ÁNGELES EN GRANADA COSTA

En mi sincera opinión, las pasadas Jornadas Culturales han sido brillantes, tanto en su contenido como en su programación, actos celebrados, nivel de los mismos, asistencia de público -más de de ciento cincuenta personas-, arte, belleza y armonía, entre todos los que hemos participado y disfrutado en todo momento de cuanto se nos ha ofrecido en el señorial marco del Hotel Miguel Ángel, todo un lujo. El recital de los socios participantes resultó  de un alto nivel, en el cual algunas rapsodas se presentaron maravillosamente vestidas para tal acto, lo que daba brillantez a su poema, caso de Francelina Robin con un deslumbrante vestido árabe, María Manrique, regiamente vestida de mantilla, y Soledad Durnes. Deseo que cunda el ejemplo y para el año que viene vengan más rapsodas ataviados con arreglo al poema recitado. Se me ocurre que como incentivo podríamos premiar a quien presentase con la mejor caracterización. Todos los participantes en el recital fueron acreedores de un diploma como finalistas más un ejemplar del  poemario, gentileza de la Editorial Granada Club Selección, conteniendo los poemas con los cuales habían participado en el concurso.

          Hubo asimismo presentaciones de libros. Entrega de distinciones culturales y premios. Entrega de Medallas de Oro al Trabajo Cultural Granada Costa. Entrega de Medallas de la Academia. Se nombraron Académicos de Honor. Premios Humanidades, etc. Pero este apartado saldrá con más extensión en otros artículos del periódico y no desearía repetirme. Mi enhorabuena a todos los galardonados.

          Maravillosa fue la actuación de la concertista internacional de castañuelas Dña. Remedios Pallás, venida expresamente desde Valencia, la cual nos interpretó varias piezas de su extenso repertorio finalizando con “La boda de Luis Alonso”, tema que siempre le solicitan,  magistral interpretación que puso al público en pie dedicándole bravos y una gran ovación de gala.

La cantante Inmaculada Rejón, con el arte que nos tiene acostumbrados, estrenó el Himno de la Academia con inspirada letra de Toñy Castillo.

          Bien, y ahora me preguntaréis el motivo de titular hoy este Rincón Poético “Ángeles en Granada Costa”. Pues muy sencillo. Porque durante este Encuentro Cultural hemos tenido la suerte de que nos visitasen cuatro ángeles, cada uno de ellos llegados desde distintos lugares, para acompañarnos y demostrarnos que la bondad, inocencia y belleza existen y para más, rizando el rizo, acompañado todo ello de la poesía y el arte.

         Comienzo por los tres ángeles menores, que son los chiquitos ganadores del III Certamen de Poesía y microrrelatos que lleva mi nombre: Blau Martín Cordero, José Antonio Bueno y Eros Recio. Más… un cuarto ángel mayor: el Padre Ángel, fundador de la ONG Mensajeros de la Paz, figura merecidamente homenajeada y ganador del Premio Humanidades de Derechos Humanos Granada Costa 2020.

 ¿Queda claro el porqué del caprichoso titular “Ángeles en Granada Costa”?

          Ahora me gustaría dedicarles un espacio a cada uno de estos “ángeles” comenzando por el ángel-niña Blau Martín Cordero, venida desde Lérida, y a su bella y original historia  de colores “Imposible de imaginar”.

 

IMPOSIBLE DE IMAGINAR

Blau Martín Cordero

Colores… Mi vida está repleta de ellos.

Están el amarillo, el naranja… el rojo, colores cálidos cargados de felicidad y pasión. También el verde, repleto de ternura y refrescante como una diminuta gota de agua, el violeta, cargado de compasión y consuelo, el color ideal para un chocolate caliente en una tarde lluviosa. Luego está el blanco y su contrario, el negro… Y el rosa y el gris…. Y que no me olvide del azul, dulce y espontáneo como el aroma de los capullos floreciendo en primavera.

Hay millones de colores en el mundo, y yo los veo en la música, en el movimiento de los árboles, en la lluvia, incluso en las palabras. Pero solo dentro de mí.

Nunca he visto el violeta, ni el azul, ni el amarillo, solo conozco el negro.

Estoy en clase. De repente, la señorita Linn se queda callada y oigo como una puerta se abre.

