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Algunos llegaron a pensar al verme solo, que me había peleao con mi mujer, provocando mi risa y por contagio la de los demás presentes, así que, de algún modo en lugar de sorprender, por momentos fui el sorprendido. 

Como no podía ser de otra manera, en Hornos 61 me alojé, al rato de mi llegada y de estar hablando con la tita Gertrudis, a Tarufo y an cá Agustín voy, donde buena cuenta de unas cervecitas fresquitas es el común de todos, mientras llega la hora de almorzar. Almuerzo junto a la tita y marcho al encuentro de personas aún no vistas, Aní no ha llegado todavía de Sevilla, pues al 72 de Utrera marcho a esperarla, al poco rato la siento llegar por calle Sevilla por lo escandalosa de su voz, semiescondido en la esquina, me dejo ver poco a poco, me mira, pero no me reconoce, no se lo cree, no me esperaba, Anita desde la puerta se ríe, se convence de que soy yo, cruza la calle, besos y abrazos nerviosa ¡¡Hijo la gran puta!! Que alegría, nunca hubiera imaginado esta sorpresa. 

Tranquila, vamos y tomemos un café donde Aroa. 

Siendo todavía tarde puesta, hecho a andar hacía tesorillo, llevo desde media mañana andando bajo el intenso calor del día, estoy cansado, le llamo… 

¿Qué hay Cristóbal? Pues na aquí estamos a la fresquita en la casa, no te pue hacé una idea de la caló que hace hoy ¡¡Anrrimalito!! Claro , yo que me voy hacer una idea…Je je, oye Cristóbal vas a seguir en tu casa, ¿Por qué, es que vas a venir? Hombre si sigues ahí unos minutos me veras llegar, ¡¡Para, para, esto es verdad o tu estas de guasa!! Cristóbal no puedo andar más bajo este calor, ven a recogerme anda, ¿Dónde estás? En la puerta de la iglesia, ¡¡Espérame, voy pa ya!! 

En cinco minutos lo tenía delante, ¡¡Pero bueno, bueno, esto sí que no me lo podía yo esperar, como ha sio esto!!, yo le explico. 

De regreso a Hornos, acicalamiento y a Aní busco, pues al encuentro de Chari y Cristóbal vamos que en la bodeguita nos esperan. Tarde es ya en la noche, algo de tapas y cervecitas y levantamos vuelo; unos para tesorillo, otra para frailes y un servidor para la posada, en busca de amigos que la intensidad del día no me dejó ver antes. Elenco de personas en torno a la terraza, Tomás, Mariví, Mary, Juan, María, Javi, Asun, Melek, pipo, Fátima y Andrés. 

Buen ambiente, camaradería, risas, broche de oro para un fantástico día. 

Mañanita de sábado y café en Tarufo, al rato me reúno con la family que en viñita andan desayunando, breve conversación y parto hacía Tetuan, todavía no había visto a mi tío Vicente el tomatero y mi tía Carmen, por el camino mis saludos a María Jesús en el molino de los jardinitos. 

De Tetuan me bajo con Juan, marido de mi prima Toñy a la cual saludo en su casa e intercambiamos opiniones sobre los escritos de 

zanocu, respetables e instructivos por su parte y de total aceptación por la mía. 

Tres y media de la tarde y subo por Sevilla después de haber almorzado en Hornos con la tita, café en Aroa y enseguida en la posada. 

Tomás con cara de poema, no le estaban saliendo las cosas como el quería, el proyector no terminaba de afinar, gentes por aquí y por allá, el salón todavía por montar, ¿Has comido ya? No he podido aún, y a qué esperas campeón. 

A la hora de la terna, quedó todo resuelto y por fin pudo comer, ya lo tenía todo encarrilado. 

Manos a la obra y colocación de sillas para el respetable, todo a punto, ya está próxima la hora, algunos se iban marchando para engalanarse y presto volver para el evento. 

El respetable comienza a llegar y se va acomodando, en mí, empieza a ser latente un pequeño cosquilleo, síntoma de nerviosismo, pues poco dado soy a hablar en público en estos derroteros, así y todo, lo que estoy viviendo hasta ahora, me encanta. Llegan a la posada mis dos tías Anita y Gertrudis y les acompaña mi prima Aní, no tenía muy claro que fuesen a venir, pues no están en sus mejores momentos y el llegar hasta la posada, les habrá supuesto un esfuerzo considerable, de ahí que me enorgullezca aún más el verlas aquí. 

Siete y media de la tarde y Tomás da comienzo al certamen, previo prólogo y agradecimiento por su presencia a los presentes, da paso al presentador. 

Manuel va haciendo las presentaciones, va leyendo un poco referente a cada autor, en la pantalla se va viendo una fotografía de los mismos y sus presentaciones que va leyendo Manuel. 

Estos se levantan del lugar preferente donde se hayan y se dirigen a la mesa presidencial, donde cada uno lee su escrito. 

Tras varias lecturas, siento como si me trasladase a un mundo de ensueños, de paz, un mundo donde no hay cabida el odio y la desesperación, un mundo de palabras con connotaciones musicales, todo es poesía. 

El siguiente relato pertenece a Gonzalo Lozano, nació en Montellano el… ¡¡Eh!! Vuelvo a la realidad, ¿Qué está diciendo Manuel? Veo mi imagen en la pantalla ¡¡Ya me toca!!, Manuel termina la alocución, me levanto y dirijo a la mesa, los nervios me dominan, ¡¡No saldrá bien seguro!! Oigo aplausos, ya he terminado, soy consciente de los nervios al comienzo de la lectura y mi comodidad posterior en su desarrollo, la gente, imagino que por cumplir, me decía que apenas se había notado. 

Atravieso el salón, quiero ver a mis tías y prima, están emocionadas y hacen que yo me emocione, Anita me besa y me dice que le ha gustado mucho ¡¡Er mejó de tó!!. 

Mi queridísima amiga Mary se haya tras ellas, de pie y apoyada en el marco, me dice que le ha gustado mucho y que ha visto a gente emocionarse durante mi lectura, incluida Aní, que enjugándose los ojos la encontré al acercarme. 

Me dirijo al bar, necesito beber algo, muchas emociones en tampoco tiempo, felicitaciones que me dan unos y otros, algunos conozco y otros no, qué más da, bienvenidos sean todos. 

Para finalizar, lectura del relato que Tomás dedica a Alvarito (Sublime) y presentación del libro de María Naranjo, a continuación, la entrega de diplomas a los participantes, el certamen se da por finalizado siendo las nueve y media de la noche. 

A Hornos 61 voy, una ducha y cambio de ropa y de vuelta en la posada estoy, unas copas buena cena, amigos en tertulia, excelente noche nos acompaña, mágica noche diría yo. 

Se va la noche y viene el día, nos vamos hasta el próximo año, así sea, adiós… 

PD. Hermano a veces con pocas palabras se dice mucho; gracias. 

Gonzalo Lozano Curado

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