CÓMO INTERPRETAR LOS VALORES DE UN ANÁLISIS DE SANGRE

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Dr. Juan Gustavo Benítez Molina

Málaga

 

¿Cuántas veces has tenido en tu poder los resultados de un análisis de sangre y no has conseguido entender exactamente a qué corresponde cada valor? En éste y en los próximos artículos, intentaré hacer que a partir de ahora comprendas el significado de los valores más importantes que aparecen en un análisis de sangre.

Todo analítica de sangre consta de dos partes bien diferenciadas: por un lado el hemograma y por otro la bioquímica. El hemograma analiza los tres tipos principales de células de nuestro organismo, es decir, los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas. Comprueba, si las células tienen una forma y estructura normales o, por el contrario, están alteradas. Mientras que la bioquímica es la encargada de estudiar las sustancias químicas presentes en la sangre: glucosa, colesterol, triglicéridos, iones (sodio, potasio, cloro, magnesio), hormonas, enzimas, vitaminas, etc.

Imagen Cómo interpretar los valores de un análisis de sangre

Comenzaremos, como no puede ser de otro modo, explicando los diferentes componentes que aparecen en el hemograma. Sin más dilación, éstos son:

1) Hematíes (sus valores normales son de 4,5 – 5,9 millones/mm3, en varones, y de 4 – 5,2 millones/mm3, en mujeres): los hematíes, eritrocitos o glóbulos rojos (los tres son sinónimos), son las células sanguíneas más importantes, ya que se encargan de transportar el oxígeno, desde los pulmones a todos los tejidos vivos del cuerpo, y ayudan a eliminar el dióxido de carbono de nuestro organismo. El número de hematíes desciende de forma importante cuando hay hemorragias (por ejemplo, a causa de menstruaciones abundantes), y esto hace que no llegue suficiente oxígeno a las demás células del cuerpo, que es lo que se conoce como anemia. Un aumento del número de hematíes se conoce como poliglobulia o policitemia. Este proceso hace que la sangre sea más espesa de lo normal, lo que facilita la formación de trombos en el interior de los vasos sanguíneos. El consumo de tabaco reduce la cantidad de oxígeno presente en la sangre, y esto tiene como consecuencia un incremento de la producción de glóbulos rojos, por lo que un número elevado de hematíes puede estar también relacionado con el tabaquismo. En general, ante una disminución del oxígeno en la sangre, el organismo suele responder elaborando más glóbulos rojos, por lo que las personas que viven, en zonas muy elevadas, pueden presentar un número mayor de hematíes, sin que esto signifique que padezcan alguna enfermedad.

2) Hemoglobina (Hb) (de 13,5 – 17,5 g/dl, en hombres, y de 12 – 16 g/dl, en mujeres,): es una proteína formada de hierro, que se encuentra en el interior del hematíe, y que es la causante del color rojo de la sangre. Cada hematíe suele contener entre 200 y 300 moléculas de hemoglobina. Gracias a la hemoglobina, el oxígeno y los nutrientes llegan al resto de los tejidos del cuerpo. También transporta el dióxido de carbono a los pulmones para que sea exhalado. Como la cantidad de hemoglobina es proporcional al número de glóbulos rojos (hematíes), un descenso de esta proteína se refleja en una ineficacia de la función de los hematíes, lo que conduce a la ya mencionada anemia. En el otro sentido, la elevación de sus valores puede contribuir a la aparición de poliglobulia. Todo lo dicho al respecto de ésta, en el apartado anterior, es superponible aquí: lo de la formación de trombos y lo de su ascenso en caso de haber bajos niveles de oxígeno en sangre (en personas fumadoras, con problemas cardiacos o pulmonares crónicos o que viven en zonas de gran altitud).

3) Hematocrito (Hto) (de 41 – 53%, en hombres, y de 36 – 46%, en mujeres,): es el volumen de glóbulos con relación al total de la sangre. Dicho de otro modo, es el porcentaje que ocupa la fracción sólida de una muestra de sangre anticoagulada, al separarse de su fase líquida (plasma). Está determinado, casi enteramente, por el volumen que ocupan los glóbulos rojos (hematíes). Si el valor hematocrito desciende, esto indica que el número de hematíes ha decaído, lo cual desembocará en la temida anemia. Mientras que, si el valor hematocrito aumenta, desencadenado por una elevación en el número de hematíes, origina la ya citada poliglobulia. Esta situación se puede dar en los casos de deshidratación, hipoxia (deficiente cantidad de oxígeno en sangre), problemas cardiacos o pulmonares crónicos, etc.