– Mar- dice el conserje – ¿puedes salir un momento por favor? El corazón se me acelera al escuchar mi nombre, pero hago acopio de toda la fuerza que encuentro en mi interior y me dirijo a la puerta, ayudándome de mi bastón.

Cuando salgo al pasillo, me llega el dulce aroma de mis padres e instantes después escucho la delicada voz de mamá.

– Mar, debemos ir al hospital, tienen una noticia importante para nosotros.

Durante el camino montones de imágenes se acumulan en mi cabeza. Pese a que la voz de mamá ha sonado tranquila, yo he detectado un destello de miedo en ella.

Cuando llegamos, el doctor Eris nos llama.

Entro en la consulta y su típico olor invade mis pensamientos.

– Mar – me dice con un deje de alegría en la voz:

– Hemos estudiado tu caso con médicos especialistas y hemos llegado a la conclusión de que tus ojos están preparados para someterse a la operación. Si finalmente decidís llevarla a cabo, podrás ver, por fin, el mundo que te rodea.

– ¡Mamá, papá!, hagámoslo – exclamo sin poder contenerme-.

∞

Por fin llega el gran día, lo he esperado tanto… Pero a pesar de que estoy contenta, el temor también forma parte de mí.

Después de muchos preparativos me llevan al quirófano y una enfermera me aconseja que cuente hasta cinco y que enseguida me dormiré. Uno, dos, tres…

Siento que recupero el control de mis párpados a medida que la anestesia se desvanece, pero no abro los ojos. Tengo miedo de que algo haya salido mal.

– Mar, todo va bien, abre los ojos – dice el doctor cuando nota que estoy despierta-

Sus palabras me tranquilizan así que despliego mis párpados rápidamente, pero enseguida los vuelvo a cerrar.

– ¿Qué es esta luz cegadora?

Él sonríe a mi lado y los vuelvo a abrir, esta vez más despacio. Giro la cabeza y lo miro.

Un par de lágrimas asoman por mis ojos, es la primera vez que veo al médico que me ha acompañado durante todos estos años.

Cuando regreso a la escuela, la señorita Linn me dice que he de escribir una historia sobre mi vida, así que me pongo en marcha.

“Colores… Mi vida está repleta de ellos.

Están el amarillo, el naranja… el rojo, colores cálidos cargados de felicidad y pasión. También el verde, repleto de ternura y refrescante como una diminuta gota de agua, el violeta, cargado de compasión y consuelo, el color ideal para un chocolate caliente en una tarde lluviosa. Luego está el blanco y su contrario, el negro… Y el rosa y el gris…. Y que no me olvide del azul, dulce y espontáneo como el aroma de los capullos floreciendo en primavera”.

Antes no conocía los colores de mi vida… ahora sí, y es maravilloso.

 

          Pasemos al segundo ángel, José Antonio Bueno, venido desde Molvízar y ganador del microrrelato “Costa Tropical”, narrado por un anciano entrañable y con un sentimental y emotivo final:

Click, clic, clic. Cada hueso de chirimoya resonaba en el plato, amontonándose por decenas. Unashuesudas manos sostenían la cuchara entre temblores, pero los ojos aún la miraban con determinación.

 

La juventud, madurez y vejez de esas manos habían sido empleadas en la recogida de la caña de azúcar, de un campo a otro en la Costa Tropical.

 

Caña para desayunar, comer y cenar, caña para hacer bártulos, caña para arrear la mula, caña para endulzar bebidas.

 

Ahora mascullaba para sí mismo:

“No es tan dulce como la caña… Pero es lo que hay”. Una lágrima recorrió su mejilla, como un padre que despide a su hijo por una larga temporada.

 

          Y vamos con el tercer ángel, Eros Recio, ganador del poema “El árbol del amor”, preciosa composición dedicada a “su novia”, en la cual reivindica el derecho a amar de las personas que han nacido con una limitación pero que con tesón y fuerza de voluntad saben vencer los obstáculos que la naturaleza injustamente les ha puesto a lo largo de su vida.

          Pese a su limitación en el habla, Eros interpretó a la perfección el tema de su poesía con la mímica de sus gestos y su cuerpo, causando sensación entre todos los asistentes. Más de una compañera me dijo que se había emocionado al ver su interpretación. Y es que Eros es bailarín y actor, aparte de ya tener publicado un cómic.

