ENTREVISTA A IRINA CAPRILES

Irina Capriles, es una mujer culta en el más ancho sentido de la palabra, simpática y con un gran don de gentes. La conocí recientemente en un encuentro de Corales en el Monasterio de Secar de la Real, en donde dirigió la Coral de la AUOM, maravillosamente. En una de las composiciones hizo que interviniera al público asistente, lo que fue del agrado de todos. En esta entrevista la conoceremos un poco más y nos dirá de su amor y dedicación a la música coral.

 

¿Dónde nació?

Primero que nada, gracias por esta deferencia al tener interés por mi trabajo y mi persona. A ver qué os voy contando… Nací en Caracas el 23 de noviembre de 1960.

¿Cómo transcurrió su niñez e infancia?

Entre la música, los viajes con los Melódicos, la orquesta de baile de mi padre con quienes fuimos por muchos países, Colombia, Ecuador, Estados Unidos… Mi infancia siempre con música y también con mucho interés por los animales y las personas.

¿Qué estudió, y dónde?

Desde los 7 años estudié piano, luego solfeo y las demás asignaturas que se cursan en los Conservatorios. Al salir de Bachillerato hice Biología, tres años y medio, pero pudo más la música y me saqué dos licenciaturas, la de Dirección Coral y la de Pedagogía Musical. Todos los estudios los hice en Caracas aunque viajé para realizar cursos complementarios a España e Italia.

¿A qué se dedicaban sus padres?

Mi mamá estudio Relaciones industriales, y guitarra y composición, además pintaba. Pero no hizo carrera profesional en ninguna, digamos que era una ama de casa “ilustrada”. Mi papá dirigió su orquesta desde 1958, cuando la fundó, hasta que ya muy mayor pasó el testigo a mi hermana Iliana quien la lleva actualmente.

¿Está usted casada?

Estoy separada.

¿Cuántos tiene usted?

Tengo cuatro, Zoltán de 27, Catalina de 26, Abril de 16 y Llucia de 13.

¿En qué época empezó su amor por la música?

Pues desde siempre, el ambiente musical estaba en casa como cosa natural por el trabajo de mi padre y la afición de mi madre. Además, mis abuelas tocaban piano y guitarra, y tengo una tía que fue bailarina, con lo cual se respiraba música y arte por todas partes.

¿Por qué se descantó por la música coral?

La música coral reúne de forma perfecta el vínculo humano, el trato con las personas y el trabajo musical. Me siento muy cómoda en esta disciplina.

¿Qué director/a de coral ha influido más en usted?

Sin duda el maestro Alberto Grau, confió en mis capacidades y me guió durante toda mi formación. Primero como director del coro donde yo cantaba, la ScholaCantorum de Caracas, y luego como discípula en el Conservatorio y la Universidad. También identificó mucha influencia de Luigi Agustoni con quien estudié Canto Gregoriano.

¿Qué le motivó para venirse a vivir a Palma de Mallorca y, en que año?

En 1998 me enamoré de un mallorquín y ese amor terminó en matrimonio y traslado de Caracas a Palma.

¿Cuál fue su primera impresión al llegar a Palma?

Me impactó la luz, la transparencia que dejaba ver los detalles del paisaje. Luego la tranquilidad de la isla que combina un toque de pueblo y las comodidades de las grandes ciudades.

¿Ha encontrado usted en Mallorca, el sitio ideal para desarrollar su arte?

Aunque los inicios no fueran fáciles, poco a poco he ido encontrando mi lugar y teniendo reconocimiento a mí trabajo. Tengo amigos que son una familia y estoy contenta y con ganas de continuar aportando humana y musicalmente a través de los proyectos que llevo adelante.

¿Qué destacaría usted más de Mallorca y, que es lo que menos le gusta?

Quizá porque vengo de un país de una intensidad emocional enorme, valoro mucho el tipo de trato de los mallorquines, todo es “poc a poc” y las relaciones se cocinan a fuego lento, eso me gusta. A veces cuando se me sale el “venezolano” y quiero meter el acelerador me pone un poco nerviosa, pero me ayuda a vivir con un ritmo definitivamente más humano. Luego está por supuesto, el paisaje, vivir rodeada de mar pero también con bosques y llanuras, es muy bonito. El hecho de que la vida rural esté aún tan cerca de la vida presente de la gente también tiene un encanto especial.

