ENTREVISTA AL CHELISTA JAVIER ALBARÉS

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Queridos lectores del Granada Costa, en esta ocasión les traigo al joven chelista Javier Albarés Alberca, natural de Campo de Criptana (Ciudad Real). Nuestro entrevistado ha conseguido diversos galardones nacionales e internacionales entre los que podemos destacar el Primer Premio del Concurso Nacional de Violoncello “Florián de Ocampo” de Zamora (2002), Concurso de Villa de Llanes, Premio Extraordinario Fin de Carrera en el Real Conservatorio Superior de Madrid, Certamen de Jóvenes Artistas de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha o Concurso de Cámara “Ciudad de Lucena”.

Ha estudiado y aprendido bajo la formación de intérpretes y maestros de la talla de Rafael Ramos, Lluís Claret, Marçal Cervera, Janos Starker, Étienne Peclard, Bernard Greenhouse, Wolfgang Boettcher o Daniel Grosgurin con este último logró ampliar sus estudios en el Conservatorio Superior de Música de Ginebra (Suiza) y tiene un Máster en Investigación Musical por la Universidad Internacional de La Rioja.

Forma parte del Trío Magnacore, con los que mantiene una intensa actividad camerística como el ciclo de conciertos de cámara en el Club Monteverdi u otros Festivales. Ha compartido el atril con intérpretes como Yulia Iglinova, Zakhar Bron, Miguel Borrego, David Fons, Kyumin Park, Elena Kuztnesova, Vadim Gladkov, Cameron Roberts, Sherry Kloss, Kimi Makino, David Mata, Daniel del Pino o Gerald Robbins.

También ha aportado su talento musical para diversas grabaciones, con el Cuarteto Canales, con que los que realizó varias giras que le llevaron a salas de diversos países como Alemania, Italia, Bélgica, Marruecos y en el Festival de Música de Granada. Así mismo realiza grabaciones para la BBC, Radio Clásica y la Radio de la Suisse Romande.

Tuvo el privilegio de estrenar obras de compositores de la actualidad entre que los que podemos destacar la obra para violoncello orquesta y coro de Giovanni Bonato (1961) “Dar gaist ist heute kommet” con la que además consiguió el Primer Premio del Concurso de composición “Reina Sofía” 2009, bajo la dirección de José Luis Temes y la OCRTVE. Ha sido invitado en varias ocasiones como solista a la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña. También le han invitado a diversos festivales como: Festival de Villanueva de los Infantes, Festival Groba de Ponteareas, Festival Clásicos en Verano de la Comunidad de Madrid, Festival de Palencia, etc.…

Es solista de violoncello de la Orquesta Sinfónica de RTVE desde 2009 y ha ejercido como profesor de violoncello y de repertorio orquestal en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid durante el curso 2020-2021.

Actualmente tiene un CD dedicado íntegramente a obras para violoncello solo, cuyo título es “Paraphrasing Bach” en el que nos muestra sus versiones de obras de Cassadó, Casals, Díaz de la Fuente, Reger y Bach.

Dentro del plano pedagógico en la actualidad, es profesor asociado en la academia de alto rendimiento Musical Arts, con sede en Madrid. Ha dedicado gran parte de su vida a la enseñanza, y desde el 2006 al 2013 ha sido profesor en el Centro Integrado de Enseñanzas Musicales Federico Moreno Torroba. Dedicando gran parte de su tiempo a la preparación de la sección de cellos de algunas orquestas sinfónicas de jóvenes como la Joven Orquesta de la Comunidad de Madrid y la Orquesta Joven de Andalucía.  Frecuentemente es invitado como profesor para impartir masterclass de conservatorios superiores (Sevilla 2015, Jaén 2016). Ha ejercido de profesor de diversos cursos de verano como el Martín Códax de Cuenca, el curso de Requena, el Ciudad de Manzanares, el “Joseph Herrando” de Daimiel, el curso de Música de Mendigorría, el Curso Internacional de Música de Quintanar de la Orden, el Matisse de San Lorenzo de El Escorial, el Curso Internacional de Música de Tarazona o el de Valencia de Don Juan en León.

 

Sin más preámbulos, daremos comienzo a la entrevista con este fantástico chelista que es Javier Albarés, al que seguro le aguardan innumerables logros y sorpresas todavía, las cuáles esperemos poder vivir y disfrutar escuchándole con ese estilo sonoro que transporta a parajes inusitados. Para los que quieran seguir sus pasos les facilito su perfil de Instagram: @violoncelohunter.

 

-Lo primero, quiero agradecerte Javier Albarés, el tiempo que nos dispensas a la hora de responder a las siguientes preguntas que se leerán en el Granada Costa. Mi primera pregunta como es ya una tradición, ¿a qué edad aproximada y en qué momento te sentiste atraído por el maravilloso mundo de la música?

