COVID-19 CÓMO VIVIR UN CONFINAMIENTO

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Mis queridos amigos de Granada Costa espero y deseo que hayáis pasado este confinamiento del Covid-19 con mucha paciencia y sin problemas, el estar vivos y poderlo contar ya es mucho.

A los pocos días de nuestro viaje a Madrid, donde lo pasamos estupendamente y ya se hablaba de que había un mal bicho por ahí y que era mortal, nos cogió a todo el mundo de improviso.

Yo ya figurándome algo lo primero que hice fue hacer un gran pedido de alimentos y que me lo trajeran a casa para no tener que exponerme al contagio en la calle. Luego he tenido la suerte de tener unos grandes vecinos que han estado siempre pendientes de nosotros, ya que como sabéis la mayoría de ustedes mi marido tiene cáncer y médicos constantes, así llevamos 3 años.

Empezaron a llegar las anulaciones de citas médicas a consecuencia de las atenciones que tenía que tener en preferencia los médicos con los más graves que no daban abasto por el Coronavirus. No podían tener visitas de otras especialidades, lo más importante era atajar el Covid-19, ya que era un virus desconocido y las personas ingresaban en los hospitales a diestro y siniestro, cada vez se iban incrementando más los fallecidos.

Cuando empezamos a ver el parte de TV de todos los días con tantas muertes ya no estábamos tranquilos. Nos pusieron el estado de alarma y eso ya nos cuartó la vida, era aquello de “quédate en casa” y la intranquilidad te agobiaba porque no se sabía cómo iba a terminar, todos acostumbrados a vivir la vida.

Yo nunca me puse a cocinar más que en este confinamiento, hasta aprendí a hacer pan y dulces, y cuando llegaban las ocho estábamos deseando salir al balcón para hacer las palmas a todos los sanitarios, que los pobres no daban abasto a cuidar enfermos del   Covid-19, y a los cuerpos de policía, guardia civil, bomberos, ambulancias… a todos ellos les damos las gracias. Bueno esto nos servía para desahogar un poco los nervios porque todo esto que nos está pasando es algo no natural, es un virus de diseño “se supone”, con una alta mortalidad y contagio.

Nos veíamos negros para encontrar mascarillas, no había de nada, ni respiradores en los hospitales, y claro la gente iba muriendo poco a poco. Lo mayores de residencias que a los pobres ni los podían llevar al médico los sedaban, les ponían morfina y a “dejar que se murieran”. Es muy duro, pero este Gobierno no ha sabido hacer las cosas bien, cada día aumentaban los fallecidos y eso te deprimía de tal manera que no te quedaban ni ganas de comer, más de 28.000 son muchos muertos solo en España.

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Bueno como la vida sigue tenemos que ingeniar algo para distraernos y empecé a recitar poemas por internet, a escribirlos también y de cuando en cuando un bailecito para hacer un poco de ejercicio. Luego nos poníamos a andar por el piso del salón a la cocina y viceversa, por lo menos media horita todos los días para que los músculos no se atrofiaran demasiado. Así pasábamos todos los días, sin arreglarnos ni pintarnos, demasiado solos estábamos, en pijama y yo pensaba ¿para qué me compré tanta ropa para tenerla en el armario? Me daba pena no podérmela poner, estuve a punto de no sacar ni siquiera el baúl de la ropa de verano, porque me decía yo, bueno para qué si no podemos salir a la calle y si lo hacemos tiene que ser con mascarilla, no vamos a poder presumir, con un chándal o unos pantalones y un polo tenemos de sobra.

La verdad te paraba a pensar y no te quedaban ganas ni de ver la tele, porque solo se oían muertes y más muertes en todo el mundo. Aquí es donde tengo yo más dudas ¿cómo se ha podido contagiar la gente en dos meses en todas las partes del mundo a la vez? Si en algunas partes ni había turismo, eso me da mucho que pensar. Yo creo que lo mismo le estamos echando la culpa a los chinos y lo mismo ha sido un asteroide que nos rozó La Tierra y ahí va la alta contaminación. Días antes se escuchaba que pasaría uno muy cerca de La Tierra y que era muy peligroso. Eso se me quedó a mí en la memoria y como hasta la fecha está todo oculto y todo son suposiciones no podemos afirmar nada de nada.

Es muy triste en las casas donde solo haya vivido una persona estar solos tanto tiempo y en las que vivían dos ya se te quitaban las ganas hasta de hablar, solo se escuchaba la palabra coronavirus a todas las horas del día.