¿En qué año se licencio en música y en dirección coral?

A ver… de piano me gradué en 1988, luego las licenciaturas fueron 10 años después, antes no existía el título universitario de dirección coral así que cuando apareció me apunté.

¿A que compositor de música admira usted, más?

Uy, imposible para mí elegí, hay varios que me son imprescindibles, Handel, Tchaikovsky, Mahler, John Williams… todos mis coros cantan obras del compositor de Binissalem Baltasar Bibiloni, y cuando me siento al piano siempre hay algún libro de Bach o Mozart, sean las invenciones o los preludios y fugas, o las sonatas y fantasías. No podría elegir…

¿A quién destacaría usted de los españoles?

Compositores españoles que disfruto, pues todos los de la polifonía clásica, Victoria, Guerrero, Cabezón, luego Soler, Mompou, las canciones de Eduardo Toldrá, hay muchos… Un compositor que admiro bastante es Parera  Fons, a quien dieron el premio nacional de composición en 2016, y acabamos de escuchar su ópera María Moliner hace poco.

¿Existe en Mallorca afición por la música coral?

Definitivamente sí. Hay coros de todo tipo y van en aumento. A la gente le gusta cantar, el canto coral aporta entretenimiento, educación, socialización, cultura… especialmente a los mayores de 50 años que alimentan la mayoría de los coros. Más allá de los buenos coros tradicionales, hay directores jóvenes que están imprimiendo un ritmo interesante al movimiento coral. Lo que falta es organizarse como movimiento, tener una federación activa y potente. Ofrecer más adiestramiento técnico y abrirse al exterior. Que los coros se animen a ir a concursos, a festivales internacionales, asistir a simposios y escuchar, donde se confronten y vean lo que se está haciendo. En general el movimiento coral se cocina bastante de puertas adentro y el mundo coral es de una riqueza y una variedad que merece que nuestros cantantes salgan y vean, siempre hay excepciones,  pero en general es así. En Mallorca faltan concursos de composición coral, tanto obras originales como arreglos, con los que los coros se alimenten de nuevo material. Falta que los directores sientan la necesidad de titularse, es una lástima que el Conservatorio no tenga esta posibilidad. Hay una parte del oficio que no se sustituye con experiencia, hay que estudiar análisis, interpretación, historia, dejar que te guíen y seguir un programa que no deje lagunas, de repertorio, de estilo, de posibilidades con el gesto. Puedes tener 20 años dirigiendo, y son 20 años de hacer lo mismo, donde no crece ni el director ni el grupo. La formación organizada, más allá de uno o dos cursos de verano te da esto. Talento con estudio es una combinación ganadora. Y talento en Mallorca hay mucho.

¿Qué le parece lo que está pasando actualmente en Venezuela?

Terrible, desde lejos también entiendo que mucho es consecuencia de largas décadas de indiferencia ante las grandes diferencias sociales que había en el país. Luego hay un problema de gestión económica que no tiene perdón, tanta riqueza y no saber qué hacer con ella para que todos la disfruten. Ojalá encontremos el camino para crecer y mejorar. La educación del pueblo, elevar los niveles de comprensión de toda la realidad social y la responsabilidad con el país. Acabar con la corrupción, el clientelismo. Es difícil y será largo. Ojalá encontremos los líderes que estén a la altura de la situación.

¿Cómo transcurre su vida día a día?

Pues me muevo bastante… la vida familiar es intensa, dirijo tres coros (Musicantes de Mallorca, un coro de cámara; el Orfeó Ramón Llull, con quienes hacemos grandes proyectos sinfónico-corales; y mi querido coro de la Associació de Alumnes de la Universitat Oberta de Majors) y doy clase en las dos  universidades, la UIB y el CESAG; en ambas doy asignaturas de música en los grados de Educación Infantil y Primaria. El año pasado terminé el Doctorado en Educación de la UIB, cosa que me ha llevado años y trabajo, pero que al verlo finalizado me llena de orgullo la verdad.

¿Qué proyectos tiene usted a corto plazo?