 Es un placer colaborar con la revista Granada Costa. Pues los albores de mi relación con la música como con cualquier persona ocurren en la más tierna infancia, cautivado por los conciertos para piano de Mozart que mi padre ponía en los viajes en coche. Luego, es verdad que la tradición musical de mi pueblo también tuvo mucho que ver, y eso unido a que mi hermano mayor estudiaba piano con mucha devoción contribuyó a que me decantara por pasar largas horas en el conservatorio y escoger el violoncello como compañero de viaje para el resto de mi vida.

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-Tus padres cuando supieron que deseabas dedicarte al mundo de la música, ¿te apoyaron de manera incondicional, o tuvieron sus dudas, prefiriendo que te dedicaras a una profesión quizás más estable y con mejor futuro?

 En mi caso tengo que decir que no opusieron ninguna resistencia, en ese aspecto no tuve más que ir siguiendo una serie de señales que se iban sucediendo de modo natural hasta finalmente optar de manera rotunda por la música. He de decir también que, en mi caso, personalmente, nunca me pareció una carrera menor, o un colectivo profesional más inestable o precario. De hecho, existe una red de escuelas, conservatorios, instituciones y orquestas, bastante sólida, aunque nunca es suficiente, claro está. Además, no es fácil acceder de modo inmediato, es una carrera de fondo. Por otro lado, no todo es tocar un instrumento o ser Rubinstein. Creo que la opinión aún extendida de que de la música no se puede vivir es algo atrasada y anacrónica, afortunadamente.

  

-De todas las épocas que se han vivido en la música clásica, y de esos acontecimientos o momentos que han adornado las páginas. ¿A qué instante te gustaría asistir, para poder disfrutarlo en directo y el motivo de tu respuesta?

 Un evento que me hubiera gustado ver en directo es el estreno de El sombrero de tres picos de Manuel de Falla en Londres, con Ernest Ansermet, Diaghilev dirigiendo la coreografía y decorados de Picasso, en 1919. Ya no es sólo la excelente música y todo lo que compone un ballet de esas características sino el hecho de que un compositor español se alzara con el reconocimiento internacional.

 

-De todos esos premios y reconocimientos, ¿con cuál supiste que fue un antes y un después, comprendiendo que habías acertado con el camino emprendido?

 El primer premio en el concurso nacional de Zamora “Florián de Ocampo” fue el detonante y el impulso que provocó que no cayera en el estancamiento y que buscara todo tipo de rutas para mejorar y crecer en el mundo del violoncello.

 

-Has tenido el privilegio de estudiar con innumerables maestros e intérpretes. Con cuáles has sentido que te han dejado mayor huella, a la hora de ponerte a tocar y extraer la sonoridad perfecta que se requiere de cada pieza.

 Todas las personas que intervienen en el proceso de aprendizaje dejan poso y son importantísimas, pero en cuanto al violoncello hay tres nombres que, cada uno en su faceta me han aportado ingredientes al cóctel de la interpretación. Con su sutileza, su amplia experiencia sinfónica y camerística Rafael Ramos, que además me aportó un factor de sentido común y de realismo que fue y es realmente valioso. Él fue catedrático del Superior de Madrid y solista en la Orquesta Sinfónica de Madrid muchos años hasta su jubilación.

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-Formas parte del Trío Magnacore, con los que no dejas de mantener una gran actividad camerística. Qué nos puedes contar de ellos, quiénes lo componen y qué actividades o conciertos os esperan en un futuro próximo.

 Son Yulia Iglinova, violín y Vadim Gladkov, piano. Son dos solistas de un nivel instrumental y artístico formidable y además estupendos compañeros y amigos, con los que me une una gran afinidad musical. Ellos dos se conocían desde los tiempos del conservatorio y llevamos haciendo trío unos cuatro años. Es cierto que llevamos ya un tiempo con una actividad frenética y que el trío es parte fundamental de nuestras vidas.

  

-Qué sentiste y qué nos puedes contar, de cuando recibiste la noticia de ser elegido como cello solista, dentro de Orquesta Sinfónica de RTVE. Con ello imagino que se cumpliría uno de tus sueños.

 -Fue un momento muy dulce y de una gran satisfacción, pero al mismo tiempo como bien me dijo el director titular de entonces, Adrian Leaper, “ahora te empiezan los problemas”, por supuesto en el buen sentido. Es un auténtico privilegio y un trabajo de una responsabilidad enorme ya que sirves de nexo de unión entre los designios del director y la cohesión de la sección. También gestionamos los arcos del grupo para que vaya acorde a las demás secciones de la cuerda y preparamos los solos.

  

-Además de tu faceta como músico, también eres profesor y la enseñanza ocupa gran parte de tu agenda diaria. Inclusive tienes la responsabilidad de preparar a las secciones de cellos de diferentes orquestas de jóvenes músicos. Cómo es compaginar ambas actividades y el instruir a esos futuros músicos, también te habrá enseñado algo.