          Mi enhorabuena a estos tres ángeles deseándoles que sigan escribiendo y que este su primer premio sea continuación de muchos más.

I

EL ÁRBOL DEL AMOR

Eros Recio

 

El Árbol del Amor nace en cada ser humano

de una secreta semilla del Corazón.

Lanza raíces hacia padres y ancestros

circulando sabia de Gracias y Perdón.

Después se abre a las otras gentes

imperativo de Moral y Religión.

Y busca en los amigos Esperanza

con brotes que se clavan como Arpón.

Van surgiendo las hojas como hadas

que acogen el sabor de la Ilusión.

Y un día que no se sabe ni se espera

se concibe el fruto de la Concreción.

Sabes que es enamoramiento pleno

cuando ruge dentro con potencia de León.

A partir de ese momento radical

el calendario carece de Estación.

Todo será en adelante incomprensible

ceguera, dulzura, sueño, tesón.

II

 

El Árbol de mi Amor nació en Europa

y muy pronto se dio terrible revolcón

lanzado hasta tierra de América

donde golpeó con toda conmoción.

Mis piernas fueron ramas de leña

del fuego que más quema, la Pasión.

Los ojos de Mariana fueron gemas

que deslumbraban albores de Razón.

Y así empezó una Historia tan bonita

que desafía el Tiempo e Indefinición.

Nosotros, ella y yo, sabemos de que hablamos

porque vivimos en el borde del Ciclón.

 

III

Pero no somos un bosque, solo un Árbol,

y nos azota el viento de la Incomprensión.

Nadie apuesta por esta joven planta

y no nos conceden ninguna reflexión.

Piensan que ni siquiera somos retoños de madera

sino que nos toman por Pinochos de cartón.

Es muy duro sentirse muy capaces de Amar

y que te nieguen esa dulce Capacitación.

 

Por eso yo clamo y reclamo con mi voz

a esos que dudan de que tengamos emoción

desde mi raza de humanos, puro humanos,

un grito que ataje tanta y tanta negación.

 

Si alguien duda de que los seres limpios podemos cultivar

con nuestro espíritu noble un enorme Árbol del Amor

yo les reto a que miren en la más frondosa de las ramas

de nuestras manos unidas y van a ver cantar a un Ruiseñor.

          Y dejo para el final y como broche de Oro al ángel mayor, al Padre Ángel, quien, como afirmo en el prólogo del poemario dedicado al mismo, esconde sus alas bajo la bufanda roja. Ser tocado por la mano de Dios. Avatar que el Supremo envió a la tierra para hacer el bien a esos pobres desheredados de la fortuna. Persona escogida que, con su eterna sonrisa y gesto de humildad, encierra un tesoro de bondad, generosidad y amor para todo aquel que se acerque a su lado implorando su ayuda, material o espiritual, sabiendo a ciencia cierta que no le ha de fallar. Si es posible, está hecho. Si es imposible, se hará.

          Así es usted, Padre Ángel. Mensajero de Paz y mensajero de Amor. ¡Y qué contento debe estar el Altísimo con la labor que usted realiza aquí en la tierra!

          Gracias, Padre Ángel, por habernos hecho el honor de aceptar nuestro sencillo homenaje de Granada Costa y recibir el poemario que con tanto cariño le hemos dedicado. Repitiendo las palabras que usted me escribió: Que Dios le bendiga.

          Y termino dedicando este último párrafo a la persona artífice de que todo lo anteriormente expuesto haya salido adelante, José Segura Haro. Y me consta que con la satisfacción y contento de todos los asistentes, de los cuales solo he oído palabras de alabanza y comentarios positivos sobre los resultados obtenidos en el evento. Y todo ello, gracias al esfuerzo y tesón de nuestro Presidente y sus grandes colaboradores: Antonio Manuel y Carlos Álvaro Segura Venegas y el eficiente técnico Abdón.

          Mi enhorabuena a todos, en especial a Pepe Segura, alma máter del evento. Y eligiéndome en jurado virtual, mi puntuación es de un sobresaliente.

Vuestra amiga Carmen Carrasco