Pues con el Orfeó Ramón Llull participamos en julio en el concurso coral “Sant Feíu” de Llubí, así que estamos puliendo el repertorio para este reto, y nos preparamos para recibir un coro de Murcia en septiembre; con Musicante de Mallorca estrenamos en Deià el 9 y en Palma el 11 de junio, un repertorio de música barroca latinoamericana muy bello, con solistas e instrumentos, luego en octubre vamos a Bilbao a un encuentro con un grupo coral francés. Con el Cor de la AUOM acabamos de terminar la XII edición del Festival Coral de Primavera con mucho éxito de público y estupendos coros participantes. Ahora comenzamos a preparar la zarzuela en catalán “Cançó de amor i de guerra”, de Rafael Martínez Valls, y en el camino todos los compromisos que tenemos con la Universidad y los conciertos que siempre van saliendo, quizá uno que me hace especial ilusión es el de navidad, que desde el año pasado hacemos con los nietos que cantan y tocan instrumentos y llamamos “Nadal de nins i padrins”, una cosa muy especial.

Es usted, también, pedagoga musical y directora en Educación por la Universidad de les Illes Balears. ¿Cómo es esa experiencia educativa?

Estupenda, exige bastante tiempo y dedicación pero complementa muy bien el aspecto pedagógico y la oportunidad de hacer un poco de investigación.

¿Dirige usted, varias corales como  “Musientes de Mallorca, Cor de Cambra, Orfeó Ramón Llull y el Cor de la Associación de alumnes de la Universitat Oberta per Majors (CAUOM). ¿De dónde saca usted el tiempo?

Jaaa… es difícil de explicar. Mi cabeza está muy activa las 24 horas del  día y no para de ofrecerme ideas y proyectos, luego me dedico a poner orden en esas ideas y ver cómo se pueden llevar adelante. También es verdad que en cada coro cuento con un equipo humano fundamental para convertir en hechos las ideas. Sin ellos, que son colaboradores y amigos a la vez, sería imposible. Con puras ideas no se hace nada, es la gente de la que te rodeas la que hace el milagro, son lo fundamental.

¿Qué pregunta no le he hecho y le hubiera gustado que le hiciera?

Creo que se ha lucido usted con las preguntas.

TETS

 

-Un color.

Rojo

-Un árbol.

Ciprés.

-Un animal.

Todos los felinos, y los loros.

-Un compositor.

Imposible elegir.

-Una música.

Imposible elegir, depende del momento.

-Un autor/a de novelas.

Casi imposible elegir, pero tengo muy presente en mi mente las novelas de George Orwell, algunas de Flaubert y la saga Dune de Frank Herbert.

-Un autor/a de poesía.

Me emociona mucho la poesía, muchos versos de Borges me acompañan. Últimamente he descubierto a una autora palestina Fadwa Tuqan, estupenda, y recitaré en el concierto del 11 de junio algunos textos del repertorio barroco latinoamericano que son hermosos.

-Un libro.

Imposible.

-Un personaje.

Dos, mis padres. Sigo estudiándoles y entendiéndoles. Somos obra de nuestros padres y nos pasamos la vida mejorando o modificando esa obra.

-Una leyenda.

Eco y Narciso.

-Un país.

Estados Unidos me interesa aunque no para vivir.

-Un sitio para vivir.

Una casita con jardín en casi cualquier parte, con silencio, civilización y mucho amor.

-Una película.

Casi imposible… pero las de ciencias ficción en general me relajan mucho.

-Un actor.

Sean Connery, por bueno y por guapo.

-Una actriz.

Más que actrices, personajes femeninos, Sara Connors, de Terminator, Jessica Fletches de “Se ha escrito un crimen”…

-Una flor.

Tulipanes de todos colores, rosas de todos colores, margaritas…, no me hagas elegir.

-Un perfume.

Aquí sí ves, y ya no existe. Fendi. El original que tenía un punto como de tabaco.

-¿Con quién le gustaría hacer un viaje?

Con mi hija Llucia a Japón, con mi novio Juan Jesús volver a Escocia. Un crucero con mis cuatro hijos y sus parejas… atravesar USA leyendo poesía… sobran opciones, ojalá alcance la vida.

Marcelino Arellano Alabarces

Palma de Mallorca