 La preparación de los ensayos parciales de las secciones de cello en orquestas jóvenes es una de las actividades que más me motivan ya que recibes el feedback, la ilusión y la energía que tienen los músicos jóvenes, que es altamente contagiosa. También he tenido la suerte de ejercer de profesor en conservatorios de grado medio durante trece años. Realmente esta ha sido la experiencia que más me ha aportado a nivel intelectual, de trabajo paciente, de autoconocimiento y de investigación sobre la técnica del violoncello.

 

 -Durante tu trayectoria has participado en grabaciones para grandes medios como la BBC, Radio Clásica de RTVE y la Radio Suisse Romande, y tienes un disco propio con obras para cello solo, de grandes compositores. Qué nos puedes contar de ese trabajo discográfico y si veremos editado algún disco nuevo en un futuro próximo.

 Es un cd que ya está las principales plataformas musicales de internet y también en tiendas de discos. El proyecto partió de un deseo que tenía desde muy joven y es grabar cello solo tocando muchos estilos y sin que se perdiera el interés y la emoción al escucharlo. La elección de las obras fue absolutamente personal y deliberada ya que soy rara avis en ese sentido. He escogido a Reger frente a Hindemith o Kodaly, que suelen ser las sonatas para cello solo del siglo XX favoritas de mis colegas. El lenguaje polifónico, enrevesado y obtuso del alemán me parece de una inteligencia y de una ironía soberbia, y escuchar una de sus suites para cello solo produce siempre un efecto embriagador e hipnótico.

  

-Sabemos que, en mayor o menor medida, todos los artistas tienen manías o supersticiones antes de salir al escenario. En el caso de Javier Albarés, existe alguna que pueda ser confesable y que no te de vergüenza reconocer.

 No tengo especiales ritos o manías. Pero sí que me gusta estar pronto en el escenario y “calentar” la silla para perder ese miedo mental a que algo vaya mal repitiendo los pasajes más complejos. Llego a repetir los solos antes del concierto hasta treinta veces seguidas, y lo cierto es que eso aporta seguridad pero nunca esta es completa. Eso sí, al menos ya estás en modo “disfrutar y hacer disfrutar”. También me gusta tocar con la camisa del frac rota con un buen agujero por la parte interna del codo para evitar apelmazamiento de tela en esa zona.

 

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-Todavía arrastramos las secuelas de la crisis creada por el Covid-19. Durante aquellos tiempos de confinamiento y demás limitaciones vividas por ello. En qué medida alteró y afectó a la vida de Javier Albarés, tanto en lo familiar, en su círculo de amistades, de cara a cancelar y aplazar conciertos, o en el sector de la enseñanza como profesor.

 Las clases del conservatorio en los meses duros post-confinamiento eran mitad presenciales y mitad online. Pero las clases por Skype u otras plataformas si ya en la educación general son muy poco útiles, imagínese en la enseñanza de un instrumento, realmente pueden llegar a ser muy frustrantes, ya que lo que llega dista mucho de ser real. Los conciertos fueron cancelados hasta julio del 2020, mes en que la orquesta y coro de RTVE concibió un ciclo de conciertos con grupos de un tamaño camerístico y con enormes medidas de seguridad, ya archiconocidas. No eran conciertos con público, pero al menos era un brote de esperanza para un mundo que había quedado congelado. La temporada 2020-2021 tuvo un aforo muy reducido en el público y una programación con plantillas reducidas, pero no por eso menos interesante. Hemos hecho más misas de Schubert, Beethoven o Mozart que nunca, y eso para mí ha sido muy placentero, ya que es un repertorio que de otra manera no se suele hacer.

 

Sin más, quiero agradecerte Javier Albarés, el tiempo que me has dispensado, a la hora de responder a las preguntas que saldrán en el Granada Costa, a pesar de tu apretada agenda. Sólo me queda pedirte como último esfuerzo, el que respondas a unas preguntas tipo test, que nos ayudarán a conocerte un poco más sobre tus gustos o preferencias.

 

¡Muchas gracias, Javier Albarés!

  

PREGUNTAS TIPO TEST:

 

¿Un personaje histórico? María Estuardo.

¿Una época? El período de Entreguerras.

¿Un pintor? Edward Hopper.

¿Un escultor? Michelangelo Buonarroti.

¿Un escritor? Haruki Murakami.

¿Un poeta? Fernando Pessoa.

¿Un libro? Ana Karenina.

¿Una película? Rebecca, de Alfred Hitchcock.

¿Un director de cine, teatro o televisión? Michael Haneke.

¿Un actor? Jack Nicholson.

¿Una actriz? Sara Jessica Parker.

¿Un compositor? Nikolái Myaskovsky.

¿Un cantante? Frank Sinatra.

¿Un músico? Pierre Fournier.

¿Una flor? El tulipán.

¿Un animal? El gato.

¿Una estación del año? El otoño.

¿Un lugar donde residir? Madrid.

¿Un lugar que te gustaría visitar antes de morir? La Patagonia.

¿Un color? El azul turquesa.

Entrevista por Ricardo Campos Urbaneja

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