920. Se ubica con una buena situación, junto al Palacio Real de Aranjuez, saliendo el cliente satisfecho tanto por los majares degustados como por su precio.
Felicitaciones al Restaurante La Ribereña y que siga con ese éxito que hoy en tan difícil de alcanzar y más en el mundo de la gastronomía, para mí es de premio por su constancia y buen hacer.
Y así, aparte de haber sido felices en estas jornadas con Granada Costa, esperamos poder repetir el año que viene, pues Aranjuez nunca te cansas de verlo y admirarlo, haciéndote sentir como en un paraíso viviendo un sueño inolvidable.