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Llegando a estas alturas del año muchas de nuestras ciudades y pueblos empiezan a engalanarse para la llegada de la Navidad y uno de los primeros adornos que nos anuncian su llegada es la Corona de Adviento, a pesar de ser uno de los elementos tradicionales de esta época es uno de los que menos se conoce su simbolismo. Este elemento decorativo también conocido como Coronilla de Adviento, esconde una arraigada simbología que se enlaza directamente con las bases de la fe cristiana.

Actualmente se encuentran diferentes tipos de Coronas de Adviento, en las tiendas de souvenirs navideños como en las superficies comerciales y tiendas de decoración pero todas comparten una esencia principal que tiene este tipo de adornos que se compone de dos elementos principales, las ramas verdes entrelazadas, habitualmente de pino o abeto formando un círculo y cuatro velas que se van encendiendo cada domingo de Adviento progresivamente.

Cabe recordar que el Tiempo de Adviento es el periodo que marca el inicio del Tiempo de Navidad, así el Tiempo de Adviento se compone de los 4 domingos previos al inicio del Tiempo de Navidad y dependiendo del año puede durar entre 22 y 28 días.

Pero retomando la esencia del artículo de la Corona de Adviento, en la decoración de la misma también encontramos una cinta roja que envuelve las ramas y otros detalles que la naturaleza brinda en esta época del año como piñas de pino, hojas y bayas de acebo y más recientemente bolas de Navidad, lazos de colores u otros adornos.

Es difícil asegurar el origen de la Corona de Adviento pero se cree que proviene de las antiguas tradiciones paganas de los pueblos de la Europa del Norte, donde se encendían velas para mantener la luz y esperanza durante el invierno, época que es la más oscura y difícil del año. Ya en el siglo XVI algunos católicos y protestantes tomaron estas tradiciones precristianas y las utilizaron durante el Tiempo de Adviento, sustituyendo la esperanza de la llegada de la bonanza de la época del año como la primavera por la esperanza de la llegada del Niño Dios.

En la actualidad una vez bendecida la Corona de Adviento, se coloca el primer domingo de Adviento en iglesias y en casas, normalmente presidiendo la entrada, y no solo como un elemento decorativo sino por el profundo simbolismo que tiene, no en vano si nos basamos en la palabra Adviento, esta palabra proviene del latín y significa venida o llegada, esto para los cristianos hace referencia a este tiempo del año litúrgico que se inicia como una preparación para esa esperada llegada de Dios hecho hombre.

Otro de los significados asociados a la corona es debido a su forma circular, significando lo infinito en este caso el amor de Dios y el motivo de realizar esta corona en ramas verdes es por referenciar dos conceptos esenciales de la fe cristina que son la esperanza y la vida eterna. Antes he comentado lo de la cinta roja o los elementos rojos que puede llevar esta decoración, están directamente relacionados con el amor y la pasión de Dios a los hombres, también existen otros elementos que pueden llevar las coronas y concretamente los frutos rojos, o manzanas que simbolizan los frutos prohibidos del Edén y el origen del pecado por el que Dios se hace hombre para redimir de sus pecados a los hombres.

El otro elemento que ya hemos comentado que forma parte de la corona de Adviento son las velas, por si no os habéis dado cuenta del detalle son 4 velas las que forman parte de la corona, y 4 domingos los del Tiempo de Adviento, es porque cada vela simboliza cada uno de esos domingos de preparación para la Navidad.

Tenemos así que 3 velas son de color morado, ese día el sacerdote también utiliza el color morado en la casulla, este color simboliza la penitencia, la espera y la espiritualidad y se encienden el primer domingo, el segundo y el cuarto, en el caso del tercer domingo, nos encontramos con un hecho singular, se enciende una vela de color rosado que simboliza la alegría, este tercer domingo el sacerdote también viste casulla de color rosado y simboliza la alegría ante la luz que ya se abre paso de la Navidad, en los últimos años también se ha añadido en las iglesias cristianas una costumbre popular en este domingo gaudete que es la bendición de las imágenes de los niños Jesús que se hacía en Roma y ahora muchos otros lugares también realizan.

Como colofón a las velas en algunos lugares también encienden un crio blanco la noche de Navidad que colocan en el centro de la corona para simbolizar la llegada de Jesús.

 

José Manuel Gómez Hernández

Noviembre 2021

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