CRÓNICA A PALOMA GÓMEZ BORRERO

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El día 24 de Marzo de 2017 llega a mis oídos que Paloma Gómez Borrero, madrileña de nacimiento, ha fallecido a los 82 años víctima de un cáncer de hígado, se nos ha ido en quince días. D.e.p. nuestra gran amiga y compañera de Granada Costa, donde se le concedió la Medalla de Oro a su trayectoria periodística y que no llegó a recoger debido a su indisposición por cuestiones de salud.

Paloma Gómez Borrero fue una mujer luchadora, tenaz y humana, simpática, agradable y polifacética. Fue periodista y escritora, con varios libros en su haber. Le gustaba la cocina y disfrutaba con su gastronomía de la Costa Tropical.

Recuerdo una comida que fue invitada por Granada Costa y yo tuve la suerte de estar junto a ella por unas horas que fueron maravillosas. Todas sus palabras se basaban mientras comíamos en decir qué bueno está el marisquito, qué bueno el pescaíto, qué buenas las almejitas, los mejillones…, tenía un buen comer y todo le pareció exquisito.

Nos contó un montón de anécdotas de sus viajes con los “Papas”. Era muy seguidora sobre todo de Juan Pablo II, con el que viajó a todos los lugares. Fue corresponsal por el Vaticano durante muchos años y fue una gran periodista, amable, sincera, sencilla, extrovertida, alegre, y me quedaría corta si sigo con calificativos hacia Paloma Gómez Borrero, fue “Una Gran Mujer”, “Una Gran Dama”.

En sus intervenciones de las tertulias Amigas y conocidas de T.V.E. yo me limitaba a hacerle fotos sacadas de TV y se las enviaba y le hacía mucha ilusión. Siempre me contestaba, aunque últimamente vi que no me contestó y me preocupé bastante. Por lo visto fue cuando ya ingresó en el hospital y allí Dios la llamó al Reino de los Cielos.

Creo que Paloma Gómez Borrero era una Santa, siempre estuvo cerca del Cielo. Yo en plan de guasa le decía “Paloma tú eres ya Santa, porque entre tanto Papa la santidad se te ha pegado” y ella se reía, era una persona muy entrañable.

Una de sus anécdotas era que cuando oyó el nombre de Karol Wojtyla ella creyó que era un Papa que venía de África.

Paloma siempre tenía una sonrisa para todo el mundo. Fue la primera mujer corresponsal en Italia y hasta su final seguía informando.

Cada vez que pienso en ella con lágrimas en los ojos, siento un escalofrío por todo mi cuerpo. Es una sensación como si me quisiera transmitir algo desde el más allá, quizás el no haberse despedido, ya que mis últimos mensajes quedaron sin contestar.

Paloma allá donde estés intercede por este Mundo y que la Paz vea la luz de todo nuestro planeta, ya que yo siempre te conceptué como la Paloma mensajera de Dios, y quiero te llegue mi abrazo allá donde te encuentres. Gracias por ser un poco mi maestra, siempre te admiré y te seguiré admirando, va todo mi cariño.

Gracias por ese día que pasamos juntas que para mí será inolvidable gracias al Periódico Granada Costa.

Soledad Durnes Casañal

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