Yo hablaba con mis amistades por teléfono y todos estaban desolados ante esta fría pandemia, pensabas en los que se había ido sin poderse despedir de sus familiares y yo creo que nos han ocultado muchos muertos y mi pena hacia los que se fueron ni con un funeral en condiciones, eso es falta de humanidad, D.E.P.

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Puedo decir que en mi familia ha habido un fallecido y muchos afectados que no se les acercó un solo médico, habiendo tenido fiebre y muy malestar y sin hablar. Cuando llamaban al médico les decían que se quedaran en casa, pasando la incógnita de la enfermedad hasta que el cuerpo aguantaba. Cuando llegó el momento del desmayo llegó la ambulancia para trasladarlos al hospital y ya no tuvieron solución. Eso es muy duro, que una persona salga de casa a curarse a un hospital y que ya no la vuelvas a verla más.

Yo mi problema era que mi marido y yo estamos solos y menos mal que se ha encontrado una buena enfermera en casa, no le ha faltado nada y cuando lo vio el médico después de las anulaciones de cita lo vieron muy bien y sus análisis estaban estupendos, a pesar de estar con las pastillas de quimioterapia. Por cierto como no se podía salir a la calle y tenía que ir a recogerlos a Málaga al hospital pude convencerles de que me los trajera un mensajero a casa, cosa que agradecí mucho porque salir a la calle me daba pánico y me ha costado bastante trabajo, pero pensé hay que volver a la vida normal, no se puede uno paralizar para toda la vida en casa.

Yo le llamo a este virus el virus del trabajo, porque al estar en casa todo el día estamos guisando, limpiando trabajando, arreglando armarios, pintando, etc. Es una manera de pasar el tiempo y yo hasta pinté y tapicé un baúl. Aproveché para escribir y estoy haciendo un libro con mi amiga Mª Manrique del Covid-19 y creo os gustará leerlo cuando se presente, si es que nos deja este virus poder seguir con la Cultura, ya que es lo que permanece en el tiempo, lo escrito escrito está.

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Resumiendo os diré que en la vida se presentan trances a veces inesperados y hay que saber hacerles frente con positividad. Yo ya tengo ganas de seguir recitando, seguir escribiendo, bailando, y poder reunirme con todas mis amistades a las que adoro y tengo muchísimas ganas de darles un abrazo. Ahora sí a partir de ya con mucha precaución y no ir dando besos a todo el mundo sin conocerle. Ya tenemos que tener más precauciones, nos ha tocado vivir otros tiempos, con otra manera de vivir, teníamos una España única, admirada por todo el Mundo y se nos está echando a perder entre unas cosas y otras.

Nos queda una crisis a la que debemos prestar atención, sobre todo a los empresarios, a la Sanidad Pública y a acostumbrarnos a vivir con un poco menos de todo, pero a ver si podemos cuidar la Naturaleza Divina, que no terminemos de cargárnosla por el bien del planeta. En este confinamiento no se han oído ni los pájaros al estar las calles desiertas, los animales se han paseado a sus anchas por esas calles y los delfines por las orillas de las playas, le hemos dado un respiro a dicha Naturaleza.

Quizás esta experiencia del Coronavirus nos ha hecho pensar, al estar dentro de nuestras cosas tanto tiempo, de que no merece la pena tener odios, rencores y que nos debemos de apoyar un poquito más porque todos somos personas y nadie es más que nadie. A la larga todos vamos por el mismo camino, la muerte no respeta edades y Dios es el que nos tiene la puerta abierta para cuando nos toque llegar arriba a su lado.

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Este virus tiene diversas formas de manifestarse, mi opinión es que todos somos portadores, a unos se les manifiesta de una manera y a otros de otra. Por eso la precaución es lo principal, cumpliendo con las pautas que se nos marcan por el Gobierno, a la espera de que estemos mejor y más informados de este virus asesino.

Yo creo que dentro de lo malo las personas hemos sabido comportarnos y hacer frente a esta lamentable situación quedándonos en casa cuando se nos ha requerido y esperamos que el Gobierno se sepa comportar también como nosotros lo hemos hecho.

Hay que luchar por la vida con filosofía, buena armonía y prosperándonos día a día por el bien de la Humanidad.

 

 

Soledad Durnes Casañal

0 thoughts on “COVID-19 CÓMO VIVIR UN CONFINAMIENTO

  1. Gran artículo soledad felicidades ? eres una gran mujer ,valiente y no has decaído, lo se de buena tinta .unos meses duros a los sue le as plantado cara y no te as rendido un solo instante gracias por compartir tus experiencias ?

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