4) VCM (Volumen Corpuscular Medio) (de 88 – 100 fl): este índice determina el tamaño medio de los hematíes. De este modo, se pueden clasificar las anemias en: macrocíticas o microcíticas, dependiendo de si el tamaño del hematíe es mayor o menor de lo habitual. Si el VCM es alto, lo cual quiere decir que los glóbulos rojos son grandes, puede ser por diferentes causas: déficit de vitamina B12 o de ácido fólico, trastornos del hígado o consumo de alcohol, entre otras causas. Los recién nacidos suelen tener el VCM elevado. Si el VCM disminuye (glóbulos rojos pequeños), puede ser a consecuencia de una anemia y otros estados carenciales o bien a una talasemia, que es un tipo de anemia hereditaria, cuyo origen se encuentra en la producción anormal de hemoglobina.

5) HCM (Hemoglobina Corpuscular Media) (de 27 – 33 pc): mide la cantidad media de hemoglobina que contiene un glóbulo rojo. Gracias a este parámetro, se pueden clasificar las anemias de otra forma diferente: las hipocrómicas (glóbulos rojos pálidos y con claridad central) son las que cursan con un bajo nivel de HCM, y las hipercrómicas (glóbulos rojos intensamente coloreados) las que tienen un alto nivel de HCM. Si la HCM desciende, lo más común es que exista anemia por falta de hemoglobina (normalmente por déficit de hierro). Por el contrario, son raros los casos de anemias hipercrómicas, las cuales pueden alertar de un déficit de vitamina B12 o de ácido fólico.

6) CHCM (Concentración de Hemoglobina Corpuscular Media) (de 32 – 36 g/dl): es una medida de la concentración de hemoglobina en un volumen determinado de glóbulos rojos. Tanto si el CHCM desciende como si asciende, las consecuencias son las mismas que hemos mencionado en el apartado anterior con la HCM.

7) IDH (Índice de Distribución de Hematíes), o ADE (Amplitud de la Distribución Eritrocitaria), o RDW (Red blood cell Distribution Width) (de 11 – 15%): estos tres términos son sinónimos. Es una medida de la variación en el volumen de los glóbulos rojos. Resulta útil para constatar la presencia de anisocitosis, que es un término médico que significa que las células observadas en determinado análisis de un paciente son de diferentes tamaños. Así pues, un IDH elevado significa que hay hematíes de dispares tamaños entre sí, en la muestra de sangre venosa, que ha sido extraída para efectuar el análisis de sangre. De este modo, la anemia por deficiencia de hierro se presenta, por lo general, con un IDH elevado y un VCM bajo, mientras que en la anemia por deficiencia de vitamina B12 o de ácido fólico aparece un IDH elevado y un VCM elevado.

8) Leucocitos (de 4 – 11 x 109/L ó de 4000 a 11000 leucocitos por microlitro). Se llaman también glóbulos blancos. Desempeñan una función de defensa en el organismo frente a las agresiones externas. Es por ello, que un nivel bajo de leucocitos predispone a la persona a padecer infecciones. Al aumento del número de leucocitos por arriba del límite superior se le llama leucocitosis, y al decrecimiento por debajo del límite inferior se le llama leucopenia. Existen diferentes tipos de glóbulos blancos, los cuales desarrollaremos en el siguiente artículo. De este modo, hablaremos de los neutrófilos, linfocitos, monocitos, eosinófilos y basófilos.

Como se puede constatar, hay muchos términos parecidos, pero con significados bien distintos. Igualmente, se ha de tener en cuenta que, en multitud de ocasiones, aunque los valores se salgan de los intervalos de normalidad, eso no quiere decir que haya una patología detrás, necesariamente. Por ejemplo, una persona puede tener una CHCM de 30,5 g/dl, sin que ello signifique enfermedad alguna. Cada persona es única y sus genes son únicos. Sus antepasados son sólo los suyos y de nadie más. La evolución es la evolución. Y a esto se une que en medicina dos más dos no son cuatro. No hay nada que sea al 100% en medicina ni al 0%. Siempre puede haber un caso, en algún momento, que se salga de la norma, por lo cual se ha de ser flexibles al respecto.

0 thoughts on “CÓMO INTERPRETAR LOS VALORES DE UN ANÁLISIS DE SANGRE

  1. Me parwce muy corercta la explicación de estos conceptos sobre tdo en lo que se refiere a la relación del índice de distribución de los hematíes IDH) con el volumen corspucular medio que diferencia perfectamente la anemia ferropenica por déficit de hierro de la anemia megaloblastica por deficit e Vitamina B12 y a. folico

  2. Hola! ha sido fantástico encontrar este articulo. Gracias.
    Seria posible que me indicaran o enviaran el resto de la interpretación de analíticas.
    Tengo a varios familiares enfermos y necesito entender lo que significa cada valor alterado por intentar mejorar su alimentación. Reitero mi agradecimiento.

  3. Buenas me llamo Pilar hoy e recogido una analítica que me mandaron en Quirón bastante completa porq me dolía mucho la espalda y les pedí por favor que me la hicieran, en definitiva los hematíes en 5,06
    La hemoglobina en 15,20 y el IDH 16,20 LA VERDAD me e preocupado mucho, creéis que puede ser algo preocupante

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